El patógeno de la grasa que provoca manchas de aspecto grasiento acompañadas de anillos amarillentos en las hojas y vainas de las plantas de judías (“grasa de la judía”) no puede ser detectado en España utilizando las técnicas rutinarias para la certificación de semilla, según una tesis realizada por la ingeniera agrónoma Arantza Rico, de la Universidad Pública de Navarra (UPN).
El objetivo de la tesis, titulada Genotypic and phenotypic characterisation of the phytopathogenic bacteria Erwinia amylovora and Pseudonomas syrangae, ha sido caracterizar genéticamente la bacteria Psudomonas syringe pv. Pahseolicola con el fin de avanzar en el control de esta enfermedad. Para ello, se han analizado 152 aislados de judías enfermas, obtenidos a partir de prospecciones realizadas en campos comerciales de cultivo de judía desde 1993 hasta 2001. En contra de las previsiones, la caracterización fenotípica y molecular de las cepas de P.syringae pv. phaseolicola mostró que «la mayoría de ellas no producían una toxina antimetabolito denominada faseolotoxina, descrita como específica de este patovar y, además de no producirla, se comprobó que carecían de los genes responsables de la producción de dicha toxina».
Este hallazgo es importante ya que uno de los métodos de control de la enfermedad más efectivos se basa en la detección de la presencia de los genes de la biosíntesis de la faseolotoxina en la semilla. «Si no se puede detectar la toxina, ni los genes, es imposible que con este método se detecte la bacteria responsable de la ‘grasa de la judía'», concluye la experta. En la tesis, se han analizado además otros métodos sexológicos, que se utilizan de forma rutinaria en la detección de esta bacteria y se ha comprobado que «los aislados no toxigénicos tampoco eran detectados mediante esta metodología».
Según los expertos, es la primera vez que se describe la existencia de una población no toxigénica de P. syringae pv. Phaseolicola, «hasta el punto de que se trata del principal causante de la grasa de la judía en España». En este sentido, una caracterización molecular más exhaustiva de las cepas no toxigénicas ha permitido al grupo de investigación del que Arantza Rico forma parte, «proponer la subdivisión del patovar phaseolicola en dos grupos que se diferencian en la posesión de los genes responsables de la biosíntesis de la faseolotoxina».
Fuego bacteriano
Otro de los objetivos de esta tesis ha sido caracterizar genéticamente las poblaciones españolas de la bacteria Erwinia amylovora, causante de la enfermedad conocida como «Fuego bacteriano», que afecta a especies de la familia de las rosáceas, entre las que destacan frutales como manzano o peral y arbustos ornamentales. Los síntomas de esta enfermedad son muy característicos: «la planta aparece con las hojas necrosadas, adquiriendo un aspecto como quemado».
Debido a la alta homogeneidad genética de E. amylovora, «se dispone de poca información sobre las vías epidemiológicas de dispersión de la enfermedad», ha indicado Arantza Rico. Así, con el objetivo de conocer las vías de introducción de este patógeno, en la tesis se utilizaron diversas técnicas de caracterización genética basadas fundamentalmente en la PCR (Polymerase Chain Reaction) y «se puso a punto la técnica de tipificación denominada AFLP (Amplified Fragment Length Polymorphism) para estudiar la diversidad genética de E. Amylovora». La conclusión a la que ha llegado la autora es que esta última técnica es la herramienta «más sensible descrita hasta ahora para discriminar entre aislados del patógeno». Asimismo, ha indicado que «la diversidad observada» apoya la hipótesis de «múltiples introducciones del patógeno en España y en otros países europeos».