En todo el mundo, millones de personas dedican su tiempo, conocimiento y esfuerzo a apoyar a otras personas o entidades sociales que requieren su ayuda de manera altruista. Los voluntarios lo son porque apoyan a los demás sin recibir un salario a cambio, aunque aseguran que ganan mucho más que eso. Hoy es el Día Internacional de los Voluntarios y EROSKI CONSUMER quiere rendirles un homenaje y reconocer la labor que realizan en nuestro país estos más de cinco millones de mujeres y hombres.
El Día Internacional de los Voluntarios se celebra este año con el lema «Cambia el mundo. ¡Hazte voluntari@!». De este modo, Naciones Unidas quiere reconocer la labor que realizan millones de personas en todo el mundo para contribuir «al cambio a nivel local, nacional y global». Este año se reconoce el espacio de participación creado por los voluntarios y se aprovecha para «hacer visibles sus contribuciones a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)«.
Radiografía de las personas voluntarias
Una semana de reconocimiento al voluntariado. Así celebra la Plataforma del Voluntariado de España (PVE) una jornada que extiende a siete días para homenajear a todas las personas que prestan su ayuda de manera desinteresada a diferentes causas. En total, son más de cinco millones de mujeres y hombres, adultos y jóvenes, incluso a veces niños, que dedican su tiempo a desarrollar acciones de lo más variadas, en general, de acuerdo a sus intereses, formación o disponibilidad.
El informe «Así somos. El perfil del voluntariado social en España», destaca el perfil de las personas voluntarias en nuestro país. Los datos son de 2013 y, de acuerdo a las respuestas de 658 personas de la Red de la PVE, así son las personas voluntarias:
- El 59,1% son mujeres y el 40,9%, hombres.
- La mayoría de los voluntarios tienen entre 35 y 64 años. Los menores de 25 años representan el 14,4% y los mayores de 65 años, el 18%.
- El 94% ha nacido en España y el 97% tiene nacionalidad española (algunos la han obtenido una vez en nuestro país). Las personas extranjeras son de origen latinoamericano, europeo o africano.
- El 5% de las personas voluntarias son inmigrantes, en su mayoría, de 25 a 44 años y que trabajan por cuenta propia o están desempleados.
La edad y el sexo son los dos datos más llamativos: las mujeres realizan más voluntariado y no siempre las más jóvenes. Si bien los porcentajes no se llevan mucho margen, lo cierto es que las personas de 25 a 34 años son quienes muestran un mayor compromiso, a escasa distancia de las personas de 35 a 44 años. En la siguiente franja de edad, de 45 a 54 años, se registra un descenso en el número de voluntarios, que repunta de nuevo a partir de los 55 años y se mantiene hasta las personas de 65 años y más. La jubilación y los años anteriores, gracias a la experiencia adquirida o a una mayor disponibilidad de tiempo, llevan a las personas mayores a ser voluntarias y dedicar parte de su jornada a otras personas o a acciones que requieren de apoyo.
Distintos tipos de voluntarios y de voluntariado
A menudo se relaciona el voluntariado con las personas que se desplazan miles de kilómetros, a otro país, para tener una experiencia de voluntariado durante unas semanas o meses. Sin embargo, lo más habitual es desarrollar estas acciones en la propia localidad, a escasos kilómetros de casa. Es el caso de Cruz Roja, que cuenta con más de 212.000 personas voluntarias en nuestro país. Estas toman parte en actividades de acompañamiento a personas mayores, apoyo a niños en tareas escolares o socorro a quienes necesitan ayuda urgente. «Son una extensa red de solidaridad humana, siempre preparada para ayudar a las personas que más lo necesitan», recalca.
La organización Solidarios tiene repartidas entre Madrid, Sevilla, Granada y Murcia a 800 personas voluntarias que acompañan a personas mayores que viven solas, participan en actividades culturales en las cárceles, realizan salidas con personas con discapacidad o alguna enfermedad mental, se acercan a personas sin hogar o visitan a personas hospitalizadas en situación de soledad. Para llevar a cabo estas acciones no son necesarias «habilidades o cualidades especiales», aseguran. Todos los voluntarios reciben una formación previa, aunque bastan las ganas para desarrollar bien la acción y ganar confianza con el tiempo.
Se pide una ley de voluntariado que regule el voluntariado internacional y un reglamento que atienda los aspectos de protección, cobertura social y reconocimiento
Respecto al voluntariado internacional, el informe «Voluntariado internacional como cauce de cooperación y ciudadanía global», de la ONG Entreculturas, evalúa los resultados entre 2000 y 2013 del programa VOLPA, centrado en el voluntariado de larga duración -entre uno y dos años- en países de América Latina o de África. El objetivo de este programa es transformar, allí donde se lleva a cabo, «las actitudes sociales y culturales que perpetúan las desigualdades humanas», por lo que se considera que tiene «la misma esencia que la cooperación al desarrollo», según explicó el coordinador del área de Formación e Implantación territorial de Entreculturas, David Alonso, durante la presentación del informe.
En el mismo acto, Alonso aprovechó para pedir «una ley de voluntariado que regule adecuadamente el voluntariado internacional y un reglamento que atienda los aspectos de protección, cobertura social y reconocimiento». Esta reivindicación es compartida por la Coordinadora de ONG para el Desarrollo (CONGDE) y la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario, que han pedido al Gobierno «que presente el Anteproyecto de Ley de Voluntariado ante el Parlamento a la mayor brevedad posible», para reformar, «casi veinte años después», la Ley del Voluntariado de 1996. Además, ambas entidades han reclamado que se garantice la protección social del voluntariado internacional, «tal como se recoge en la Recomendación de la Comisión Europea de 1985 (85/308/CEE)». «Las reformas sanitarias realizadas en los últimos años han supuesto la pérdida de cobertura de seguridad social cuando se realizan estancias en el extranjero superiores a 90 días. De esta forma, las personas voluntarias perderían el derecho a la protección sanitaria, lo que es incoherente con los propósitos de fomento y promoción del voluntariado que se reconocen en el Anteproyecto de Ley», recuerdan.
En todo el mundo, solo el Movimiento Internacional de Cruz Roja y Media Luna Roja acumulan unos 17 millones de voluntarios, de los cuales «uno es asesinado o herido de gravedad cada semana realizando su labor humanitaria». Y es que muchas personas voluntarias actúan en emergencias y crisis humanitarias «arriesgando su integridad y sus propias vidas». «En Siria, desde el comienzo del conflicto hace cuatro años, han fallecido ya 47 personas voluntarias de la Media Luna Roja y muchas más han sufrido heridas físicas y emocionales mientras realizaban tareas de ayuda humanitaria con las comunidades afectadas por el conflicto».