Economista de profesión, José Hila es el actual regidor de Urbanismo, Vivienda Digna y Modelo de Ciudad de Palma de Mallorca. Y es muy conocido porque su ciudad ha sido la primera en prohibir “con matices” los pisos de alquiler turístico. Antes de ejercer su actual cargo ostentó la alcaldía de la capital de las Islas Baleares entre 2015 y 2017, y es también secretario de la Agrupación Socialista de Palma. Este palmense de la cosecha del 72 está casado y tiene dos hijas, y una de sus mayores prioridades es que Palma pueda seguir siendo un referente turístico sin perder su sabor ni dejar de ser una ciudad para sus habitantes.
La decisión del Ayuntamiento de Palma de no permitir el alquiler turístico en los pisos tiene un motivo claro: hemos priorizado el acceso al alquiler de los residentes. Dos datos nos demuestran claramente cuál es la situación en Palma. Por un lado, en los últimos años, los alquileres se han incrementado en un 40 %, mientras que las estancias turísticas en pisos han subido un 50 % en un año. Queremos que la gente de Palma viva en Palma, no que tenga que irse a otras localidades porque le es imposible encontrar un alquiler asequible.
“El alquiler turístico sí que está permitido, ya que puede darse en los unifamiliares, es decir, en chalés o pareados”
Hemos sido valientes y, sobre todo, hemos dado respuesta a una petición que los propios vecinos de Palma nos trasladaron a través de una iniciativa legislativa popular que el pleno del Ayuntamiento aprobó en julio de 2017. En esa propuesta se nos pedía no permitir el alquiler turístico en pisos, y así lo hemos hecho. Sí que estará permitido en los unifamiliares, es decir, en los chalés, pareados…
Palma está de moda. Es una ciudad en expansión que gusta y tiene que seguir gustando durante muchos años, no podemos morir de éxito. Tenemos una planta hotelera muy potente en zonas como la playa de Palma, eminentemente turística. Hasta ahora, el centro de Palma había quedado un poco al margen de este crecimiento. Sin embargo, esta dinámica ha cambiado y en un año se va a duplicar el número de plazas turísticas en el centro, pasando de 2.000 a más de 4.000. Esto implica que habrá mucha más oferta regulada que invertirá su dinero en los comercios, en los bares y en los restaurantes de nuestra ciudad. Creemos que son más que suficientes para atender manteniendo la calidad a los visitantes que escogen Palma como destino.
Además, estamos trabajando en la desestacionalización turística, es decir, en alargar la temporada turística y que no se concentre solo en los meses de verano. En Palma ya no dedicamos esfuerzos en la promoción del verano a nivel turístico, ahora promocionamos otras épocas del año para conseguir que la temporada no se reduzca a unos meses.
“Las denuncias por molestias ocasionadas por turistas que se alojan en pisos se han incrementado por cuatro en pocos años”
Lo que precisamente estamos haciendo con esta medida es proteger al ciudadano, al residente, a la persona que viene a Palma a trabajar. Queremos que los pisos se destinen a los residentes, que es el uso que deben tener. El uso turístico tiene que darse en los establecimientos que así lo tienen establecido.
Quiero destacar también otra cifra importante: las denuncias por molestias ocasionadas por turistas que se alojan en pisos se han incrementado por cuatro en pocos años. El residente tiene derecho a poder descansar en su casa, a poder encontrar un alquiler asequible. Es lo que nos reclaman. Además, quiero dejar claro que el alquiler turístico sí que está permitido, ya que puede darse en los unifamiliares, es decir, en chalés o pareados, por ejemplo.
Creo que hemos elaborado una buena propuesta a nivel técnico y jurídico. Podíamos decidir dónde permitir el alquiler turístico porque así nos lo manda la Ley de Turismo del Govern balear. Y es lo que hemos hecho. Entra dentro de nuestras competencias. Hay que remarcar que esta prohibición ya existía antes de la modificación de la Ley de Turismo. En Palma nunca se ha permitido alquilar una vivienda a turistas, lo que hemos hecho ahora es clarificar este concepto.
Una ley del Ejecutivo autonómico es, precisamente, la que nos ha pedido que decidamos dónde puede haber alquiler turístico y dónde no. El Govern balear ha marcado el camino y, una vez que se apruebe definitivamente por pleno no permitir las estancias turísticas en pisos, él es el que tiene las competencias para inspeccionar y sancionar los inmuebles que no cumplan con la normativa.
“Creemos que es la mejor solución para Palma, y para que Palma siga estando de moda”
Como he dicho, el objetivo es priorizar al residente. Creo que si todo el mundo cumple con la normativa, se reducirán las molestias y los alquileres empezarán a estabilizarse. Sabemos que esta práctica no es el único motivo de la subida de los alquileres, pero es innegable que ha influido. El Ayuntamiento tiene las competencias para no permitirlo; de ahí que hayamos decidido actuar. Lo peor que le puede suceder a una ciudad es que sus residentes tengan que abandonarla porque no consiguen un alquiler asequible. Eso no se puede ni se debe permitir.
El fenómeno del alquiler turístico en pisos afecta por igual a Europa y España. Palma no es un caso aislado. Desde que aprobamos esta iniciativa hemos recibido solicitudes de información de múltiples sitios: Sevilla, País Vasco, Canarias, Alemania e, incluso, Dinamarca. Es un problema global que no tiene una única solución. Nosotros hemos apostado por esta medida, y en otros lugares tal vez les vaya mejor otra. Somos una ciudad eminentemente turística, además de una isla con recursos limitados, por lo que nuestra situación puede que pueda, o no, extrapolarse a otros lugares. Creemos que es la mejor solución para Palma, y para que Palma siga estando de moda.