La científica estadounidense Elizabeth Goldring, junto con su equipo del Instituto de Tecnología de Massachussets (Estados Unidos), ha desarrollado una máquina portátil que permite a personas con discapacidad visual ver imágenes captadas por una cámara digital.
Basado en las tecnologías de pantalla de cristal líquido (LCD) y de diodo emisor de luz (LED), este dispositivo se probará en pacientes con problemas de visión. Según Goldring, que sufre una deficiencia visual, su coste será inferior a los 500 dólares (unos 377 euros, al cambio actual).
La iniciativa surgió con una visita de la científica al oftalmólogo cuando era completamente ciega. Para determinar si tenía alguna parte de la retina no dañada, el especialista miró en el interior de sus ojos con un oftalmoscopio de escáner láser (SLO). Con este instrumento, el oftalmólogo proyectó una imagen directamente en la retina, más allá de las hemorragias del ojo que contribuyeron a su ceguera, y Goldring pudo verla. A partir de aquí, utilizó el aparato, que cuesta más de 75.000 euros (casi 100.000 dólares), para otras experiencias visuales. Y fue entonces cuando se propuso desarrollar una máquina más accesible y práctica, consiguiendo en 2006 una primera versión de sobremesa que costaba unos 3.000 euros (menos de 4.000 dólares).
En fechas recientes ha finalizado una versión portátil «relativamente barata» porque sustituye el láser del SLO por una fuente de luz de alta intensidad mucho menos costosa, el LED. La máquina mide 12,7 centímetros cuadrados y se utiliza con un trípode flexible en cuya parte superior se instala una cámara digital.
Las imágenes que capta la cámara viajan a un LCD iluminado por LED (al igual que ocurre en las televisiones y cámaras actuales) y esa información visual se concentra en un pequeñísimo punto de luz que se proyecta en el ojo. Goldring ha probado con éxito su creación, pero ahora es el momento de que otras personas con problemas visuales hagan lo propio y demuestren finalmente su eficacia.