El 92% de los pollos sacrificados en España tienen la bacteria campylobacteria, según afirmó la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés). Además, un 14,4% de los pollos examinados en nuestro país presentan indicios de salmonella.
Un estudio publicado por la EFSA destaca la «presencia alta» de dicha bacteria en los pollos en los mataderos de la mayoría de los países comunitarios. La agencia encontró durante su investigación restos de la campylobacteria en los intestinos del 71% de los pollos examinados en la Unión Europea (UE) y en el 76% en el caso de los animales ya sacrificados. La cifra se elevó en España al 88% en los intestinos de los pollos y al 92% en el caso de los sacrificados. España, tercer país que más pollos sacrifica, por detrás de Francia y del Reino Unido, es también uno de los que registra más animales contaminados.
Estos datos muestran que la contaminación aumenta durante el sacrificio, según la EFSA, que en un informe reciente señaló que la carne de pollo era una fuente de contagio, aunque no la principal, de la infección por campylobacteria en humanos.
Por lo que se respecta a la salmonella, la infección de los pollos de la UE es menor, pues alcanza el 15,6%, en tanto que en España llega al 14,4%. En este caso, España se mantiene dentro de la media y se aleja de países como Hungría, donde los restos de salmonella llegan a superar el 90%.