Durante las estancias en el extranjero, la factura del móvil se puede disparar, por lo que se hace preciso buscar soluciones prácticas para que no sea así. Las medidas pasan por reducir el tráfico de datos o aplicar una serie de sencillos trucos con el fin de que el recibo de este servicio no genere ninguna sorpresa negativa. Aunque también se puede optar por sistemas alternativos que permiten comunicaciones de texto, voz y vídeo a través de Internet de forma gratuita, o al menos por una tarifa más barata, como se explica a continuación.
Activar el servicio de roaming
Durante las estancias en el extranjero, el consumo en los móviles puede disparar la factura de este servicio, muchas veces sin que lo detectemos al no disponer de la suficiente información sobre la tarificación desde otro país. Las llamadas a familiares o amigos y el acceso a los contenidos en Internet pueden incrementarse de forma notable desde el destino internacional y, por consiguiente, la facturación será más elevada.
Hay dos opciones tradicionales para evitar estos efectos no deseados: reducir la frecuencia de este tráfico de datos, o emplear una serie de trucos para que la factura no crezca de manera desproporcionada.
Pero, hoy en día, existe una alternativa que generan las últimas tecnologías: comunicarse con un software que permita comunicaciones de texto, voz y vídeo a través de Internet (VoIP) de forma gratuita, o cuanto menos, de un modo más económico. Eso sí, antes de realizar un viaje al extranjero, lo primero que habrá que hacer es comprobar si se tiene activado el servicio «roaming« (datos en itinerancia), para lo cual habrá que llamar al operador telefónico para que lo confirme. Si no es así, no hay que preocuparse mucho, porque lo darán de alta y el móvil ya estará preparado para hacer llamadas a España desde el extranjero.
Antes de realizar un viaje al extranjero, lo primero que habrá que hacer es comprobar si se tiene activado el servicio «roaming»
También puede darse el caso de tener contratada la modalidad de tarjeta prepago, que ya tiene activado este servicio por defecto. Pero habrá que confirmar si se tiene el saldo suficiente para hacer efectivas estas llamadas internacionales, ya que se evaporarán rápido si el tráfico de datos es regular y frecuente en esos días, y no quedará más remedio que recargarla.
En ambos casos, hay que confirmar si hay compatibilidad entre el móvil (GSM y 3G) y la red del país que se visita.
¿Tarifas diarias, planas o bonos?
La Unión Europea ha aprobado una ley para reducir los costes de los datos en «roaming» dentro de los países de la zona del euro. Es una excelente noticia para los usuarios, pero, a pesar de ello, tendrán que prever que los datos se siguen cobrando por megabyte y el consumo de 1 MB da para muy poco, por lo cual no es de extrañar que si se utiliza con cierta frecuencia este servicio, la factura descuadre el presupuesto.
Para ahorrar costes en el empleo de los móviles, se pueden contratar las tarifas que tienen las operadoras telefónicas para hablar o navegar desde el extranjero. Hay muchas propuestas y para todas las necesidades de sus clientes.
La más básica es la tarifa diaria, que no tiene cuota de alta, aunque el gasto fijo al día puede alcanzar los dos euros y por cada 25 MB consumidos en esa jornada.
Si esta respuesta es insatisfactoria, se puede comprar un bono que, si bien incluye una cuota de alta (en torno a cinco euros) y otra mensual más elevada (entre 10 y 20 euros), permite, si no un acceso ilimitado, sí el suficiente para hablar o navegar con mayor libertad con respecto a los anteriores modelos.
En los casos de mayor consumo de datos, la alternativa idónea es la de contratar una tarifa plana. Esta propuesta es más cara, en general sale a partir de una cuota mensual de 20 o 30 euros (en algunos casos incorporan un periodo de permanencia), pero es la más satisfactoria para los usuarios que estarán muchos días alejados de España y necesiten su móvil para comunicarse.
Programas con llamadas gratis
Hay otras opciones que permiten a los usuarios hablar gratis desde el extranjero, aunque en algunos casos la duración de la conversación es limitada. Afecta sobre todo a llamadas telefónicas, aunque en función del modelo elegido se puede ampliar también a mensajes de texto, pero no se aplica a la navegación por la Red. Son programas que dejan llamar gratis a cualquier usuario, en cualquier parte del mundo, que esté adherido al mismo. De no ser así, desaparece la gratuidad del servicio para cobrarse una tarifa, que por lo general será más barata con respecto a las llamadas desde el propio móvil.
Skype, Viber, Peoplecall o Evaphone son algunos software que los usuarios pueden instalarse de forma rápida y sencilla, con el objeto de abaratar o anular el coste de sus llamadas desde otro país.
Skype: su principal ventaja es que los usuarios de este sistema de comunicación pueden hablar entre ellos gratis, así como realizar videollamadas. Si se quiere llamar a una persona que no tiene instalado este programa, también se puede, aunque en este caso será un servicio de pago, pero con tarifas más económicas a teléfonos fijos y móviles de otros países, para lo que se puede elegir entre llamadas ilimitadas o un «paquete» de minutos. Incluso se disponen de planes para un solo mes.
Viber: es una alternativa para smartphone que permite hacer llamadas y enviar mensajes de texto, fotos, canciones y más tipos de archivos de manera gratuita a otros usuarios que tengan instalado este programa de comunicación en sus móviles. La aplicación Viber es gratis cuando funciona a través de la tarifa plana de internet (3G) o mediante una red wifi que se tenga cerca.
Peoplecall: una de sus principales apuestas es la posibilidad de hacer llamadas desde el móvil a otros países a precios más competitivos. Peoplecall se caracteriza porque estas conexiones se realizan sin Internet y sin 3G, por lo que se asemeja más a la telefonía tradicional.
Evaphone: es otro servicio gratuito para llamar desde el ordenador a un teléfono fijo de cualquier parte del mundo. No obstante, la duración de la llamada con Evaphone es limitada, a un máximo de cinco minutos por cada conexión y dos llamadas por día. Así que esta propuesta es adecuada para llamadas urgentes o de primera necesidad que no requieran mucho tiempo de consumo.
La última opción es la utilización en el extranjero de las redes wifi, que no cuestan dinero y de las que disponen muchos centros públicos (jardines, bibliotecas, ayuntamientos, etc.) y muchos establecimientos privados (cafeterías, restaurantes, clubes, comercios, etc.). Tiene una señalización reconocible (sobre todo en los países europeos y del norte de América) y basta con encender el ordenador portátil, PDA o móvil y seleccionar la red correspondiente para después abrir el navegador de Internet habitual e introducir cualquier dirección.
Los datos en itinerancia desde el extranjero pueden elevar mucho la factura en los móviles, pero los usuarios disponen de algunos mecanismos de autodefensa para evitar que suceda. Estas actuaciones pasan, sobre todo, por un uso más racional de este medio de comunicación:
Hacer las llamadas justas y necesarias, y dejar aparte todas las que no tienen la debida justificación. Ya habrá momento de realizarlas a la vuelta del viaje, porque pueden encarecer de manera notable la factura de ese mes.
Se debe navegar en páginas web que están diseñadas para los móviles, que requieren de muchos menos datos que en sus versiones tradicionales.
Tener mucho cuidado con hacer descargas, tener activadas las redes sociales o utilizar juegos. El empleo de estos servicios y aplicaciones puede jugar una “mala jugada” a los usuarios, ya que su tráfico de datos se incrementará de manera sustancial y se notará en la próxima factura.
Pueden revisarse los correos electrónicos, pero evitar abrir archivos adjuntos, a no ser que sea urgente. Si no es así, es preferible esperar a la vuelta para revisar estos documentos.
Navegar por las páginas webs necesarias e imprescindibles. Ya habrá tiempo para hacer un repaso a toda la prensa o informarse de cualquier incidencia. Cada dato transferido habrá que pagarlo, por lo que debe tenerse muy en cuenta.
Dejar para mejor ocasión la descarga de vídeos, películas u otros instrumentos audiovisuales. “Comen” muchos datos y es probable que no sean necesarios durante el viaje. Es preferible hacerlo a la vuelta del periplo por el extranjero.