El paro es una de las principales consecuencias de la crisis. Sobre todo, se ceba con las personas más vulnerables y, entre ellas, con los inmigrantes. Las ONG han registrado un incremento del número de personas extranjeras que solicitan asesoramiento laboral y otras han puesto en marcha nuevos servicios de búsqueda de empleo. Enseñan a hacer un currículum, a localizar ofertas de trabajo en Internet, a preparar una entrevista o acompañan en las tareas de búsqueda e integración laboral.
Imagen: Andrés E. Azpúrua
Conseguir un empleo es el principal anhelo de quienes carecen de él, pero las dificultades son mayores en el caso de algunas personas, como los inmigrantes. Ya sea porque no dominan el idioma, por los prejuicios o la desconfianza de los posibles empleadores o por otros motivos relacionados con la falta de formación e información, tienen más dificultades para acceder al mercado de trabajo. Por ello, desde el pasado año se han incrementado las visitas a los servicios de orientación laboral de las ONG.
En Galicia, Ecos do Sur es una de las organizaciones que ha registrado este aumento. En 2009, acudieron por primera vez a solicitar información un total de 1.079 personas, de las cuales un 92,68% eran inmigrantes y un 2%, emigrantes retornados. Las mujeres acapararon el 56,26% de las consultas. Por origen, los inmigrantes procedían en su mayoría de América Latina (72%). También acudieron personas de origen africano (20%), de la Unión Europea (4,55%), del resto de Europa (2,22%) y de origen asiático (1,3%). Sandra García, técnico de Intermediación Laboral y responsable de Formación de la entidad, añade que quienes acuden son, en buena parte, personas «en edad activa, sobre todo, entre 18 y 55 años».
Se enseña a redactar un currículum, se explican las pautas para buscar empleo y se informa sobre los recursos de la zona
Destaca que por primera vez el pasado año los inmigrantes en situación regular que buscaban un empleo superaron a las personas en situación irregular o que carecían de los permisos oportunos y también requerían un trabajo. En 2008, entre quienes pidieron ayudan, un 52,7% tenía permiso de trabajo pero carecían de empleo, mientras que en 2009 la cifra subió a un 62,8%. La sede de A Coruña contabilizó el pasado año más de 4.000 consultas en este sentido y puso en marcha el Servicio de Búsqueda Activa de Empleo (BAE). «Detectamos la necesidad de habilitar un servicio más específico», señala Sandra García, debido al incremento de personas con permiso de trabajo «que se han quedado en paro en los últimos años».
En el servicio de orientación se enseña a redactar un currículum o adaptar los documentos que ya están preparados, se explican las pautas que deben seguir las personas inmigrantes que buscan empleo por su cuenta y se les informa sobre los recursos de la zona, listados de empresas según el perfil profesional y cómo buscar trabajo en prensa y en Internet. Estos itinerarios son individuales, aunque siempre que es posible se imparten cursos para grupos y clases de informática. Estas últimas sirven para adquirir los conocimientos básicos, aunque también se dedica tiempo a las técnicas de búsqueda de empleo.
Los responsables del servicio de intermediación se encargan de poner en contacto a demandantes de trabajo y empresas, que en algunos casos se comunican directamente con la entidad y en otros reciben de Ecos do Sur la propuesta de diferentes perfiles. La organización elabora una base de datos con toda la información relativa a los demandantes de empleo, de modo que presta un servicio rápido y eficaz a los posibles empleadores. De las 122 personas atendidas en el servicio BAE en 2009, un total de 25 culminaron con éxito el proceso de inserción laboral.
Atención integral
En Cruz Roja, la red Interlabor@ también atiende de manera integral las dificultades de las personas inmigrantes en materia de empleo, «como las barreras lingüísticas, el desconocimiento del mercado laboral español o los problemas derivados del desarraigo cultural y familiar», explica la organización. «Se parte de los obstáculos y oportunidades para elaborar un itinerario personalizado con cada participante», añade. Las medidas para facilitar el acceso a un empleo abordan las dificultades que se consideran un posible obstáculo o pueden implicar «prácticas discriminatorias». Por ello se facilita capacitación laboral y la posibilidad de realizar prácticas profesionales, además de servicios de orientación e intermediación.
Cruz Roja dispone de un site dedicado en exclusiva a cuestiones de empleo. Considera a éste como «una de las principales vías para la integración social», por lo que cuenta desde 2001 con una red territorial de Servicios Integrados de Empleo (SIE), que en 2008 atendió a un 88,58% de usuarios inmigrantes y a un 11,49% de personas en situación de dificultad social. En total, se han abierto 98 oficinas locales en 44 capitales de provincia. En ellas se desarrollan actuaciones de asistencia técnica, formación o intercambio de buenas prácticas.
El equipo de cada oficina está formado por diversos profesionales. Lo componen: orientadores que acompañan a la persona durante todo el proceso e identifican los sectores con mayores oportunidades de empleo, formadores, gestores de empleo que median entre la oferta y la demanda, técnicos que «buscan despertar las inquietudes del participante por emprender su propio negocio«, voluntarios que enseñan español o participan en tareas de sensibilización, entre otras cosas, y las propias empresas.
Otra entidad implicada en proyectos de este tipo es Afro Aid, que imparte cursos gratuitos de informática básica, Office e Internet a personas inmigrantes en general y uno específico para mujeres inmigrantes, en especial madres, que pueden dejar a sus hijos al cargo del servicio de guardería. También cuenta con personal que asesora y organiza talleres o charlas sobre los recursos para la búsqueda activa de empleo, la elaboración de un currículum o las técnicas para afrontar una entrevista de trabajo.
Itinerarios de inserción
La planificación es fundamental. Red Acoge insiste en que se debe conocer el proyecto y proceso migratorio de la persona inmigrante, así como sus estrategias, recursos y expectativas, para diseñar el itinerario de inserción laboral. Su área de empleo cuenta con servicios de información, mediación laboral, diseño de itinerarios individualizados, apoyo en búsqueda de empleo y formación. La delegación de Valencia pone a disposición de las personas interesadas un amplio programa de inserción sociolaboral. Valencia Acoge realiza tareas de acogida y diagnóstico (entrevista para la detección de las necesidades y fortalezas), formación prelaboral, orientación sociolaboral (técnicas de búsqueda de empleo y conocimiento de las características del mercado laboral) y mediación. Cuenta con una bolsa de empleo para trabajadores inmigrantes, contacta con empresarios y empresas que son potenciales demandantes de trabajadores y asesora sobre buenas prácticas de contratación.
CEAR amplía los servicios de apoyo a solicitantes de asilo, refugiados y desplazados
CEAR amplía estos servicios a solicitantes de asilo, refugiados, desplazados, inmigrantes vulnerables y procedentes del asilo, que se hallan en «situación de desprotección y riesgo de precariedad social». Los itinerarios de inserción laboral se destinan, en particular, a personas inmigrantes regularizadas o en vías de regularización, a quienes se entrevista para evaluar su situación, se elabora un perfil profesional y se realiza un seguimiento del plan personal de empleo.
Junto con Cruz Roja, ACCEM y los centros de acogida a refugiados dependientes del Ministerio de Trabajo e Inmigración ubicados en Alcobendas, Vallecas, Mislata y Sevilla impulsa la Red Ariadna, a favor de la inserción laboral de personas refugiadas, solicitantes de asilo y otras protegidas por la Ley de Asilo. Cofinanciada por el Fondo Social Europeo, se propone fomentar las habilidades y destrezas de las personas, adaptar su proceso formativo a las demandas y necesidades del contexto laboral, proporcionarles estrategias para la búsqueda de empleo y su mantenimiento, y fomentar la intermediación social y laboral, entre otros planteamientos.
La Red permite múltiples posibilidades en numerosos campos. A ella ha recurrido la Fundación Esplai para poner en marcha el programa Conecta, que se basa en la formación a través de una red de 78 telecentros distribuidos por todo el país. “Desde 2001, se han formado 263.000 personas gracias al trabajo en red, a la acción formativa y de acompañamiento de los dinamizadores y a una metodología específica para cada colectivo”, señala sus impulsores.
Este proyecto piensa en los jóvenes, mujeres con dificultades de acceso al mundo laboral, desempleados de larga duración y personas con dificultades de inserción social. En los telecentros tienen la oportunidad de asistir a cursos de alfabetización digital e iniciación básica a la informática, actividades de autoformación o recibir atención personalizada sobre los posibles recursos para buscar empleo.