La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera que la obligación de que los alimentos con transgénicos lo especifiquen en el etiquetado es una “medida muy positiva” que se estaba reclamando desde hace mucho tiempo desde el lobby europeo porque significa informar al consumidor.
Desde ayer los productores de la Unión Europea deben informar en las etiquetas de todos sus alimentos que contengan más de un 0,9% de ingredientes transgénicos, los denominados organismos modificados genéticamente (OMG). la soja A5403, la colza MS1xRF1 y el maíz T25 son algunos cultivos transgénicos que se comercializan en la UE.
En declaraciones a Europa Press TV, la portavoz de OCU, Ileana Izvernaceanu, ha recalcado que «se ha demonizado a los OMG sin ninguna razón». Así, asegura que «es el uso del material transgénico lo que puede hacer bueno o malo al producto» y ha subrayado que «para el consumidor no va a significar nada en realidad, porque el producto no va a ser más barato ni de más calidad»:
Para Izvernaceanu, el hecho de que algunas grandes empresas se hayan negado a vender productos que contengan OMG es negativo «porque parece que el producto es malo». Según la nueva normativa, un producto elaborado a partir de un cultivo transgénico lo indicará en su etiqueta con la frase «Producto modificado genéticamente». Si sólo contiene un ingrediente transgénico aparecerá «Modificado genéticamente».