Las inspecciones veterinarias realizadas en una empresa cárnica en Coventry (Inglaterra) el pasado 3 abril detectaron la presencia de un centímetro de médula en carne de vacuno procedente de Galicia. Ante esta “alarma”, la empresa exportadora remarca que el animal y la carne han pasado los controles obligatorios satisfactoriamente mientras que el sindicato de ganaderos británico (NFU en sus siglas inglesas) pide que se refuercen las medidas de control.
La versión digital de la BBC (British Broadcasting Corporation) publicaba, el jueves 11 de abril, la información en la que alertaba de que una partida de carne importada de España podría estar infectada por la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB). Según ha confirmado la Agencia de Control Alimentario (FSA, en sus siglas inglesas) se trata de restos de médula espinal en una partida de carne etiquetada en Galicia.
La información ha despertado las alarmas y se plantea, a nivel europeo, cómo es posible que no se hayan cumplido las medidas específicas para la eliminación de MER, sobre todo cuando la extracción y eliminación de este tipo de materiales es obligatoria, por ley, en todos los países de la Unión Europea (UE) desde el 1 de octubre de 2000, si bien la recomendación de extracción data de 1996 para los países con riesgo potencial de contar con vacas con esta enfermedad.
Protesta de los ganaderos británicos
El presidente del Sindicato de ganaderos británicos (NFU, en sus siglas inglesas), Ben Gill, no daba crédito al nuevo caso y «ponía el grito el cielo». Según Gill, esta es la vigésimo séptima vez que se detecta un caso de estas características ya que anteriormente ya se han incumplido las normas impuestas por la UE en cuanto a los controles en materia de seguridad alimentaria.
Mientras, un representante de la empresa exportadora, Fricosa, declara en el diario La Voz de Galicia que las piezas de carne, destinadas a un distribuidor de París, que luego las remitiría a Inglaterra, han pasado dos controles veterinarios, uno en el primer matadero y otro por el distribuidor francés. En estos controles no se ha detectado ninguna anomalía. La misma fuente asegura que el animal había dado negativo en las pruebas de EEB, lo que implicaba que no había riesgo para el consumo humano.
Pero el Sindicato Ganadero británico apunta que a lo largo del último año en el Reino Unido se ha introducido carne procedente de otros países europeos que incumplía la normativa vigente. Entre otros países, citan Alemania, Holanda, Irlanda, Dinamarca, Bélgica y Polonia.
Reforzar controles
El «fondo veterinario europeo» es el instrumento financiero de la comunidad cuyo objetivo es vigilar tanto los aspectos veterinarios como fitosanitarios en el mercado de la Unión Europea. Este fondo veterinario, dotado con 100 millones de euros anuales, es el que se ha empleado en casos de las crisis como la EEB. Si bien, el presupuesto con el que cuenta ha demostrado ser insuficiente ya que con la EEB se estima que el gasto en los últimos cinco años ha estado cerca de los 5.000 millones de pesetas.
En la próxima reunión del Consejo de ministros de Agricultura en Luxemburgo, los días 22 y 23 de abril, se debatirá si este «fondo», dadas las últimas crisis y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria, cuenta con suficiente presupuesto o por el contrario es necesaria la ampliación del mismo.