Las ventas de comercio justo han pisado el freno. En el año 2000 supusieron unos ingresos de siete millones de euros, que se transformaron en 17 millones (cifra récord) apenas siete años después. Una tendencia alcista que hoy en día, sin embargo, parece haberse truncado. El último informe de Setem, elaborado con datos de las principales organizaciones importadoras de España da la voz de alarma: la realidad que se ha impuesto es, “si cabe”, más pesimista que el peor de los escenarios previstos.
Desaceleración
Entre los años 2000 y 2007, las ventas de productos de comercio justo supusieron unos ingresos importantes. Si en el año 2000 se obtuvieron cerca de siete millones de euros, en 2007 se alcanzaron 17 millones. Una trayectoria excelente que contrasta con las expectativas a partir de entonces. El tercer Informe Setem sobre el comercio justo y solidario (“El comercio justo en España 2008. Canales de importación y distribución”) revela un alto en el camino. En el periodo analizado (2000-2007), las ventas globales de las principales organizaciones españolas de comercio justo registraron un aumento del 14,2%. Sin embargo, un desglose de lo acontecido por etapas “ofrece un escenario menos halagüeño”.
Sólo siete comunidades autónomas superaban en 2007 el crecimiento medio nacional de las ventas
El crecimiento medio registrado entre 2006 y 2007 se situó en el 7,3%, un valor significativamente más bajo al del período 2000-2003, cuando el incremento anual superó el 15%, y 2004-2005, cuyo incremento anual rozó el 20%. “Las diferencias registradas por etapas sugieren que, aunque las ventas siguen aumentando, el ritmo de crecimiento sufre una desaceleración”, subraya el informe. El comportamiento diferente entre comunidades autónomas ha propiciado que los datos globales se resientan. Sólo siete regiones han superado el crecimiento medio nacional (13,3%): Galicia (44,8%), Cataluña (22%), Asturias (19%), Madrid (18,7%), Comunidad Valenciana (16,6%), Castilla y León (15,3%) y Baleares (14,7%).
El año 2007 es la última fecha con información disponible por parte de las entidades importadoras y distribuidoras de productos de comercio justo. El estudio presentado por Setem se nutre de las cifras aportadas por Adsis-Equimercado, Alternativa 3, Ideas, Intermón Oxfam, Xarxa de Consum Solidari, COPADE y laFundación Vicente Ferrer. Por su parte, los datos sobre productos certificados han sido aportados por la Asociación del Sello de Comercio Justo. Desde Setem, se insiste en interpretar con cautela las conclusiones, aunque se destaca cómo “el rigor empleado avala, aun con sus matices, los resultados obtenidos”.
2006-2007: punto de inflexión
Los buenos datos cosechados desde el año 2000 se torcieron en 2006. A partir de esta fecha, la tasa de crecimiento registrada en la venta de alimentos de comercio justo, por ejemplo, pasó de un 30% a un 0,2%. El resto de productos descendieron desde una tasa promedio también cercana al 30% a un 0,1%. Salvaron el balance los productos artesanales, que subieron de una tasa del 4% anual entre 2000 y 2005 a un 17,5% en 2006-2007.
La caída de las ventas se explica por lo acontecido con dos productos estrella: el café y el cacao
¿Cómo se explican estas cifras? “Dentro de la gama de los alimentos, la caída de las ventas se explica por lo acontecido con dos de sus productos estrella: el café y el cacao”. En los dos últimos años analizados, el café sufrió una caída anual del 11%, mientras que el cacao ralentizó su crecimiento desde un 18% en el período 2000-2005 hasta el 14% en el bienio 2006-2007. “Teniendo en cuenta que ambos productos explican la mitad de los productos alimentarios de comercio justo, la caída en sus ventas no consigue ser compensada por el auge de productos como el azúcar o los productos elaborados, que en los dos últimos años crecen a tasas medias anuales muy altas, del 33% y el 94%, respectivamente”, detalla el estudio.
Respecto a los productos artesanales, el auge experimentado respondió a la evolución de tres productos que justifican casi tres cuartas partes de las ventas totales de artesanía: textil del hogar, complementos (bisutería, bolsas o carteras) y decoración. Todos estos productos, cuyo valor conjunto en 2007 ascendió a más de 4,5 millones de euros, llegaron entre 2006 y 2007 a tasas anuales de crecimiento de entre un 20 y un 40%.
¿Qué pasará en el futuro?
Lo que el futuro depara es una incógnita. Sin embargo, los datos registrados hasta el momento permiten dibujar la posible senda que seguirán las ventas de productos de comercio justo. El informe de 2006 contemplaba tres posibles escenarios hasta 2010. El primero apostaba por el mantenimiento de la tendencia precedente, con un ritmo de crecimiento anual significativo. El segundo interpretaba un incremento en las ventas de entre un 20-25% anual. El tercero, por el contrario, asumía una posible desaceleración en el ritmo de las ventas, si bien admitía un crecimiento superior al 10%.
El crecimiento de las ventas en el bienio 2006-2007, del 7,3%, ha sido determinante para que los valores finales se sitúen por debajo de los que se estimaban
El informe detalla cómo “la realidad que se ha impuesto ha sido, si cabe, más pesimista que el tercero de los escenarios previstos”. El crecimiento de las ventas en el bienio 2006-2007, del 7,3%, es el culpable de que los valores finales se sitúen por debajo de los que estimaban en este contexto. Con una tasa de crecimiento del 10% en 2007, España debería haber logrado un volumen de ventas superior a 18 millones de euros. La cifra alcanzada se distancia de ésta en casi un millón.
Si el diferencial en las tasas de crecimiento se mantiene para el período 2008-2010, al final de la década las ventas españolas no lograrán alcanzar los 24 millones de euros. No obstante, el informe advierte de que los datos “no deben interpretarse muy negativamente”. Existen matices. Estos valores se ciñen a los productos que pasan por las importadoras y, “en ningún caso, suman el valor que se estima que podría estar añadiendo la venta de productos certificados”. “Vender en 2010 productos de comercio justo por un valor cercano a casi 24 millones de euros sólo a través de las importadoras sería un gran logro”, añade el informe.
Por otro lado, es necesario reconocer que en nuestro país la comercialización de estos productos tiene aún varios retos que superar. Sobre todo, hay que destinar más fondos a la sensibilización de la población y mejorar la red de distribución para facilitar el acceso a este mercado. “Cualquier paso que se dé en esta dirección arrojará resultados positivos”, concluye el informe.
