Los gobierno irlandés e inglés han ordenado la retirada de todos los productos porcinos provenientes de la República de Irlanda y de Irlanda del Norte manufacturados y distribuidos desde el 1 de septiembre. La causa de esta decisión está en los restos de toxinas nocivas para la salud hallados en cerdos de distintas granjas que al parecer estuvieron alimentados con la misma partida de pienso contaminado.
El jefe del Departamento irlandés de Veterinaria, Paddy Rogan, manifestó ayer durante una rueda de prensa convocada que la carne contaminada podría haberse vendido «en 20 o 25 países, desde luego menos de 30».
De momento, Francia y Holanda ya han notificado oficialmente a Irlanda que han detectado cargamentos de carne con la dioxina causante de la contaminación en sus fronteras. Bélgica es otro de los destinos confirmados de los productos que pudieran estar contaminados.
Sin embargo, en España no se han detectado casos. Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), se declara que no se tiene constancia de la entrada de productos porcinos irlandeses a nuestro país, aunque permanecen en permanente contacto con la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Un portavoz afirmó que la presencia de carne contaminada en España seria «poco probable», ya que nuestro país «exporta y no importa carne de cerdo».
En este sentido, la comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, ha confirmado que España no está entre los países que podrían haber recibido carne de cerdo de Irlanda contaminada con dioxinas.
En rueda de prensa, la comisaria europea ha informado de que 21 países, entre ellos 12 de la UE, han importado carne de cerdo de Irlanda «posiblemente contaminada». Estos países son: Italia, Alemania, Holanda, Polonia, Suecia, Bélgica, Dinamarca, Estonia, Francia, Portugal, Chipre, Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Rusia, Singapur, Suiza, Hong Kong, China, Canadá y Corea.
Riesgo mínimo para el consumidor
Las autoridades irlandesas han declarado que no es necesario que nadie acuda al médico, ya que el tipo de dioxinas detectadas pueden ser perjudiciales para la salud solo si se ha estado expuesto a ellas durante un periodo prolongado de tiempo. La Agencia de Estándares para los Alimentos del Reino Unido ha manifestado que la contaminación no supone ningún «riesgo significativo» para los consumidores, puesto que «efectos adversos para la salud por haber comido de productos afectados sólo serían probables en gente expuesta a altos niveles de este contaminante durante un largo período».
De todas formas, y como medida de precaución, en Inglaterra e Irlanda se ha procedido a la retirada de los productos cárnicos afectados, aquellos manufacturados y distribuidos desde el 1 de septiembre.
Este tipo de productos incluye variedades de jamón, salchichas, beicon, pasteles de carne e incluso pizzas con jamón.
Origen de la contaminación
Expertos detectaron restos de una dioxina, del tipo policlorinato de bifenilo, en algunos cerdos que estaban en el matadero. Las primeras investigaciones apuntan a que los animales se contaminaron por el consumo de un tipo de pienso contaminado suministrado a 47 granjas de la República de Irlanda y 9 del Ulster.
La pista de la marca de pienso ha permitido rastrear las granjas afectadas para su inmediato control. Los test realizados en el pienso y en muestras de grasa de los cerdos determinaron niveles de dioxinas entre 80 y 200 veces por encima del nivel considerado seguro para el consumo.
Los expertos creen que el pienso podría haber estado expuesto a aceite diésel, verdadero origen de la infección. Al parecer este tipo de aceite lo habría utilizado una empresa irlandesa que emplea pan y pasta reciclados para hacer piensos para cerdos. Por el momento no se ha hecho público el proceso que habría provocado la contaminación del pienso.