Un estudio realizado por Raquel Castillo López, investigadora del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla-La Mancha, analiza los patógenos de azafrán, hongos contra los que se ha lucha durante siglos ya que son los causantes de la pudrición de la planta.
La tesis, realizada en el Laboratorio de Biotecnología del IDR aborda los mecanismos de protección de la planta de azafrán frente a sus hongos patógenos, lo que se consigue gracias a la producción en el cormo (cebolla) de una proteína (quitinasa) capaz de degradar la pared celular de los hongos.
El trabajo realiza un análisis bioquímico y molecular de esta proteína y del gen que la codifica, así como la caracterización de los hongos patógenos del azafrán de La Mancha, que también se ha comprobado que son distintos a los que afectan a otras zonas de cultivo como Italia, Grecia, Cachemira (India) o Argentina.
Los expertos confían en que el trabajo, titulado Aislamiento y caracterización de una nueva clase de quitinasa en Crocus sativus L, abra múltiples posibilidades de mejora en el cultivo gracias al uso de métodos biotecnológicos modernos.