La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) han presentado una estrategia detallada para el control de la fiebre aftosa en todo el mundo, aunque han remarcado que este plan solo será posible si existe un compromiso sólido de los socios mundiales.
El objetivo de la iniciativa es reducir el impacto de la enfermedad, con la disminución del número de brotes en los países infectados hasta alcanzar la eliminación del virus. También se quiere mantener libre de este mal a aquellas naciones que ya han logrado su eliminación. «La estrategia persigue permitir el control de la fiebre aftosa en todo el mundo a través del fortalecimiento de los servicios veterinarios encargados del control de las enfermedades animales», explicó Bernard Vallat, director general de la OIE.
Vallat también señaló que los beneficios de la estrategia irán mucho más allá del control de la fiebre aftosa. «Representa una oportunidad para iniciar medidas a largo plazo que mejorarán la capacidad de los servicios veterinarios para luchar contra otras enfermedades ganaderas de elevado impacto», aseguró.
«La exitosa erradicación de la peste bovina, un esfuerzo conjunto de científicos, gobiernos, donantes, veterinarios y agricultores, demuestra claramente que la amenaza de las principales enfermedades se puede reducir e incluso eliminar», aseguró Juan Lubroth, Jefe del Servicio Veterinario de la FAO. «Podríamos aplicar -añadió- las enseñanzas aprendidas y los enfoques adecuados a la fiebre aftosa: mejor vigilancia, coordinación y control para reducir los brotes de la enfermedad y finalmente eliminar el virus, y para garantizar la seguridad alimentaria, la sanidad animal y la salud humana».
La estrategia combina dos herramientas desarrolladas por la FAO y la OIE. La herramienta de la OIE, llamada Evaluación de las Prestaciones de los Servicios Veterinarios (PVS), evalúa los servicios veterinarios nacionales con el objetivo del cumplimiento de las normas de calidad de la OIE. Unos servicios veterinarios fiables garantizan la calidad y seguridad de la producción ganadera. A su vez, unos sistemas veterinarios sólidos protegen la seguridad de las fuentes alimentarias, el comercio y la sanidad animal, y como tal, son un bien público mundial.
La FAO desarrolló la senda progresiva de control para la fiebre aftosa, la PCP-FMD, que guía a los países a través de una serie de pasos graduales para gestionar mejor los riesgos de la fiebre aftosa, empezando por la vigilancia activa para determinar qué tipos de cepas del virus de la enfermedad circulan en el país y las zonas colindantes. El proceso lleva continuamente a los países a mejorar los niveles de control de la fiebre aftosa y, por tanto, a una eventual apertura al comercio y los mercados internacionales. Un pilar fundamental de la PCP-FA conlleva coordinar los esfuerzos con los países de la misma región para controlar la enfermedad de forma sistemática a través de las permeables fronteras nacionales, explicó la FAO.
Tanto la FAO como la OIE aseguran que la estrategia contribuye de manera significativa a la reducción de la pobreza mediante el aumento de las oportunidades comerciales y la contribución y protección de los ingresos diarios de los mil millones de agricultores pobres en todo el mundo que dependen de la ganadería.