Llegó el puente de la constitución de diciembre de 2005 y Ricardo Galli le dijo a su mujer: “Voy a hacer esto, y necesito una semana o diez días en que estaré como un ‘zombie’”. Ella dijo: “Si te ilusiona, adelante”.
En doce días Galli había programado y publicado Menéame, un sistema para promocionar las noticias publicadas en los blogs, aprovechando la ‘inteligencia colectiva’ de los lectores como filtro. Meneáme tiene muchos puntos en común con Digg, su antecedente americano que es todo un fenómeno en EEUU, pero también incorpora innovaciones.
Este argentino afincado en Mallorca es profesor de Sistemas Operativos de la Universitat de les Illes Balears y pertenece a la Free Software Foundation, creada por Richard Stallman. Tras terminar su proyecto de fin de carrera en el Centro Atómico Bariloche, vino a España con un proyecto universitario para controlar el aparcamiento de los aviones en el aeropuerto de Son San Joan (Palma de Mallorca). Y se quedó.
Yo estaba agobiado por la burocracia, el trabajo y la dirección de proyectos en la universidad, frustrado porque no podía programar. Tenía ganas de hacer algo gordo. Empecé a leer sobre el éxito que tenía Digg y vi que aquello era muy simple, pero nadie ponía en marcha algo similar en el ámbito hispanoamericano. Menéame fue el primer sistema de este tipo en código libre [el código de Menéame es abierto y puede ser modificado por otros usuarios], y ya tiene más de 100 instalaciones.
Básicamente, tú envías noticias, que pasan a una cola de pendientes, donde la gente las vota. Si consiguen suficientes votos, pasan a portada, que es donde más lectores tienen. Para enviar una noticia te registras como usuario y ya puedes enviarla. Para votar puedes votar como usuario registrado o como anónimo. Pero los votos de un usuario tienen más peso que el de un anónimo. Luego está el karma. Dependiendo de cómo votas, y cómo influyen tus votos en las noticias, sube tu karma.
El hábito de la destrucción es habitual en la Internet hispana, así quePor cada noticia que tú envías, cada voto positivo que consigues aumenta tu karma y cada voto negativo lo reduce. También cuando votas: si votas a noticias que han sido publicadas, te incrementa el karma, si votas a noticias que no se publican, lo disminuye.
puse el voto negativo como una opción secundaria
Lo primero que pensé es que quería adaptarlo para los blogs, y aquí los trackbacks son fundamentales [el trackback es el sistema por el cual un blogger puede saber quién ha enlazado una de sus entradas]. Tampoco quería fomentar los comentarios en Menéame, sino llevar los comentarios a los blogs. Al principio los comentarios estaban muy limitados a propósito. La otra diferencia es que creo en la ‘meritocracia’. Una comunidad sin ella es una mediocridad, y por eso puse el karma. No puede ser que alguien que nunca se conecta y vota basura tenga el mismo peso que otro que está todo el día mirando noticias y que las vota a conciencia. Otra de las diferencias con Digg es que yo no quería poner los votos positivos y negativos de forma simétrica, sino fomentar la promoción. El hábito de la destrucción es habitual en la Internet hispana, así que puse el voto negativo como una opción secundaria y un poco más molesta, que te pide confirmación. El voto negativo hace que las noticias pasen a una tercera cola, la cola de descartadas. Si votas negativamente a noticias que no son descartadas, también te resta karma.
Eso me ha llevado mucho trabajo. Me han criticado porque yo ponía comentarios diciendo “esto es autobombo”. Me sorprendió la cantidad de gente que cree que escribe cosas geniales, que a todo el mundo le interesan, y que parecen máquinas de enviar RSS . Al principio enviaban todos sus ‘post’ a Menéame y aquello no era sostenible. Se llenaba con miles de artículos diarios sin interés. Tardé mucho tiempo en crear el estado de opinión actual. Un poco, se resume en la frase: “Está bien que envíes, pero el autobombo no lo vemos bien”. Para evitar las ‘dictaduras de la mayoría’ [cuando una noticia falsa o sin interés real se impone por los votos de los usuarios], como ha pasado en Digg, hay una comunidad de gente que está todo el día viendo lo que pasa. El Fisgón [la sección donde se ven las noticias en trámite] está bien porque sirve para reaccionar rápidamente a los envíos de los ‘trolls’ [saboteadores]. El buen funcionamiento de esto depende de unas pocas personas, hay un grupo de cuarenta o cincuenta que están mucho tiempo conectadas, mirando.
Nadie tiene derechos especiales, ni siquiera yo. Incluso las noticias sobre Menéame tengo que enviarlas a la cola normal para que sean votadas. Es una ‘meritocracia’ basada en el algoritmo del karma. Lo único es que la gente con un karma elevado puede editar las noticias de otros, sobre todo para corregir errores tontos.
Meneáme es un resultado del aplastamiento en la universidad, yo tenía queAl principio me costó controlar el número de noticias en la cola, porque todo es finito, incluso la gente. Por eso está la cola de descartadas, para que todo lo que no sea relevante o es basura salga y no moleste. Pero no se borra ninguna noticia.
escaparme por algún lado
Sí, claro. Es más, yo desarrollé un código, que cada uno puede incluir en su blog, que indica si un envío ha sido procesado y cuántos votos tiene. Así la gente desde su propio blog puede hacer promoción de su envío pidiendo votos. Cuando hay una noticia interesante, la gente la vota. La tregua de ETA salió publicada en menos de media hora.
Ahora debe haber unos 2.600 registrados, después de una limpieza. Se eliminan a quienes no han votado en unos días. Tenemos unas 50.000 visitas diarias, incluyendo el RSS y los botones de voto en los blogs.
Yo no tenía dinero para alquilar ordenadores gordos. Cuando empezamos, nos costaba 20 dólares por mes. Ahora estamos sobredimensionados y nos cuesta 80. El código está muy optimizado para que consuma menos recursos.
Cuando empecé a escribir en Menéame dije con ánimo de provocar que ya estaba bien de tanto ‘troll’ en BarrapuntoEs curioso, la gente piensa que la universidad está muerta, pero cuando empiezas a ver proyectos siempre hay profesores detrás. La universidad no está muerta, está aplastada, y ahora más con los cambios de planes. Estamos muy agobiados, frustrados, con los alumnos masificados, sin motivaciones. Creo que eso no se percibe. Meneáme es un resultado del aplastamiento en la universidad, yo tenía que escaparme por algún lado.
Hay problemas en el sistema, pero también hay una falta de apoyo social, sobre todo aquí en Baleares. Es casi un milagro que exista en Mallorca una universidad. No hay ningún interés social, y de hecho somos casi como un grano en el culo. Así y todo somos la segunda universidad española en producción científica.
Cuando empecé a escribir en Menéame dije con ánimo de provocar que ya estaba bien de tanto ‘troll’ en Barrapunto, que hacía falta una alternativa. Allí se critica sin un mínimo de racionalidad y se difama muy fácilmente. Es insufrible. He recibido críticas sobre el código, y otras que decían que no funcionaría, o que censurábamos. La gente duda de todo, o piensa que hay algo por detrás, o lo dicen por envidia. En España se sobrevaloran las ideas. Aquí todo el mundo tiene ideas geniales, pero luego hay que ponerlas en marcha.
Yo creo que la ‘blogocosa’ hispana tiene su carácter, y no me desagrada. Alguien me ha dicho que Menéame es mejor que Digg porque es más canalla, y me encanta. En Menéame hay mucho cachondeo. Puse una especie de Chat en el Fisgón, y la gente pone sus comentarios entre las noticias. Se genera un ambiente donde se critica, pero hay mucho cachondeo. Eso en Digg no se ve, se lo toman mucho más en serio. Según los fundadores, en Digg hay muchos veinteañeros que suelen tener mala leche, a quienes les encanta el amarillismo en las votaciones. En Menéame hay más treintañeros.