No hay piscina infantil y en la de adultos no se ven flotadores o manguitos. No se escucha a niños jugando o llantos nocturnos. A la hora de comer hay tranquilidad, los padres no gritan para que los pequeños dejen vacíos los platos y nadie corretea entre las mesas empujando a los comensales. La música es acorde a los gustos del público adulto y los animadores carecen de cuentos o juguetes infantiles. Son los hoteles sin niños, una opción para adultos con o sin hijos que quieren desconectar y pasar unas vacaciones tranquilas. En este artículo se detallan las características de los hoteles para adultos y las distintas maneras de dar con ellos.
Hoteles para adultos, especialización contra la crisis
Una de las fórmulas para salir de la crisis, en casi todos los ámbitos, es la especialización. En el sector vacacional, esto se ha traducido en un incremento de la oferta dirigida a determinados grupos, como puede ser el turismo rural, el de aventura, el de países exóticos o los cruceros, más allá del tradicional sol y playa o el de interior.
Muchos de los clientes de los hoteles solo para adultos son parejas que dejan a sus hijos con familiares para pasar unos días tranquilos
Pero ahora, la diversificación es todavía mayor. Estos sectores son mucho más reducidos y se centran en grupos más concretos: gourmets, personas que viajan con perros, gente a la que le gustan los hoteles temáticos decorados como si se tratara de películas, casas en las que pasar miedo o turistas que quieren aprender a pescar en el mar de forma tradicional. A todo esto se han unido, con buenos resultados, los hoteles solo para adultos.
Hoteles sin niños, para desconectar
Los hoteles solo para adultos han generado cierta polémica al vetar la entrada a niños y adolescentes. Hay quien ve en este tipo de negocios una discriminación a los pequeños e incluso creen que es inconstitucional no permitir la pernoctación de padres con menores. Si España fuera un país con pocos alojamientos, sería comprensible la postura de los detractores de estos establecimientos; sin embargo, hay más de 15.000 hoteles repartidos por la geografía española y la gran mayoría de ellos tienen infraestructuras y servicios preparados para todo tipo de público.
Los hoteles solo para adultos no suponen un rechazo a la familia, solo se trata de ocupar un nicho de mercado no cubierto hasta ahora
Y es que la filosofía de este tipo de hoteles no parte, en ningún caso, de un rechazo a las familias o a los más pequeños, como algunos han querido ver. Consiste solo en ocupar un nicho de mercado que hasta ahora no estaba cubierto. A veces, quienes los regentan son padres o madres de familia, pero saben que numerosos turistas buscan una paz y una tranquilidad en vacaciones que con los niños revoloteando no se encuentra. También es cierto que muchos padres tienen conductas permisivas hacia sus hijos sin preocuparse de que molesten al resto de los huéspedes, con lo que este tipo de hoteles son cada vez más necesarios para quienes desean desconectar de sus vástagos y del resto de los menores.
En las vacaciones los niños saltan, chapotean en el agua, se tiran a la piscina, bailan al ritmo de la música de grupos dirigidos a ellos, hacen actividades con animadores que conocen sus gustos y disfrutan de comidas especiales. Y para eso hay numerosos hoteles que dan la bienvenida a los más pequeños y les ofrecen lo que más les gusta. También hay alojamientos en los que las actividades y los horarios van dirigidos a un público adolescente, ruidoso, en cuyas discotecas suena música a todo volumen, con comida menos elaborada y precios bastante más bajos que los de la media.
Para cientos de personas este tipo de descanso sería un infierno, por lo que no es de extrañar que proliferen hoteles diferentes dirigidos solo a adultos que deseen tener unas auténticas vacaciones alejados de su día a día.
Hoteles para adultos: principales características
Estos alojamientos, como su propio nombre indica, no permiten la entrada a menores. En algunos se puede hospedar gente a partir de los 15 años y otros extienden su prohibición hasta los 16 o los 18. La mayoría no deja que pernocten personas que no hayan cumplido esta edad.
Es habitual que los hoteles solo para adultos sean más caros que los que admiten niños
Otros hoteles son más flexibles, la entrada no está prohibida y en ciertos casos se pueden hospedar niños, pero no les facilitan que se encuentren cómodos, porque no cuentan con menús especiales o actividades dirigidas a ellos y carecen de piscinas o música específica para sus gustos. Este tipo de locales más permisivos indican antes de que el usuario haga la reserva que la prohibición no es absoluta.
1. Tipos de hoteles
Al igual que ocurre con otro tipo de alojamientos, hay hoteles sin menores de muy diversas clases. Pueden estar en la playa, en el entorno rural, en ciudades… La mayoría de estos establecimientos son de cuatro o cinco estrellas, aunque es posible encontrar alguno de inferior categoría.
En general, se caracterizan por brindar a sus clientes detalles muy cuidados. La gastronomía en los establecimientos sin niños es de alto nivel, al igual que todo lo que rodea al comedor: instalaciones, cubiertos, mantelería y servicio. También las habitaciones se decoran con gusto. Con frecuencia, cuentan con servicios como spa, sauna, circuitos termales y actividades exclusivas para adultos, como excursiones y rutas enfocadas al público mayor de edad. Para momentos de ocio hay fiesta, música que puede ser relajada, actual, pero cuidada y sin que se escuchen acordes dirigidos a adolescentes o niños.
Estos hoteles pertenecen, por lo general, a cadenas que sí que aceptan familias en el resto de sus establecimientos y ven en los alojamientos para adultos una forma de diversificar su negocio, que además funciona en tiempos de crisis.
2. Perfil del cliente
Son personas a las que no les importa pagar más para poder disfrutar de sus vacaciones como desean hacerlo. Los nervios y el estrés que genera la crisis en muchos ciudadanos hace cada vez más necesario desconectar por unos días en un ambiente relajado. En muchos casos, los clientes de estos hoteles tienen hijos menores de edad que dejan en casa al cuidado de otros familiares porque quieren descansar. Por eso mismo eligen establecimientos donde no se permite la entrada a menores, ya que sus hijos permanecen alejados de ellos y no quieren que otros niños les molesten.
También hay parejas sin hijos, o con hijos mayores y grupos de amigos a los que no les gusta el revoloteo de los pequeños, al menos para las vacaciones, y tampoco los juegos que se hacen en la piscina o la música infantil que muchas veces suena en los hoteles de playa para familias.
Aunque cada vez son más los españoles que optan por las vacaciones para adultos, los extranjeros son los principales demandantes de habitaciones en los hoteles sin niños.
Dentro de los locales que no admiten menores empieza a haber especializaciones en función de los gustos e intereses de los huéspedes. Así se consigue que cada persona pueda encontrar las vacaciones perfectas. Algunos hoteles son nudistas, otros van dirigidos a un público al que le gusta cierto tipo de música y la fiesta y también hay alojamientos en los que solo pueden pernoctar mayores de 55 años.
3. Precios
La especialización y diversificación, la posibilidad de pasar unos días alejado de los niños, de los padres que ejercen su papel y de las actividades infantiles tiene un precio. Por regla general, este tipo de hospedajes son más caros que los hoteles tradicionales. Pasar una noche en ellos puede costar un 50% más e incluso el doble que otros alojamientos de la zona con la misma categoría que sí admiten menores.
Hay varias formas de buscar un hotel en el que solo admitan adultos. Se puede mirar por Internet, tecleando en un buscador “hotel sin niños” y la localidad en la que el usuario se quiere hospedar y aparecerán varias opciones. En los sitios de playa, con un mayor número de establecimientos, será más frecuente encontrarlo que en las zonas con poco turismo.
El boca a boca es otra de las posibilidades. Quien tenga relación con una pareja o un grupo de amigos que ha pasado sus días libres en uno de estos hoteles conocerá con mayor detalle el lugar y sabrá de primera mano si se adapta o no a sus gustos. También es posible meterse en foros o páginas en las que la gente dé su opinión para estar seguro de que se ajusta por completo a los requerimientos del viajero.
Pero para adelantarse a los problemas que pueda haber para encontrar alojamientos solo para adultos, también hay buscadores especializados que solo muestran hoteles en los que no se admiten menores. Pueden ofrecer casi 300 locales por todo el mundo con la seguridad de que en ellos solo habrá adultos.