Cada vez está más aceptado que un animal con mayor bienestar en sus condiciones de estabulación, transporte y alimentación, es más fuerte y, por ende, menos propenso a desarrollar infecciones causadas por microorganismos patógenos y otras enfermedades. De qué forma pueden las granjas modernas mejorar esa relación para incrementar la calidad de su producción es todavía una incipiente línea de investigación aunque ya existen estudios al respecto.
La norepinefrina podría ser un potenciador de la infección por «Salmonella» en cerdos, según uno de los trabajos liderado por Donald C. Lay del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (ARS). El equipo de investigadores, del Laboratorio de Bienestar y Comportamiento Animal, se centra desde 1997 en el estudio de indicadores de estrés y su relación con el bienestar animal.
La norepinefrina, neurotransmisor liberado por los nervios del sistema simpático por el estrés o el ejercicio, influye en la virulencia y recrudescencia de la infección por «Salmonella» en cerdos, según afirma el equipo de la ARS. Los investigadores han hecho crecer este patógeno en un cultivo estándar y, por otro lado, en un cultivo al que le han añadido norepinefrina. Ambos tipos de cultivo fueron administrados a dos grupos de animales, limpios de «Salmonella» y que debían ser sacrificados, de los cuales sólo algunos habían sido inmediatamente transportados (un factor estresante que puede influir en la infección).
Cuando los tejidos de ambos grupos fueron analizados, explican los investigadores, se vio que el tipo de cultivo y el transporte tenían un efecto significativo sobre la concentración de la bacteria en los tejidos del animal. Los animales no transportados y que habían recibido «Salmonella» con norepinefrina mostraban una mayor concentración bacteriana al cabo de 24 horas que aquellos que habían recibido el cultivo estándar y sí habían sido transportados. Los investigadores sugieren que, a la vista de estos resultados preliminares, la norepinefrina podría estar influyendo directamente en la infección, lo que podría dar claves a la hora de prevenir la infección en animales estresados o inmunológicamente débiles.
Bienestar y seguridad
Cada vez está más aceptado que un animal con mayor bienestar es más fuerte y, por ende, menos propenso a infecciones de patógenos como «Salmonella» o «E. coli». Por tanto, es más seguro. De qué forma pueden las granjas modernas mejorar esa relación es todavía incipiente línea de investigación con un número creciente de trabajos que intentan esclarecer si en todos los casos ambos factores van unidos. .
La dieta, y esto no es nuevo, es un elemento importante. Así, en 2002, G. Glunder, de la Escuela de Veterinaria de Hannover (Alemania), describía en un trabajo («Deutsch Tierarztl Wochenschr», 109) como la infección por patógenos estaba muy ligado a la dieta. En concreto, en los pollos jóvenes, decía, una dieta basada exclusivamente en grano tiene un efecto inhibitorio de la infección por «E. coli» (un patógeno, apuntaba el investigador, no habitual en aves granívoras).
En el caso de la enterobacteria «Aeromonas hydrophila», en un grupo de cerca de 3.500 aves salvajes y domésticas se evidenciaba que un 1,9% de las que se alimentaban de vegetales y hierbas presentaban infección; una cifra que subía hasta el 7,1% en el grupo de aves omnívoras y hasta un 12,4% en el caso de las carnívoras e insectívoras. «La presencia de la enterobacteria Aeromonas hydrophila en el tracto digestivo está claramente influenciada por la composición de los nutrientes», señalaban los autores del trabajo.
El Instituto Rosslin, de Edimburgo, mostraba en otro trabajo cómo la dieta podía influenciar en el bienestar de los animales. A la dieta habitual se les añadió pulpa de remolacha, harina de girasol o cáscaras de avena (dosis de 50 g, 100 g o 200g por kg de alimento), y se analizó en cada grupo el nivel de linfocitos, el peso y cambios de comportamiento. Entre las conclusiones de este trabajo, publicado en febrero de 2009 destaca un cambio significativo en el comportamiento de las aves: una disminución en el picoteo agresivo en aquellas a las que se les había añadido una dosis de 50 g de pulpa de remolacha por kilo o 200 g por kilo de cáscara de avena. Los efectos más notables estaban relacionados con la dieta con pulpa de remolacha. Dicen los investigadores que ésta provee un mayor contenido en agua en el tracto gastrointestinal y, sugieren, esto mejora el nivel de saciedad y bienestar.
Que el picoteo de las aves tiene relación con la pigmentación del plumaje es la nueva propuesta de un equipo de investigadores de la “Swedish University of Agricultural Sciences”. El picoteo se asocia con canibalismo y problemas graves de bienestar y es, dicen los investigadores, un ejemplo de comportamiento agresivo en el cual se reduce el bienestar de la víctima y sin embargo no hay un inmediato beneficio para el agresor. Si todo comportamiento animal tiene un sentido desde el punto de vista evolutivo, ¿cómo se explica la evolución de éste?
Lo que los investigadores afirman es que la pigmentación del plumaje predispone a ser víctima: las aves que sufren más ataques son las que en su plumaje expresan un alelo recesivo en el gen PMEL17, el cual controla la melanización de las plumas. Cuando las aves tienen el plumaje blanco sufren menos agresiones por parte de las compañeras; cuando su plumaje está pigmentado (por la expresión de ese alelo), sufren más ataques.
El equipo, que explicó los resultados de su trabajo en la edición de la revista “Nature” en octubre de 2009, tiene implicaciones para el bienestar de las aves domésticas. Quizás pueda haber otros factores que influyan en el comportamiento agresivo, aunque también es cierto que podría ayudar en el bienestar de las aves domésticas (si a partir de este factor se diera una vía para disminuir las agresiones) y ofrece, dicen los investigadores, una nueva visión de los cambios genéticos asociados a la evolución de las aves en las etapas tempranas de la domesticación.
El Parlamento Europeo ha emitido una evaluación sobre el Plan de Acción comunitario sobre Protección y Bienestar de los animales 2006-2010 y valora de manera favorable la progresión de la Unión Europea dentro de este campo. Además, este organismo comunitario ha admitido la necesidad de controlar y garantizar la correcta aplicación de las normas vigentes sobre transporte de animales en los Estados miembros.
También manifiesta que sería útil crear incentivos para la cría, la comercialización y el sacrificio de animales a escala regional, con el fin de evitar los transportes de larga distancia de los animales destinados a la reproducción y al matadero. Por último, solicita a la Comisión que garantice que la prohibición de los sistemas de jaulas con nidos para las gallinas ponedoras, en vigor en 2012, se cumple plenamente y puntualiza que deberá estar prohibida la comercialización de huevos que no cumplan la legislación comunitaria.
De cara al Plan de Acción 2011-2015 destaca la importancia de establecer legislativamente un nivel básico común de Bienestar Animal en la UE como condición previa para una competencia libre y equitativa en el mercado interior tanto para los productos nacionales como para las importaciones de países terceros. Asimismo, pide que los agricultores europeos reciban una compensación por los incrementos en los costes de producción asociados a las normas más estrictas en este campo.
