El Viernes Negro, más conocido como Black Friday, es el pistoletazo de salida de la temporada de compras navideñas y una cita ineludible para todos aquellos a los que les gusta encontrar las mejores gangas. El próximo 23 de noviembre los establecimientos comerciales se llenarán de descuentos y las tiendas online harán lo propio en sus escaparates virtuales. Pero no es oro todo lo que reluce. Debemos evitar que los descuentos nos cieguen, sobre todo en las compras por Internet, y estar alerta para así evitar ser víctimas de una estafa. Estas son las pautas que hay que tener en cuenta para comprar con seguridad durante este Black Friday.
El Viernes Negro tiene lugar en la jornada siguiente al Día de Acción de Gracias estadounidense y siempre cae en viernes. Teniendo en cuenta que esta celebración es una tradición ajena a España cuya fecha no tenemos por qué conocer, bastará con que recordemos que el Black Friday se desarrolla tras el cuarto jueves del mes de noviembre.
Si tenemos la intención de aprovechar el Black Friday para adelantar las compras navideñas, darnos un capricho o tan solo por comprar algo que necesitamos, pero rebajado, deberíamos tener en cuenta estos consejos con el fin de evitar caer en algún timo.
1. Comprobar que el descuento es real
Cada año, las redes sociales se llenan de denuncias que advierten de que los descuentos no son lo que parecen, sino simplemente una vuelta al precio habitual tras haber subido durante los días anteriores.
Para evitar caer en este tipo de engaños, los días previos al Black Friday podemos crear nuestra lista de deseos y comprobar qué importe tiene cada producto que nos interesa, para que, luego en el Viernes Negro, podamos verificar que el descuento que publicitan es real. Si la compra se hará por Internet, podemos utilizar páginas webs que se dedican a seguir el coste de un producto en una tienda, lo que nos permitirá constatar si ha habido un aumento repentino previo a la rebaja.
2. Desconfiar de los superprecios
Si hemos dado con un chollo, pero no conocemos la página web que lo oferta, debemos ser prudentes. Y es que si acaba resultando una estafa, en el mejor de los casos, la ganga podría no llegarnos nunca, pero, en el peor, podrían clonar la tarjeta con la que hayamos pagado la compra.
Para combatir este tipo de ataques, debemos preguntarnos si la oferta es razonable: un producto que habitualmente cueste 1.000 euros no lo encontraremos en el Black Friday por 50 y si ocurre, lo más probable es que sea un timo, un caso de phishing cuyo único objetivo es robar nuestros datos bancarios.
3. Evitar las ofertas por correo electrónico de remitentes desconocidos
Si con motivo del Black Friday recibimos un correo electrónico con una oferta insuperable de un remitente que no conocemos, ¡cuidado! Podría ser otro caso de phishing. El robo de datos bancarios está a la orden del día en Internet. Los malhechores se bastan de la credulidad de los consumidores para llevarles a una web maliciosa, a través de un enlace enviado por e-mail.
Por lo general, la página web parece real, pero si investigamos, veremos que es muy simple, que muchas pestañas no llevan a ninguna parte y que lo único que en realidad funciona es el formulario de pago. Además, muchas veces la web o el correo tienen errores ortográficos o gramaticales. ¡Atentos! El único objetivo es que el consumidor introduzca sus datos personales con el fin de robarlos.
4. Comprar solo en páginas webs seguras
Si queremos realizar la compra en una página web que desconocemos, deberíamos cerciorarnos de que es una web segura. Ya no solo por si se trata, una vez más, de un ataque de phishing, sino por si un tercero accede a nuestra información y obtiene nuestros datos bancarios.
Para ello, podemos revisar que la URL de la página web comienza por https y que va acompañada del dibujo de un pequeño candado. Con esta averiguación nos aseguraremos de que los datos que introduzcamos en la web viajarán de forma encriptada y que no podrán ser interceptados por terceros.
Imagen: JuralMin
5. Investigar de dónde viene el producto
Internet ha eliminado las fronteras. Y ahora, encontrar chollos en tiendas extranjeras, por ejemplo chinas, es más fácil que nunca. Pero adquirir fuera de España tiene sus inconvenientes.
Para empezar, la garantía. Si compramos un telefóno móvil en nuestro país, la garantía será de dos años, pero si lo hacemos fuera, las condiciones podrían variar. Quizá al principio no lo notemos, pero si pasados unos meses necesitamos recurrir a este servicio, podemos llevarnos un susto. Así que, aunque la web esté en español, hay que revisar siempre de dónde viene el producto.
Tampoco podemos pasar por alto las aduanas, que pueden suponer no solo un retraso sobre los plazos de entrega previstos, sino un sobrecoste (aranceles e IVA) cuando el producto procede de fuera de la Unión Europea.
Si queremos comprar de forma segura por Internet, sea durante el Black Friday o en cualquier otra época del año, las tarjetas prepago son nuestras mejores aliadas.
Este tipo de “plásticos” funcionan como un monedero: solo atesoran el dinero que su titular haya cargado previamente. Además, no están vinculadas a ninguna cuenta corriente, por lo que si alguien la clona, solo podrá gastar el dinero que haya en ese momento en la tarjeta y no podrá acceder al que tengamos en la cuenta o a una línea de crédito, algo que sí pueden hacer si clonan una tarjeta de débito o una de crédito.
Lo idóneo, para incrementar la seguridad, es que la tarjeta prepago siempre esté descargada y que la carguemos con el saldo justo para la compra que se desee hacer en ese momento.