Un proveedor de acceso a Internet (ISP) es una empresa encargada de dotar de acceso a Internet a los usuarios. En la actualidad, este tipo de servicios dependen de las principales operadoras de telecomunicaciones (Movistar, Orange, Vodafone, Jazztel u Ono), que trabajan en el país mediante diferentes tecnologías como ADSL, FTTH, 3G/4G, WiMax o satélite. Sin embargo, con las nuevas normas del sector y junto a la extensión de la fibra hasta el hogar, pronto entrarán en juego otras compañías que alquilan ancho de banda y lo venden al consumidor a precios más competitivos. Son los ISP virtuales, que pueden traer un panorama más económico en la Internet fija.
Los OMV como referencia
Un modelo de operador de telecomunicaciones que se ha consolidado en los últimos años como una de las principales preferencias de los usuarios es el de los denominados operadores móviles virtuales (OMV). Estos ofrecen tanto servicios de llamadas y mensajes cortos, como acceso a Internet en movilidad a través de las redes 3G y 4G de las compañías de referencia: Movistar, Vodafone y Orange, junto con Yoigo.
En los últimos años los OMV han experimentado una tendencia al alza, mientras que los operadores de referencia han perdido clientes
Estas empresas sin infraestructura son más competitivas que aquellas a quienes alquilan los servicios, ya que no tienen que invertir en mantenimiento de antenas ni cables ni obras.
Esta circunstancia les ha permitido lanzar ofertas más económicas que sus competidores. En consecuencia, en los últimos años han experimentado una tendencia al alza, mientras que los operadores de referencia han tenido serios descensos de clientes. A su vez, estos han contraatacado con ofertas unificadas de servicios para mejorar sus tarifas.
A nivel legislativo, este tipo de empresas no disponen de licencia para el uso y explotación de una banda de frecuencia del espectro, sino solo un tipo de licencia especial para poder ofrecer servicios de telecomunicaciones.
Llegan los ISP virtuales
De forma similar, en muchos países también existen proveedores de acceso a Internet (ISP) virtuales para dotar de acceso a la Red sin tener redes propias. A este tipo de servicios también se les conoce como VISP.
Aunque en España todavía apenas destacan, pronto serán una realidad consolidada. En la actualidad, operadores como Orange o Jazztel proponen dentro de su cartera de servicios a empresas la opción de poder convertirse en ISP virtual.
También existen en muchos países ISP virtuales para dotar a sus clientes de acceso a Internet sin tener redes propias
Este producto, orientado a grandes y medianas firmas, permite que las compañías puedan ofrecer el servicio de acceso a Internet a sus usuarios mediante diversas tecnologías. Así, las empresas pueden contar con dicho servicio como un valor añadido a sus clientes, sin necesidad de tener que desplegar su propia red de telecomunicaciones.
Por otro lado, con los anuncios de nuevos despliegues de tendidos de fibra por parte de Orange y Vodafone, que se unirían a los de Jazztel, Ono y Movistar, el ancho de banda se multiplicaría y, por tanto, se podrán ofrecer servicios de más calidad.
Hacia un mercado más competitivo
El precio medio del megabit por segundo de alquiler en el mercado mayorista estará regulado por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Este es el importe al que se alquilará al VISP y este luego lo alquilará al cliente.
Las tarifas serán competitivas por la misma razón que en los OMV: no ha habido un gran gasto de obra para cavar zanjas y cablear las poblaciones y, por lo tanto, no hay que amortizar las inversiones, que es habitual que sean muy altas. En consecuencia, se puede jugar a ofrecer precios más bajos.
Se espera que se apunten numerosas empresas a esta tendencia y se cree un mercado más competitivo
Se espera que se apunten numerosas empresas a esta tendencia y se cree un mercado más competitivo, en el que los operadores de referencia se vean obligados a dar importes más bajos para mantener a sus clientes. Este ya es un escenario común en el norte de Europa.
Sin embargo, en el caso de problemas de conectividad o alguna incidencia en la red, el VISP deberá hacer frente a una situación de crisis de cara a sus clientes, por un problema causado por el proveedor de servicios de referencia, que es quien posee la infraestructura de conexión. Es decir, no tendrá en la mano la solución del inconveniente, para desesperación de sus clientes, y deberá esperar a que su arrendador lo arregle. En este sentido, los VISP contratan el servicio con varios ISP a la vez, para no depender tecnológicamente del servicio de un único proveedor.
A finales de los años noventa del siglo pasado, España era el país de Europa con mayor número de ISP. Centenares de empresas ofrecían el servicio de acceso a Internet por toda la geografía española. Estas compañías trabajaban a través de InfoVía, una red de paralela a Internet desarrollada por Telefónica, en unos años en los que aún no se había aprobado la liberalización de los servicios de telecomunicaciones.
Fueron los primeros en dar el servicio de acceso a la Red en España y algunos de ellos contaron con miles de clientes, aunque había muchos problemas con la conexión, debido al pobre despliegue de infraestructuras.
Con la liberalización del sector, se produjo una concentración de empresas por medio de diferentes adquisiciones y también el cierre de muchos servicios pequeños que no eran rentables.