La banca ética es la que se ampara en la defensa de valores y combina los intereses económicos con los culturales o medioambientales. Por supuesto, entre sus productos están los préstamos hipotecarios. Pero, ¿se puede cambiar la hipoteca desde una entidad convencional a un banco ético? Sí, pero hay que tener en cuenta algunas cosas. En este artículo se explica cómo cambiar la hipoteca a un banco ético y cuánto dinero cuesta.
La decisión para optar por la banca ética para comprar un piso se debe a dos razones. Por una parte, es una apuesta personal que se basa en asumir una serie de valores comprometidos con la sociedad. Y, por otra, pueden ser interesantes sus condiciones de contratación para la nueva hipoteca.
En este sentido, Triodos Bank -uno de los representantes de este modelo financiero, aunque hay más bancos «éticos»– ofrece su propuesta desde el euríbor + 1,00% (1,50% TAE variable). Pero puede mejorarse su interés, si la vivienda presenta mejor certificación energética. No tiene comisión de apertura, pero a cambio habrá que domiciliar la nómina, tres recibos domésticos y varios seguros vinculados al hogar.
La solución para trasladar la hipoteca de entidad, en este caso a la banca ética, está en la subrogación. No es un paso sencillo de dar, porque será necesario analizar y confrontar los gastos que conlleva. Para cambiar la hipoteca a la banca ética, además, la entidad demandará que sus titulares lleven con este producto varios años de contratación y, por supuesto, sin ninguna clase de impagos o abonos realizados fuera de plazo.
Paso 1. Qué pagos hacer para cambiar la hipoteca a la banca ética
El primer paso consistirá en formalizar algunos pagos. Entre ellos está la comisión de cancelación de la hipoteca (entre el 1% y 2%) y la comisión de apertura de la nueva, si la hubiese. El mayor problema reside en que habrá que abonar de nuevo algunos de los gastos de la hipoteca, como los impuestos y algunas gestiones administrativas.
Imagen: AlexanderStein
Paso 2. Ver si es rentable cambiarse a la banca ética
Hay que comprobar cuáles son los desembolsos de la hipoteca, la cuota mensual y el plazo de amortización que saldrá a partir de la puesta en marcha de la subrogación del crédito hipotecario. Este paso es importante para conocer la rentabilidad de la operación y si es beneficioso firmarla para la financiación de la vivienda.
En cualquier caso, el coste dependerá en gran medida de las condiciones en que se ha formalizado el primer crédito. Calculadora en mano, será el momento para decidir si merece realmente la pena optar por esta estrategia.
Paso 3. Analizar otras comisiones que hay que abonar
Lo primero, y antes de formalizar un cambio en la hipoteca, será necesario conocer si entre sus cláusulas se encuentra la comisión de subrogación, ya que es muy frecuente. No tiene un porcentaje fijo, sino que se mueve en una franja que va del 0,50% al 1,50% sobre el capital dispuesto para la adquisición de la casa.
Esta comisión es la cantidad que cobrará el banco en el caso de que decidir cambiar y, por lo general, es el equivalente a los gastos generados por todos los trámites administrativos que se llevan a cabo con esta operación.
La comisión de subrogación o cancelación de la hipoteca, si está firmada con la anterior entidad financiera a partir de 2007, no podrá superar el 0,50%. Se trata de un cálculo importante para decidir si merece la pena asumir las nuevas condiciones.