Los smartwatches, o relojes inteligentes, aparecieron en 2011 a raíz de varios proyectos independientes. Y desde entonces, diversos fabricantes se han ido sumando para crear sucesivas versiones comerciales. Sin embargo, muchos especialistas los ven poco usables y útiles como sustitutos del teléfono, si bien otros destacan que pueden ser una excelente pantalla supletoria donde recibir notificaciones, formular órdenes o incluir sensores y geolocalizadores que luego puedan enviar los datos al smartphone. Ahora, una tercera generación de estos relojes se prepara para saltar a la arena comercial, mientras las grandes compañías de software desarrollan nuevos sistemas operativos especiales para ellos. Este artículo reúne los más destacados.
Si bien los smartwatches son, junto a las gafas de Google, el producto estrella del «weareable computing«, en realidad el primero fue concebido por la compañía japonesa Seiko en 1986. Aunque aquel modelo, conocido como el Seiko TV Watch, se limitara a ofrecer conexión televisiva y fuera exhibido como el gadget estelar de James Bond en una de sus películas, su éxito fue más mediático que de ventas.
Muchos especialistas ven los smartwatches como dispositivos poco usables y útiles como sustitutos del teléfono
Algo parecido les ocurre a los actuales diseños, que han ido apareciendo en el mercado: cada lanzamiento suscita gran atención en los medios y tiene gran repercusión pero, ya sea por los precios elevados o por sus limitaciones, sus ventas son discretas comparadas con las de otros dispositivos, si bien ya comienzan a destacar, con un aumento del 6% en 2013 respecto a 2012, lo que esta subida supone un 12% dentro de la relojería de gama media alta.
Tal vez por ello los fabricantes insisten con nuevos modelos que mejoren las prestaciones de los anteriores. Además, se lanzan sistemas operativos específicos para relojes que les hagan independientes de los que ya rigen en los teléfonos -en busca de la interoperabilidad más allá del binomio de Android e iOS-, o bien que permitan dar un estándar a la mayoría de fabricantes. De las principales empresas de Internet, Apple y Microsoft parecen ser, de momento, las únicas que no han presentado su apuesta.
Gear 2 y Gear 2 Neo
Si el anterior modelo de smartwatch de la casa Samsung se llamó Galaxy Gear, las nuevas propuestas han perdido el atributo «galaxy», propio de los móviles de gama media y alta de esta compañía. El motivo es que, a diferencia de la gama de teléfonos Galaxy S, los nuevos relojes inteligentes no trabajan ya con Android como sistema operativo, sino con uno propio bautizado como Tizen.
Otros expertos destacan que los smartwatches pueden ser una excelente pantalla supletoria donde recibir notificaciones
Se desconocen los motivos exactos por los que Samsung ha apostado por este sistema, ya que ni Gear 2 ni Gear 2 Neo marchan con el sistema operativo iOS, propio de los iPhone. Podría deberse a una mejor gestión de la batería de los relojes, ya que funcionan con conexión Bluetooth al ordenador, de modo que el consumo es alto y la recarga debe hacerse de forma repetida. Con Tizen, a pesar de que estos modelos incluyen una batería de 300 mili Amperios (15 menos que el diseño anterior), la autonomía extiende su duración a tres días. De todas maneras, también se especula con que el cambio de sistema podría ser un paso previo a incluir Tizen en los teléfonos de Samsung, con el fin de librarse de la sociedad con Google que implica usar Android.
Además de esta mejora de autonomía, los nuevos Gear tienen una pantalla AMOLED de 320 x 320 pixeles, un chip con una memoria RAM de 512 megabytes y cuatro gigabytes de almacenamiento interno. Por lo demás, cumplen con las funciones clásicas, pero Gear 2 incluye una cámara de dos megapíxeles de resolución.
Se desconoce, por el momento, la fecha del lanzamiento en España y el precio de salida, aunque se espera que esté entre los 250 y los 150 euros para el Neo.
Pebble 2.0
Quizás el anuncio en su día de que se estaba recolectando dinero en la plataforma Kickstarter para lanzar un reloj revolucionario llamado Pebble, con independencia de los grandes fabricantes, precipitó la aparición de los primeros modelos de Samsung y Sony. Ahora la compañía, tras las buenas ventas de su primer diseño, compatible con iOS y quizá el mejor pensado desde el punto de vista práctico, presentará su nueva versión.
Pebble 2.0 ya está disponible desde la página web de la empresa con diferentes precios, según los materiales de la correa y la carcasa. Funciona con un sistema operativo propio, el Pebble OS, que es compatible con smartphones tanto con Android como con iOS. Presenta una batería que dura de dos a tres días, e incluso una semana si se apaga la conectividad Bluetooth al llegar a sitios con wifi, ya que es capaz de conectarse a estas redes.
Su pantalla es de tinta electrónica y permite mostrar en ella, además de notificaciones, mensajes o el correo electrónico, numerosos programas procedentes de su tienda de aplicaciones y que trabajan con sus sensores, aunque por el momento estos solo son para teléfonos con iOS. Otra característica interesante es que pesa tan solo 38 gramos. Su coste recomendado va de los 150 a los 250 euros, según el material de la carcasa.
El Moto 360 se podrá manejar por órdenes de voz y tendrá la tradicional forma redonda de los relojes
Poca relación une en principio al Moto 360 y Lg G Watch de no ser su punto de partida, que es el sistema operativo Android Wear de Google. Esta nueva plataforma abierta a todo tipo de fabricantes pretende optimizar la autonomía energética de estos dispositivos, a la vez que dotarlos de una amplia gama de aplicaciones, similares a las que ya hay para teléfonos y tabletas. Por otro lado, al ser un sistema libre, permitirá ofrecer relojes a precios más competitivos a pequeños fabricantes. Además, este sistema operativo está preparado para trabajar con todo tipo de sensores corporales para incorporar los datos al teléfono, de modo que también este pueda ahorrar en batería.
Por lo demás, poco se sabe sobre las especificaciones de ambas novedades, si bien el Moto 360 se podrá manejar por órdenes de voz y, además, tendrá la tradicional forma redonda de los relojes, mientras la del LG G Watch se supone que será cuadrada. Su aparición y venta se espera para el segundo semestre del año.