En el proceso migratorio son frecuentes las dudas. Para resolverlas, a menudo, se recurre a personas que emigraron con anterioridad y a organizaciones especializadas. Una iniciativa de la Unión Europea e Intermón Oxfam recurre a las mismas fuentes para asesorar a quienes salen de su país en busca de un futuro mejor. El proyecto se dirige en especial a las mujeres porque son más vulnerables a situaciones de explotación. “Abriendo mundos” recopila consejos, direcciones y testimonios de otras inmigrantes para garantizar que el viaje culmine con éxito.
Imagen: Crissie Hardy
La Unión Europea y Oxfam Gran Bretaña han puesto en marcha un proyecto destinado a las mujeres de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú que hayan emigrado o piensen hacerlo. La propuesta toma forma en «Abriendo Mundos: Mujeres migrantes. Mujeres con derechos», una plataforma virtual que aglutina información suficiente para resolver las dudas que surjan durante el proceso migratorio o una vez que estén en la UE y, en especial, en España. De momento, el programa se ha implantado en Madrid, Barcelona y Valencia.
Se recopilan consejos y se facilita el contacto de embajadas, consulados y organizaciones que trabajan con inmigrantes
Se informa sobre derechos laborales, empadronamiento y servicios de apoyo en los países de origen y en las citadas ciudades, pero también se da la posibilidad de contactar con los impulsores del proyecto, en caso de no encontrar los datos que se requieran. El objetivo es responder con una solución personalizada o, al menos, facilitar el contacto de la entidad más indicada para ello.
En España, el proyecto está capitaneado por Intermón Oxfam, mientras que en Ecuador queda en manos de Fundación Esperanza, en Colombia lo dirige Corporación Humana, en Bolivia recae en la Coordinadora de la Mujer y Colectivo Cabildeo, y en Perú se encarga la asociación Flora Tristán.
Para que las mujeres que ya han pasado por esta experiencia asesoren a quienes piensan hacerlo, se ha habilitado un apartado especial («Cuéntanos tú») que recoge testimonios en primera persona. Incluso se facilita el contacto de embajadas, consulados y organizaciones que trabajan con personas migrantes y se recopilan consejos para que el proceso migratorio concluya «en las mejores condiciones».
Información básica
En el marco de esta iniciativa se han editado diversos folletos con información útil sobre los requisitos para salir del país de origen y llegar al país de acogida. Se recuerda que las personas procedentes de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú necesitan una visa para viajar a la UE y que se obtiene en el consulado o embajada de España en el país de origen.
Hay varios tipos de visa, en función del motivo de viaje: turística, residencia temporal, reagrupación familiar, residencia y trabajo, estudios u otros para hijos o nietos de españoles. Este documento es el primer paso para solicitar la entrada en un país, aunque en ningún caso garantiza el permiso. En la solicitud, hay que entregar el documento que justifique el motivo del viaje, una acreditación de que se dispone de los medios económicos suficientes y un certificado médico en el caso de que se padezca alguna enfermedad. Es imprescindible también carecer de una orden de expulsión en el Espacio Schenguen (todos los países de la UE menos Gran Bretaña e Irlanda). Aprobada la entrada, las personas interesadas deben obtener el pasaporte con vigencia de cinco años.
Es aconsejable meditar la decisión de emigrar, debido a la situación económica mundial, y no dejar que terceras personas realicen los trámites. Pero sobre todo, se recuerda, no hay que firmar contratos «que no son seguros» y no se debe «confiar en extraños». «Abriendo mundos» aporta un listado de organizaciones en los lugares de origen y de destino para facilitar la partida e integración.
Algunas de estas entidades desarrollan proyectos en los países de procedencia para ayudar a otras mujeres que no han tenido la posibilidad de emigrar. En España, asesoran sobre cuestiones jurídicas y, a través de ellas, es posible localizar a otros inmigrantes que ya residen en el país.
La propuesta ha partido de Francia. La ha lanzado la asociación La jornada sin nosotros, compuesta por “mujeres y hombres de todas las religiones, de todos los partidos políticos, de todos los colores de piel, inmigrados, descendientes de inmigrados, ciudadanos conscientes del aporte esencial de la inmigración para nuestro país”. Animan a que el 1 de marzo sea el Día sin inmigrantes para que, de esta forma, se les valore.
Una asociación francesa propone que el 1 de marzo ningún inmigrante acuda a su puesto de trabajo para “marcar la necesidad” de su presencia”
Han elegido esta fecha porque ese mismo día, pero en 2005, entró en vigor el Código de entrada y estadía de los extranjeros y del derecho de asilo, o “código de los extranjeros”. Lamentan que se estigmatice a las personas migrantes y a sus descendientes, que lo son “cuando los demás así lo consideran”. Aseguran que el término “inmigrante” ha adquirido tintes negativos y rechazan cualquier atisbo de estereotipo porque “amenazan la cohesión social”.
La ausencia de las personas inmigrantes en sus puestos de trabajo permitirá comprobar la importancia que tiene esta parte de la población para la economía de un país. Se pretende que durante 24 horas no haya inmigrantes en empresas, asociaciones, cargos públicos, centros de estudio, hospitales, comercios o servicios de taxis. “Con nuestra ausencia queremos marcar la necesidad de nuestra presencia”, afirman. Hasta el momento, otros dos países han apoyado esta iniciativa, Italia y Grecia.