Cuando surge la ocasión de hacer un regalo, suele recurrirse a objetos típicos, como una caja de bombones, un par de pendientes, un jersey, un juego para la videoconsola, una cámara…, obsequios en los que prima la utilidad sobre la originalidad. Muchas veces quien los compra conoce los gustos del receptor, pero también es común que se deje llevar por este tipo de regalos comodín. Sin embargo, últimamente se están imponiendo obsequios más novedosos que permiten a su destinatario disfrutar de unos días diferentes. Hoy las agencias de viajes, las compañías aéreas y los establecimientos hoteleros ofertan viajes a precios competitivos. Los cheques regalo proporcionan libertad para elegir el lugar y los días para disfrutar del detalle, pero tienen fecha de caducidad y si se sobrepasa ni el comprador ni la persona a la que se hace el regalo tienen derecho a ninguna clase de reembolso.
Cheques de viaje aéreos
Cada vez son más las aerolíneas que ofrecen a sus clientes la posibilidad de regalar cheques de viaje a sus amigos o familiares. Incluso las empresas comienzan a utilizar con frecuencia este tipo de obsequios para premiar a sus empleados en ocasiones especiales como las fiestas navideñas, las vacaciones de verano o simplemente como incentivos laborales. La típica cesta de Navidad puede ser, en este caso, sustituida o complementada por un cheque de viaje con el que el trabajador decide el lugar hasta el que quiere desplazarse.
La persona que va a realizar el regalo puede elegir el importe del cheque dentro de los límites predeterminados por la aerolínea. En el caso de Vueling, los bonos regalo son bastante económicos y oscilan entre los 20 euros y los 150 euros pasando por otras cantidades como 40, 50, 75 y 100 euros. Aunque alguno de estos importes parezca insignificante, la compañía ofrece en ocasiones vuelos desde 20 euros, de modo que es posible realizar un trayecto con uno de los cheques más baratos. Ryanair, por su parte, da la opción de escoger el valor entre 25 y 200 euros, para volar en más 800 rutas a 25 países diferentes.
Agencias, compañías aéreas y establecimientos hoteleros ofertan viajes para regalar a precios competitivos
Clickair cuenta con la “tarjeta bonorregalo”, con la que quien lo desee puede obsequiar a un amigo, un familiar o un empleado. A la hora de elegir el regalo, la aerolínea ofrece dos alternativas: optar por un obsequio normal o por un regalo de bodas. Una vez elegida una de estas posibilidades, el comprador determina el dinero que quiere gastar. Como mínimo han de ser 35 euros, y se establece un máximo de 3.000. En este caso, el comprador puede marcar un importe exacto, algo que no ocurre con Vueling o Ryanair.
Más libertad
El cheque regalo permite a los receptores elegir el lugar al que quieren volar y el momento en que quieren hacerlo, lo que aporta una libertad que no se consigue cuando el obsequio es un viaje organizado. Aunque en este caso se trataría de un regalo más elaborado, cabe la posibilidad de que la persona que lo recibe tenga compromisos ineludibles, no le guste el lugar elegido o prefiera realizar el trayecto en otras fechas. Para dar a estos cheques un carácter más personalizado se puede incluir en el bono el nombre de la persona que hace el regalo y el de la destinataria, junto con un texto en el que el emisor dedica, si lo desea, unas palabras a su amigo o familiar.
Lo más frecuente es que estos cheques para volar se envíen por correo electrónico. Una vez que el beneficiario los reciba y acepte el regalo -siempre que el comprador haya hecho efectivo el pago del cheque-, ya puede utilizarlos. Para hacerlo ha de consultar el itinerario de los vuelos en la página web de la compañía y después hacer la reserva, ya sea a través de Internet, como es el caso de Ryanair y Clickair, o mediante el centro de atención al cliente si se elige Vueling. Los cheques llevan un código que sirve para canjearlos por el viaje.
Hay que tener en cuenta que estos productos tienen fecha de caducidad, una información que aparece reflejada en el bono. Vueling da un año para gastarlos mientras que Ryanair y Clickair reducen este periodo a la mitad. En el caso de que se sobrepase esta fecha, ni el comprador ni la persona a la que se hace el regalo tienen derecho a ningún tipo de reembolso.
El cheque regalo ofrece más libertad para elegir el lugar y la fecha que un viaje organizado
Aunque el talón vaya destinado a una persona concreta, Vueling y Clickair posibilitan que ésta ceda su regalo a un tercero. Por eso las aerolíneas recomiendan mantener el bono en un lugar que no sea accesible porque, al igual que el receptor puede dárselo a un amigo, cualquiera puede utilizarlo para hacer una reserva a su nombre indicando el código que aparece inscrito. Sería, por tanto, similar a un cheque al portador. Ryanair, sin embargo, sólo deja que el regalo sea utilizado por el titular del mismo, sin que pueda dárselo a un tercero.
Cabe la posibilidad de que el regalo recibido sea por un importe inferior al del precio del trayecto que el usuario quiere realizar. En este caso, algunas compañías permiten pagar el resto con la tarjeta de crédito o canjeando otros bonos. Es decir, si el cheque es por 100 euros y el vuelo cuesta 120, el interesado puede abonar los 20 euros que faltan o utilizar otro cheque regalo o una parte de éste. Si, por el contrario, sobra dinero podrá usarse para otra reserva, siempre dentro de la fecha establecida y dependiendo de la compañía con la que se vuele. También se puede utilizar el sobrante para mejorar las condiciones de vuelo, elegir asientos Premium o XL, pagar tasas, equipaje adicional… Es importante que el comprador tenga en cuenta estos detalles -fecha de caducidad, ciudades a las que vuela la compañía, si se puede o no ceder a un tercero…- para elegir una u otra aerolínea a la hora de hacer el regalo.
Noches de tres, cuatro y cinco estrellas
Si regalar un vuelo es algo relativamente novedoso, la idea de obsequiar a una persona con un talonario de hotel es una opción más habitual en nuestro país. De hecho hace ya 20 años que la empresa Bancotel, pionera en este tipo de medios de pago, comercializa su producto en España. A ella se han sumado, a lo largo de esta década, muchas otras compañías.
Normalmente, estos talonarios se adquieren en agencias de viajes, aunque cada vez es más frecuente que el comprador pueda comprarlos a través de Internet. Algunas empresas permiten obtener los cheques por separado mientras que otras obligan a hacerse con el talonario completo, una opción que resulta más cara y menos flexible. El talonario Bancotel consta de cuatro talones de 50 euros y cinco de 10 euros. Juntando estos últimos con los de un importe superior el consumidor puede pagar en hoteles de distintos precios sin necesidad de recurrir a partes de otro cheque. Weekend Plan tiene talones de 50, 60, 75 y 90 euros que se pueden adquirir independientemente y además cheques monedero de 5 y 10 euros para combinarlos con los talones o pagar los gastos extra del hotel, los suplementos por tercera persona… Las empresas que venden estos medios de pago suscriben conciertos con hoteles, normalmente de tres, cuatro y cinco estrellas, para ofrecer a los clientes tarifas más reducidas que si reservaran directamente en el hotel.
Los talones incluyen también entradas a parques temáticos, alquiler de coches o cenas con espectáculo
Quien quiera hacer uno de estos regalos sólo tiene que acercarse a una agencia de viajes o solicitar los bonos por Internet. Puede elegir el talonario completo o una cantidad concreta para hacer el regalo. Si tiene alguna idea del lugar al que quiere viajar la persona receptora, es aconsejable que el comprador consulte en guías o catálogos si la empresa que comercializa los bonos tiene alojamientos en esta ciudad o compare precios entre hoteles, porque algunos pueden ofrecer tarifas más baratas que otros o mejores prestaciones al mismo precio -media pensión al precio de alojamiento y desayuno, descuento por tercera persona, etc.-. El beneficiario del regalo podrá utilizarlo en la fecha que desee y en el hotel elegido. Para ello es necesario hacer la reserva, ya sea a través de la página web o en la agencia de viajes; allí le indicarán el número de talones que necesita, que depende de la categoría del hotel y de la temporada. El importe del bono corresponde a dos personas en habitación doble.
El hecho de tener el talón no implica que el hotel tenga plazas en ese momento, así que es necesario reservar con antelación, sobre todo en ocasiones en que se prevea que el alojamiento pueda estar lleno. Aunque no es muy frecuente que las agencias cobren por la gestión, algunas sí que lo hacen. Además, hay que tener en cuenta la fecha de caducidad pues, al igual que sucede con los vuelos, sobrepasado ese día el regalo queda inutilizable.
Más que hoteles
Hoy en día los talonarios de viaje ofrecen mucho más que alojamientos, con lo que el regalo puede incluir un amplio abanico de actividades. Lo que empezó centrándose únicamente en hoteles incluye ahora alquiler de vehículos, billetes de barco, entradas a parques temáticos, estancias en paradores, balnearios… Con los cheques de Weekend Plan se puede alquilar un coche en Pepecar desde 35 hasta 150 euros al día dependiendo del vehículo. Otra de las posibilidades que ofrece es adquirir un pasaje para ir desde la península a Baleares, a Ceuta y a Tánger en ferry, además de billetes con Air Europa. Los parques temáticos también están incluidos así como el zoo, el teleférico, Faunia o cenas con baile y espectáculo.
Bancotel proporciona recorridos turísticos por Madrid y tarjetas turísticas para capitales como Córdoba, Málaga, Sevilla o Zaragoza. Además del acceso a Terra Mítica, cuenta con otras ofertas como estancias de salud en Nerja, Archena o León. Todo canjeable por uno o varios talones.