¿Cómo viven las personas refugiadas en el mundo? A esta pregunta se propone dar respuesta la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Se trata de una campaña que se extenderá a lo largo de 2009 para “definir las necesidades totales, los costos para satisfacerlas y las consecuencias de cualquier brecha”. ¿Por qué? Según una encuesta piloto realizada el pasado año por esta organización, el 30% de las necesidades de los refugiados no son satisfechas a pesar de que un tercio se corresponden con necesidades básicas y servicios esenciales.
Los refugiados son personas que huyen. Los conflictos, la persecución de sus ideas o por su pertenencia a una etnia, religión o grupo social determinados les obligan a escapar. Dejan atrás su vida para protagonizar una nueva versión de ésta en la que, según el ACNUR, la Agencia de la ONU que vela por su cuidado, existen «brechas graves y sustanciales» en materia de protección.
A principios de 2008, un plan piloto realizado en Camerún, Ecuador, Georgia, Ruanda, Tailandia, Tanzania, Yemen y Zambia detectó las necesidades insatisfechas de las personas bajo el mandato del ACNUR (31,7 millones). A partir de esas conclusiones, la Agencia llevará a cabo una campaña de Evaluación de las Necesidades Globales. Se fijará en los refugiados, desplazados internos, retornados, solicitantes de asilo y apátridas de todo el mundo para trazar un mapa exhaustivo de las condiciones en que viven.
El propósito es conocer sus necesidades y cómo satisfacerlas. El informe «Refugee Realities» («Realidades de los refugiados») reveló a finales de 2008 la carencia de servicios básicos como el abrigo, el acceso a la atención sanitaria, la educación, la seguridad alimentaria o el saneamiento. En total, un 30% de las necesidades quedan insatisfechas, de las cuales una tercera parte son consideradas esenciales.
Desafíos
Cada país analizado refleja una realidad que, en ocasiones, se repite a miles de kilómetros de distancia. En el caso de los refugiados de la República Centroafricana, el ACNUR reconoce «desafíos para el suministro de asistencia humanitaria», ya que tiene registrados más de 60 asentamientos en un área de 30.000 kilómetros.
Otras veces, los refugiados urbanos que no viven en campamentos y algunos solicitantes de asilo se ven forzados a retornar, «sobre todo en las zonas fronterizas», porque los certificados de refugiado carecen de sellos oficiales. Las campañas de sensibilización e información entre las autoridades podrían evitarlo.
Mejorar el suministro de asistencia humanitaria, el registro de los refugiados y la seguridad son algunos de los retos
La falta de documentación es, precisamente, una de las prioridades de Ecuador. El país inició el pasado año una campaña de registro a gran escala para que las personas residentes en localidades aisladas y que requieren protección internacional tengan acceso a los derechos y servicios básicos. Ecuador acoge a unos 20.000 refugiados, pero se calcula que alrededor de 130.000 personas más podrían necesitar protección internacional.
Tampoco la alimentación y el suministro de agua potable están garantizados. Los refugiados de la República Centroafricana corren un riesgo enorme de sufrir desnutrición, mientras que las tasas de mortalidad son entre seis y siete veces más altas que el umbral de emergencia en algunas áreas. La situación es especialmente preocupante en los niños y las mujeres embarazadas y en período de lactancia.
Las mujeres y los niños están considerados los dos grupos más débiles. Su vulnerabilidad les arrastra también en ocasiones a situaciones de violencia y abusos sexuales, por lo que se necesita: crear casas seguras, ofrecer nuevas oportunidades de independencia económica para las mujeres y poner en marcha medidas de seguimiento. Para los pequeños, es imprescindible mejorar el acceso a la educación con subsidios para estudiantes, material escolar, nuevas escuelas y un número mayor de maestros.
“La situación de los refugiados en Tailandia provenientes de Myanmar es una de las más prolongadas del mundo”. Esta afirmación, extraída del informe del ACNUR, pone de manifiesto la magnitud de los programas que se llevan a cabo en este país. Desde enero de 2005, se ha reasentado a más de 30.000 refugiados en terceros países, principalmente en Australia, Canadá y Estados Unidos.
Los niños tienen la posibilidad de que su nacimiento sea registrado, pero se requiere una constancia de nacimiento y hay un retraso considerable en su emisión
Los refugiados son considerados inmigrantes ilegales. Nueve campamentos ubicados a lo largo de la frontera entre Tailandia y Myanmar dan cobijo a 123.500 refugiados y solicitantes de asilo de Myanmar. Todos ellos tienen prohibido abandonar los asentamientos, dependen de la asistencia humanitaria porque carecen de oportunidades legales de trabajo y, en muchos casos, ni siquiera están registrados.
“Con la reformada Ley de Registro Civil, en vigor desde el 23 de agosto de 2008, los niños refugiados y solicitantes de asilo nacidos en Tailandia tienen la posibilidad de que su nacimiento sea registrado en forma oficial. No obstante, para hacer este trámite, se requiere de una constancia de nacimiento y hay un retraso considerable en la emisión de constancias para los niños refugiados que han nacido en los campamentos”, detalla el informe.