El Parlamento Europeo ha apoyado el levantamiento progresivo, sujeto a estrictas condiciones y garantías, de la prohibición de alimentar con harinas animales a las especies no rumiantes, como los cerdos y los pollos, acordada por la crisis del «mal de las vacas locas». El pleno de la Eurocámara, reunido en Estrasburgo (Francia), aprobó una resolución que señala que la prohibición de alimentar a los no rumiantes con proteínas animales «podría levantarse de manera gradual si se ponen en marcha salvaguardas adicionales».
No obstante, el Parlamento Europeo alertó de que la importante reducción de los casos de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET), grupo al que pertenece la enfermedad de las «vaca locas», no debe rebajar la vigilancia en la Unión Europea (UE). El texto subraya que cualquier cambio que se introduzca en las normas que regulan la prevención de esas patologías «debe mantener los altos niveles de seguridad animal y de salud pública» que se aplican en la actualidad.
La Comisión Europea (CE) presentó hace un año una propuesta para revisar las medidas de prevención de las EET, que pretende rebajar algunas restricciones porque el número de animales afectados ha caído. En particular, el Ejecutivo comunitario propuso permitir el uso de harinas animales para alimentar pollos, cerdos y peces. En el caso de las proteínas animales, Bruselas planteó admitir cierta «tolerancia» para que pueda emplearse una cantidad pequeña en las harinas usadas como sustento de animales que no sean rumiantes.
La Eurocámara apoyó que esos cambios incluyan normas para la eliminación de materiales de especial riesgo procedentes de piensos animales y la idea de elevar el límite de edad para las pruebas relacionadas con el «mal de las vacas locas». Las salvaguardas a las que la Eurocámara pide que se condicione la eliminación de las restricciones al uso de harinas animales incluyen que las proteínas procedan de especies no vinculadas con esas encefalopatías y que puedan servir para alimentar solo a animales no herbívoros. También pide que se mantengan las prohibiciones del «canibalismo», es decir, que el ganado coma restos reciclados de su misma especie.