La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, anunció ayer que la nueva norma de protección de las viviendas frente al ruido, que será de aplicación obligatoria a partir del día 24 de abril, triplicará el aislamiento acústico de los hogares.
Durante la inauguración de la XVI edición del Salón Internacional de la Construcción Construmat 2009, Corredor destacó que «esta nueva normativa significará para los ciudadanos dejar de escuchar los taconeos del vecino de arriba, la televisión del piso de al lado, las sirenas y los cláxones de los coches de la calle o el ascensor subiendo y bajando. Significa, por tanto, una mejor calidad de vida».
Las innovaciones y mejoras que se han introducido en el nuevo texto, que sustituye al de 1988, son notorias. En el ruido aéreo, que es el que supone oír, por ejemplo, las voces del piso contiguo, se aumenta la exigencia de aislamiento de 42 a 50 decibelios. En relación con los impactos se reduce el ruido percibido entre viviendas de 88 a 65 decibelios.
Además, el nivel de ruido no se medirá, de ahora en adelante, en laboratorio sino «in situ», en la propia vivienda; y las exigencias de insonorización frente al ruido exterior «dependerán de la zona en la que se ubique la casa para garantizar los mismos niveles de silencio a todos los ciudadanos», explicó la ministra.
Pisos más caros
La nueva normativa sobre aislamiento acústico de los hogares conllevará un encarecimiento de hasta 9,17 euros del coste del metro cuadrado, lo que supone el 22,3% más respecto a la regulación anterior, según los cálculos del Gobierno.
Este incremento se percibirá en las viviendas en bloque de entre 50 y 80 metros cuadrados, con un dormitorio, mientras que en las viviendas unifamiliares será de menos de la mitad, 4,06 euros. En el caso de pisos con una superficie de entre 105 y 120 metros cuadrados y tres dormitorios, el aumento será de 7,89 euros por metro.