Las alertas alimentarias relacionadas con productos de origen vegetal han aumentado un 21 %. Así lo recoge la memoria anual del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) más reciente —correspondiente a 2020—, que muestra cómo han ido a más las notificaciones de estos alimentos con respecto al año anterior. Con ayuda de Elika, la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria, explicamos cuáles son los productos con más notificaciones, qué tipo de alertas se han producido y qué podemos hacer en casa para reducir los riesgos.
La red de alerta nacional del Ministerio de Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha publicado recientemente su memoria anual*, donde se recogen los principales datos sobre la seguridad de los alimentos que consumimos. En 2020 se han gestionado a través del SCIRI un total 634 expedientes, de los cuales 357 correspondieron a alertas alimentarias. Las notificaciones relacionadas con productos de origen vegetal aumentaron un 21 % y representan el 37 % del total.
Los productos con más notificaciones
Los alimentos vegetales con más notificaciones fueron los frutos secos, por delante de cereales, harinas y derivados; hortalizas, verduras y leguminosas; y frutas y derivados. Entre todos estos productos, destaca el aumento de las notificaciones de frutos secos y de cereales, harinas y derivados debido a la presencia de óxido de etileno.
El óxido de etileno ha tenido gran impacto en este incremento de notificaciones. No obstante, «todas las autoridades de seguridad alimentaria vienen anunciando los últimos años de los riesgos de los productos de origen vegetal, tanto microbiológicos como químicos», apuntan desde Elika.
Los tipos de alertas más destacados
Imagen: RitaE
Los tipos de alertas más frecuentes son por riesgos químicos, biológicos y físicos:
🔸 Peligros químicos
Casi el 75 % de las notificaciones en los alimentos de origen vegetal fueron por peligros químicos. Entre ellos, destacan los riesgos por el uso de fitosanitarios (como fertilizantes o plaguicidas), que se multiplicaron por ocho con respecto al año anterior. La mayoría de las notificaciones se debieron a la presencia de óxido de etileno.
🔸 Peligros biológicos
Alrededor del 11 % de las notificaciones en los productos de origen vegetal fueron por peligros microbiológicos. Esto se debe, sobre todo, a que estos alimentos que se ingieren muchas veces sin tratamiento térmico. De ahí la importancia de seguir unas adecuadas medidas de higiene en casa, tanto con las frutas como con las verduras.
🔸 Peligros físicos
En 2020 se han realizado 28 notificaciones debido a peligros físicos. Entre ellas, destaca la presencia de cuerpos extraños en productos de origen vegetal, tal y como ha ocurrido en años anteriores.
Vegetales: cómo evitar riesgos alimentarios en casa
El hecho de que haya habido un aumento de alertas alimentarias en productos vegetales no significa que debamos dejar de consumirlos. Por el contrario, las frutas y verduras son claves para llevar una dieta saludable. Como señalan desde Elika, lo que sí hay que hacer es incidir en las medidas higiénicas en el hogar para hacer frente a estos riesgos.
«Debido a que los pesticidas se acumulan principalmente en el exterior de las frutas y verduras, se aconseja seguir una serie de recomendaciones en el hogar que podría eliminar entre un 30-70 % de los residuos de pesticidas. Aparte de la buena limpieza de las frutas y verduras, el cocinado de los alimentos elimina en gran parte los pesticidas», indican. Y para ello, ofrecen los siguientes consejos prácticos:
🥦 Verduras
- Desecha las hojas externas de las verduras.
- Lava las verduras antes de cocinarlas.
- Consejo importante en el caso de niños, embarazadas o lactantes: desecha el caldo de cocción de las verduras, porque puede llevar disueltos restos de pesticidas.
- Lava las verduras frotándolas o cepillándolas con agua corriente, caliente y jabonosa durante al menos un minuto, antes de comerlas crudas.
🍉 Frutas
- Lava las frutas antes de cocinarlas.
- Lava las frutas frotándolas o cepillándolas con agua corriente, caliente y jabonosa durante al menos un minuto, antes de comerlas crudas.
- Pela la fruta ocasionalmente. Esto puede reducir el aporte de fibra y nutrientes, pero reduce los residuos de pesticidas.
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(*) Puedes consultar aquí la Memoria anual 2020 del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI)
