Debido a la crisis económica que atraviesa en los últimos años nuestro país, hoy en día el acceso a la vivienda es más complicado. Y quienes lo tienen sobre todo difícil son los jóvenes, debido a la falta de trabajo y la poca estabilidad laboral a la que se enfrentan. Sin embargo, muchos bancos ofrecen hipotecas especiales para menores de 35 años para hacer más sencilla la financiación de una casa. A continuación, se explica cómo son las hipotecas para jóvenes, los requisitos para acceder a ellas y todas sus ventajas e inconvenientes.
¿Quiénes pueden acceder a las hipotecas para jóvenes?
Muchos bancos son conscientes de las dificultades de los jóvenes españoles que sufren las consecuencias de la crisis. Por ello, tratan de ayudar a este segmento de la población con hipotecas especiales a fin de que puedan acceder a una vivienda. Sin embargo, no todos se lo pueden permitir, ya que los requisitos para conseguirlas son bastante estrictos:
- Como para cualquier hipoteca, se necesitarán ahorros. Aunque la financiación puede ser más elevada, en ocasiones de hasta el 100%, se exigirán ahorros para asumir los gastos de gestión, que suponen entre un 10% y 15% del valor de la casa.
- Contar con un contrato indefinido, con un sueldo alto. Además, la antigüedad en el trabajo también será un punto a favor para que el banco acabe concediendo la hipoteca.
- Por lo general, muchas entidades requieren de una persona que avale la hipoteca. Desafortunadamente, las condiciones económicas de muchos jóvenes son inestables, así que el banco exigirá que una persona se haga cargo de la hipoteca en caso de que no se puedan afrontar las cuotas. Hay que tener en cuenta que si no se dispone de aval, la hipoteca se calificará como de alto riesgo, es decir, que contendrá condiciones más estrictas.
- Solo tienen acceso a estas hipotecas las personas cuya edad se encuentre comprendida entre los 18 y 35 años.
¿Qué ventajas tienen?
Para un banco es interesante que un joven solicite una hipoteca en su entidad, ya que de esta forma se asegura un cliente fiel durante muchos años, que es probable que contrate otros productos y servicios de la entidad. Para hacer las hipotecas más atractivas y fáciles de afrontar, se incluyen algunas ventajas:
- Plazos más largos que pueden llegar a los 40 años; de esta manera las cuotas mensuales son más reducidas.
- La financiación puede ser superior al 80%, a diferencia de las hipotecas normales. Además, existen más alternativas de optar a una hipoteca 100% de financiación, si está subvencionada por ayuntamientos o comunidades autónomas.
- Flexibilidades de pago para hacer más llevaderas las cuotas. Muchas entidades dan la posibilidad de escoger la forma en la que se quieren abonar las mensualidades, constantes o crecientes, es decir, pagando menos al principio. Además, en muchas se incluye la opción de solicitar una carencia de capital.
- En numerosas ocasiones aplican un tipo de interés más reducido y menos comisiones, por lo que pueden ser más baratas que una hipoteca normal.
- En general, si se solicita una hipoteca joven en un banco que tenga convenio con administraciones públicas, no se incluyen cláusulas abusivas como la cláusula suelo o la obligación de contratar productos y servicios vinculados a la hipoteca.
Problemas de los jóvenes para conseguir una hipoteca
Aunque hay bancos que hacen ofertas especiales para que muchos jóvenes puedan acceder a una vivienda y se conviertan en propietarios, no todos pueden permitirse hipotecarse a esa edad y deben optar por el alquiler. Las principales complicaciones que afectan a este sector de la población hoy en día y que complican la posibilidad de que puedan firmar una hipoteca son:
- Falta de ahorros. La mayoría de los jóvenes tendrá menos dinero ahorrado, ya que ha tenido menos años para ir guardando cada mes una parte de su sueldo.
- Inestabilidad laboral. La tasa de paro juvenil en el cuarto trimestre de 2015 fue de alrededor del 20%, un valor que demuestra las dificultades que tienen para acceder al empleo y que éste sea indefinido.
- Otro de los problemas de los jóvenes es la falta de experiencia profesional, que en ocasiones hace complicado encontrar un buen trabajo con el que se pueda afrontar una hipoteca.
- Como consecuencia, las nóminas son más bajas, lo que hace complicado encontrar una hipoteca con la que se tenga que destinar menos del 35% del salario.