Desde el cambio a la TDT numerosos televidentes se quejan de que un día solo se ven en su televisor determinados canales y, al siguiente, solo se ven otros, pero casi nunca todos y, en ocasiones, ninguno. Además, durante el verano en las zonas de costa la calidad de la señal de TDT es bastante menor que en invierno o, cuando llueve, esta mejora. Son lasalteraciones típicas de la televisión digital terrestre, que pueden deberse a muchas circunstancias. No obstante, aunque algunos factores no se pueden controlar con facilidad, otros se solventan si se toman una serie de medidas y se contacta con los profesionales adecuados, como se recuerda en el siguiente artículo.
Imagen: Daniel Lobo
La señal de TDT llega a las casas enviada por el aire, como ocurre con la señal analógica. En este aspecto, ambos sistemas son iguales. Sin embargo, la tecnología y los protocolos utilizados son de una complejidad mucho mayor. Con el fin de optimizar su espectro de emisión, el canal UHF, la señal se digitaliza y se comprime para mandarla tanto por cable como por aire a un satélite, que la rebota a los repetidores de las diversas zonas del país.
Estos repetidores, en general jerarquizados en orden de cercanía a los distintos núcleos de población, la dirigen a las antenas colectivas de los edificios y a las individuales de las casas aisladas. Una vez que la antena ha captado la señal, la reparte a los distintos domicilios por los cables de antena y estos la envían al sintonizador o al descodificador, que conecta con el televisor para mostrar la imagen al usuario.
Problemas de ámbito doméstico
Salvo excepcionales averías en los satélites, los problemas de captación de la señal pueden tener su origen en el tramo que va del repetidor a la antena colectiva, o bien en el que transcurre desde esta al televisor, es decir, el tramo doméstico. Por lo tanto, cuando capte problemas, lo primero que deberá hacer el usuario es asegurarse de si estos tienen su origen en la propia vivienda o no. Para ello, debe reiniciar el descodificador, cuando lo tenga, comprobar las tomas de antena para confirmar que el cable está bien conectado tanto al televisor como a la toma y asegurarse de que en la caja de la toma principal (que conecta con los cables bajantes de la antena) todo está colocado de manera correcta.
En algunos edificios se cambia la antena para adaptarla a la TDT, pero no las bajantes, que pueden tener de 20 a 30 años
Si el problema no se detecta en el ámbito doméstico, el siguiente paso será revisar la bajante (el cable que conecta con la antena, sea colectiva o individual) para comprobar que está en buen estado y no es demasiado antigua. En algunos edificios, se cambia la antena para adaptarla a la TDT, pero no las bajantes, que pueden tener de 20 a 30 años. Una bajante en mal estado puede ser causa de interferencias en la recepción de la señal.
Problemas colectivos
Si la bajante estuviera en perfectas condiciones y bien conectada a la antena, cabe deducir que el problema sea comunitario. Para constatarlo, conviene hablar con los vecinos de bloque o de las casas aledañas para confirmar si tienen los mismos inconvenientes. En función de la respuesta, hay varias opciones que se deben considerar.
En primer lugar, es posible que los defectos en la recepción de la señal se deban a una sintonización deficiente de los canales de entrada y distribución de las señales o a una orientación incorrecta de la antena. Si el problema afecta a más vecinos, puede que la antena comunitaria (algo que solo afectará en caso de vivir en un bloque de pisos) no esté bien sintonizada o no sea la adecuada.
En algunos casos, la única solución pasa por dialogar con las instituciones públicas locales para instalar un repetidor más cercano
Otras veces, cuando las dificultades de recepción se deban a causas geográficas o de orografía, la solución requiere comprar una antena nueva o contactar con los organismos municipales o autonómicos. Puede suceder que un municipio tenga una orografía muy irregular, con multitud de picos y colinas y, en algunas zonas del mismo, se registren caídas de cobertura al estar tapada la señal por accidentes del terreno.
Similares consecuencias puede tener el hecho de vivir en zonas apartadas de los núcleos de población principales, donde apunta el repetidor de señal. En ocasiones, sucede que el usuario está en el núcleo principal, pero reside en un edificio bajo y alrededor tiene numerosos bloques más altos que le anulan la cobertura.
En tal caso, como en los de terrenos accidentados, se pueden buscar a través de un profesional soluciones alternativas, como tomar la señal por satélite mediante una antena parabólica o instalar una torreta en los altos de la edificación y colocar ahí la antena para salir de la zona de «sombra» (baja recepción). Sin embargo, lo más cabal es contactar con la administración pertinente y solicitar la instalación de un «gap filler» (repetidor) que cubra con holgura la zona de «sombra». La inversión es cara y requiere supervisión por parte de un colegio de ingenieros de telecomunicaciones, por lo que es recomendable intentar conseguir subvenciones en colaboración con las entidades locales.
Conflicto de repetidores
Tan problemático es residir en una zona con poco alcance de los repetidores como hacerlo en otra conexcesivo número de señales procedentes de diferentes áreas. Sucede que cada repetidor rebota las señales en unas frecuencias particulares, de modo que una determinada cadena se emite por un canal (el 38) en un repetidor, pero en el siguiente más cercano entra por otro diferente (el 56). Para los usuarios que vivan en las zonas centrales de cada uno de los repetidores no habrá problemas, pero quienes habiten donde la señal no llega tan fuerte y además se cruza con la de otro repetidor, es frecuente un conflicto.
Se puede reorientar la antena para favorecer la señal de un determinado repetidor o colocar pantallas para evitar la recepción de una de las señales en conflicto
En estos casos, el usuario ve unos días la programación de determinadas cadenas por un canal y, otros, le llega por otro o no le llegan. La situación fluctúa según el día porque la señal de uno u otro repetidor varía en función de las condiciones ambientales y la antena capta la más fuerte. Si ambas son igual de fuertes, es posible una interferencia y, como resultado, no se recibiría la señal.
De poco sirve entonces resintonizar una y otra vez los canales, aunque se puede reorientar la antena para favorecer la señal de un determinado repetidor o colocar pantallas para evitar la recepción de una de las señales en conflicto. Para ejecutar estas acciones, de nuevo, es recomendable consultar con un profesional.
El “fading” es una pérdida de recepción de la señal que ocurre durante el verano en las zonas de costa
Las circunstancias meteorológicas pueden favorecer o perturbar la recepción de la señal de TDT. Hay diversos fenómenos curiosos en los que intervienen el clima y la situación geográfica. El “fading” es una pérdida de recepción de la señal, o una disminución notoria, que ocurre durante el verano en las zonas de costa. Se registra en situaciones de extremo calor y elevada humedad, porque el vapor que se genera forma una pantalla atmosférica que rebota la señal televisiva. Cuando se dan estas situaciones, es habitual que se reorienten los repetidores de modo que se sitúen de espaldas al mar. La consecuencia es que los usuarios deben resintonizar los canales.
En cambio, la lluvia, que en otros casos perturba la recepción, aumenta la calidad de la señal respecto a cuando no llueve. Este fenómeno se debe a la forma esferoidal de las gotas, que actúa como amplificador de la señal al causar un efecto de rebote de la emisión. Por el contrario, las lluvias fuertes pueden crear problemas en la recepción por temas de fluctuaciones eléctricas que afectarían al funcionamiento de los aparatos.