La Unión Europea ha lanzado una nueva red de alimentos funcionales destinada a la industria alimentaria. Hasta el momento, la red ya ha evaluado unos 50 alimentos, entre ellos productos lácteos, cereales, refrescos, aceites y también bebidas deportivas, verduras, carne y huevos.
Desde la Unión Europea está previsto ofrecer a las industrias del sector alimentario asesoramiento sobre los alimentos funcionales, como sus efectos sobre la salud o el mercado. Los responsables de la red esperan que se ponga en funcionamiento en breve y que tenga un periodo de actuación de tres años.
Las destinatarias no sólo son empresas grandes internacionales, sino también empresas pequeñas, como proveedores regionales o nacionales de ingredientes y productos de alimentos como refrescos, productos de confitería, deportivos, aceites, productos al horno y cereales de desayuno.
La iniciativa responde, según el director de FoodGroup en Dinamarca, al creciente interés comercial que envuelve a estos alimentos, provocado sobre todo por las conclusiones científicas sobre la influencia de estos alimentos en la salud humana y la prevención de enfermedades crónicas.
A pesar de que los productos funcionales se encuentran todavía en fase creciente y representan sólo un pequeño porcentaje del consumo total de alimentos, las estadísticas demuestran que se están generalizando cada vez más. Según datos de Datamonitor, la inclusión de los alimentos funcionales aumenta en un 16% cada año. En Europa, este crecimiento es del 6,8% cada año en productos lácteos.
Estas cifras son válidas para países como Reino Unido, Alemania y Francia, aunque los expertos no descartan que la cifra pueda ser mayor en el conjunto de la UE. La red puesta en marcha por la UE actuará en todos estos países, según informa Foodnavigator.