El consumo de productos edulcorantes ha experimentado una gran progresión en los últimos años. Su incorporación generalizada en todo tipo de dietas, sin embargo, comporta riesgos nutricionales debido a un exceso de uso. Lo dulce, aunque agradable, debe tomarse en su justa medida.
El objetivo principal del producto
La mayor parte de edulcorantes naturales son hidratos de carbono, especialmente azúcares, que proporcionan 4 Kcal/g. En una bebida refrescante su presencia puede alcanzar un 15% (45 g por lata) del total, mientras que un simple café con leche puede tener entre 10 y 20 gramos. Tomarse una lata de refresco, ese café con leche y un solo caramelo, en cuya composición se da una elevada proporción de azúcares, puede suponer 320 Kcal, ni más ni menos que entre el 10% y el 20% de las necesidades energéticas totales. Un consumo incontrolado de este tipo de productos puede llegar a inducir la aparición de cuadros patológicos. Entre ellos, de obesidad.
El aporte nutritivo de los azúcares es muy bajo. En general, sólo proporcionan energía, ya que al tratarse de productos muy purificados, cristalizados, no poseen ni vitaminas ni minerales. Debido a esta característica, reciben el nombre de
De los azúcares existentes en la naturaleza, sólo unos pocos se emplean como edulcorantes a escala industrial. El más importante es la sacarosa (azúcar de caña o de remolacha), pero también se emplean la glucosa, la fructosa, el azúcar invertido (mezcla en igual proporción de glucosa y fructosa), la lactosa (azúcar de la leche) y la maltosa (azúcar formado por dos molécula de glucosa unidas). Todos estos azúcares proporcionan la misma cantidad de energía (4 Kcal/g). Por ello, para productos dietéticos se emplean otros edulcorantes, también naturales, pero que forman parte del grupo de los azúcares-alcohol (por ejemplo sorbitol o xilitol), con una menor capacidad energética.
Implicaciones sanitarias
La ingesta de edulcorantes debe ser tenida en cuenta para prevenir posibles problemas de tipo sanitario. Uno de ellos es la diabetes mellitus, enfermedad cuyo tratamiento requiere de un control estricto de la dieta. Para las personas que padecen esta enfermedad, la ingesta de glucosa, sacarosa o maltosa es especialmente peligrosa, puesto que inducen un incremento de los niveles de glucosa en sangre, con los consiguientes problemas para la evolución de la patología.
Otra de las implicaciones sanitarias de los edulcorantes, y que puede afectar a un gran número de personas, es la
Finalmente, se ha observado que cuando se administra una cierta cantidad de azúcares, especialmente glucosa, se induce la liberación de
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