La Televisión Digital Terrestre (TDT) no convence a todos. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha denunciado en diversas ocasiones que este servicio obvia las condiciones de accesibilidad pertinentes para atender las necesidades de las personas con discapacidad. Asegura que “muchas quedarán excluidas” una vez que el apagón analógico sea común en todo el territorio.
Imagen: Gustav Holmström
Los receptores de esta señal no están preparados, o plantean serias dificultades de uso, para las personas con discapacidad visual, auditiva y física. «El proceso de implantación de la TDT no garantiza la accesibilidad», insiste el CERMI. Aunque ya a finales de 2007 la Oficina Técnica de la ONCE de Asuntos Europeos (OTAE) defendió en Bruselas este derecho de las personas con discapacidad, todavía hoy se reclama. El propósito, como ahora, era conseguir que antes del apagón analógico «todo aparato de televisión» cuente con hardware y software compatibles con audiodescripción y subtitulado, «incorporados de fábrica».
Se piden terminales accesibles y a precios asequibles, que se desarrollen en colaboración con organizaciones de discapacitados
Desde hace meses, el CERMI pide que se asegure la comercialización de terminales accesibles y a precios asequibles. Su idea es que estos aparatos se desarrollen en colaboración con organizaciones de discapacitados. Incluso advirtió a comienzos de julio de que «ultimaba» una demanda, ante la jurisdicción civil, para pedir «la tutela judicial efectiva del derecho de las personas con discapacidad a acceder sin discriminaciones a los nuevos servicios de televisión».
La demanda, por violación de derechos, respondería a la ausencia de accesibilidad de la TDT, que se considera contraria a los mandatos de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, a la legislación española sobre no discriminación y accesibilidad universal y a la propia legislación reguladora de la TDT, que garantiza que este medio será accesible, afirma el CERMI.
La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) también reclamó en su día el compromiso de la industria audiovisual y «una fecha concreta» para contar con los nuevos receptores accesibles. Destacó la oportunidad que supone la digitalización de la televisión para avanzar en el desarrollo de los servicios de apoyo, como los subtítulos, el lenguaje de signos y la audiodescripción.
La entidad recuerda que la televisión analógica cuenta con esta posibilidad de manera puntual, aunque «gracias a la tecnología digital podría implementarse» de manera continua. Mantiene que los principios del diseño para todos es la vía que evitaría la discriminación, mediante programación audiodescrita, calidad sonora, herramientas de navegación adecuadas para acceder a todos los contenidos textuales y mandos a distancia ergonómicos y accesibles.
Mejoras en la transmisión
La principal reclamación de las personas sordas o con discapacidad audiovisual se centra en el subtitulado y en la lengua de signos. En la actualidad, menos del 1% de los programas son accesibles mediante lengua de signos, mientras que en cuestión de subtitulado en 2007 se puso en marcha el proyecto Acanto, de accesibilidad integral a la TDT, que se prorrogó a 2008 y que contó con la colaboración de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y su Fundación.
En el marco del Plan Avanza, su principal objetivo es el desarrollo de herramientas técnicas y de servicios para abordar la cuestión de la accesibilidad desde una perspectiva integral. Sus destinatarios han sido personas con discapacidad visual, auditiva, intelectual y física, así como las personas mayores que se encuentren en la misma situación.
Durante su implantación, se ha optimizado el contraste en las aplicaciones gráficas de los receptores, se ha estudiado la transmisión de la lengua de signos como un flujo de vídeo adicional y el diseño de mandos a distancia ergonómicos y adaptados, y se ha desarrollado una aplicación interactiva para el servicio de subtitulado, entre otras cosas.
Hasta el momento, la principal medida que se ha implantado en este sentido es el Plan de apoyo a los Colectivos con riesgo de exclusión durante la transición de la televisión analógica a televisión digital terrestre (TDT). Mediante este programa, quienes cumplan ciertos requisitos pueden solicitar un sintonizador de TDT hasta el próximo 31 de diciembre.
Las personas con un grado de discapacidad mínimo del 33% y los mayores de 65 años pueden solicitar la cesión de un sintonizador de TDT
La iniciativa está prevista para quienes residan en los municipios afectados por la Fase I o Fase II del Plan Nacional de Transición a la TDT, las personas mayores de 65 años y con una dependencia reconocida de nivel II o III, las personas con un grado de discapacidad del 33% o superior -es obligatorio que una de sus discapacidades sea auditiva o visual- y los mayores de 80 años que vivan solos o acompañados de otra persona que también supere esta edad.
La solicitud se realiza en las jefaturas provinciales de inspección de telecomunicaciones. Entre los papeles que se deben entregar, destacan los documentos que acrediten el grado de dependencia o de discapacidad correspondiente. En el caso de las personas mayores de 80 años que viven solas, basta con firmar el formulario de solicitud que confirma esta situación.