A pesar de que África Austral ha mejorado las cosechas y dispone de mayor cantidad de alimentos, la situación aún es débil y muchas comunidades rurales necesitan ayudas agrícolas al menos durante los próximos 12 años, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Por este motivo, la FAO ha solicitado 43 millones de dólares para proteger y potenciar los medios de subsistencia de más de 5 millones de personas. Todo ello a pesar del aumento de producción de alimentos en algunos zonas gracias a la distribución de insumos agrícolas como semillas y fertilizantes, asegura Anne M. Bauer, jefe de la Dirección de Operaciones de Emergencia y Rehabilitación de la FAO.
Según datos de la FAO, las cosechas durante el año 2003 han sido más abundantes que las del año anterior en varios países, aunque la producción agraria permanece por debajo del porcentaje de los últimos cinco años. La zona más afectada es Zimbabwe y algunas zonas del sur de Mozambique. Uno de los principales problemas es la sequía, el deterioro de las condiciones económicas, el aumento de la pobreza crónica y la interrupción de las actividades agrícolas comerciales en Zimbabwe.
También han sido factores determinantes la inestabilidad climática, el deterioro del suelo, el control poco eficaz de los recursos hídricos, las técnicas de explotación inadecuadas, la reducción de los servicios de asesoramiento técnico, la carencia de infraestructura, las barreras al comercio y la mortalidad relacionada con el SIDA, que siguen afectando la producción de alimentos y los ingresos procedentes de la agricultura.
En este sentido, debe sumarse también el aumento de las muertes de cabezas de ganado, que supera los límites normales en países como Mozambique y Zambia, donde las enfermedades y la situación socioeconómica ha tenido más repercusión. Con el fin de suavizar estos problemas, la FAO desarrolla, con expertos veterinarios de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC), evaluaciones de la situación y medidas de intervención contra las enfermedades trasnfronterizas del ganado como la fiebre aftosa y la pleuro-neumonía bovina contagiosa.
La FAO prestará ayuda además para aumentar la producción agrícola y los ingresos, la diversificación de las actividades de producción y las variedades de cultivos, así como fomentar prácticas que ahorren mano de obra para mejorar la nutrición y la resistencia a la sequía. Algunas de estas acciones son fomentar los cultivos y legumbres resistentes a la sequía, avicultura en pequeña escala, técnicas de gestión del suelo y huertos escolares. Los proyectos incluyen además ayuda a la agricultura de conservación y la multiplicación de semillas en Zambia, diversificación de cultivos mediante la producción de mandioca en Malawi, entre otros.