Hay dos variedades populares del pan de higos, la que se asemeja más a un pan de frutos secos cualquiera y el pan de higos prensado:
- Pan de higos:
Este pan que suele presentarse en forma de bollo y se obtiene añadiendo higos secos, azúcar y margarina a la masa de pan normal. Su sabor es dulce y su contenido en azúcares y calorías notable.
- Pan de higos prensado:
El pan de higos prensado, es un producto derivado del higo seco y especialmente apreciado en la gastronomía andaluza. Los más famosos y populares en España, de hecho, son los que se elaboran en la villa de Cuevas, Almería.
Consisten básicamente en una torta redondeada y plana, elaborada con higos secos picados unidos a diversos frutos secos y condimentos o especias: almendras, anís, canela, clavo, pimienta, cáscara de naranja y aguardiente de anisado, todo ello mezclado con agua de hinojo.
Este tipo de pan se parece más a un dulce que al resto de panes, ya que esencialmente aporta azúcares, grasas procedentes de los frutos secos (de tipo insaturado y beneficiosas para la salud cardiovascular), y mucha fibra, proteínas vegetales, vitaminas y minerales.
Un buen bocado de energía
Además de los ingredientes convencionales del pan tradicional, esta variedad contiene higos secos, azúcar y margarina, lo que determina su alto aporte de calorías. El contenido en grasa del pan de higos es similar al del pan de pasas y muy superior al pan blanco, debido a los dichos complementos. Esto hace que esta variedad presente una cantidad importante de grasas insaturadas debido a la margarina, lo que lo diferencia del pan de pasas, que incorpora mantequilla, rica en grasas saturadas.
Es un pan rico en calorías, rico en azúcares y fibra que, aunque no conviene ingerirlo habitualmente, aporta un aporte energético extra
Su alto aporte en calorías también se debe a que contiene más azúcares simples que el blanco, procedentes de los higos secos y del azúcar común, o sacarosa, que incorpora la mezcla.
Las características que presenta el pan de higos lo convierten en un alimento idóneo para quienes requieren de un aporte energético extra, como es el caso de los deportistas, los niños y adolescentes o las personas desnutridas o con bajo peso.
Por su elevado aporte de fibra, este pan tiene un suave efecto laxante, beneficioso para quienes sufren de estreñimiento. No obstante, debido a su aporte calórico, grasas y azúcares, no conviene emplearlo de forma habitual, o al menos en alta cantidad. Asimismo, hay que considerar que este pan no es apto para los que presentan intolerancia al gluten (celiaquía), ya que se elabora con harina de trigo, ni para quienes padecen diabetes u otras enfermedades que requieren de dietas controladas en hidratos de carbono y grasas.
Su elaboración
Existen distintas fórmulas para su elaboración, pero en general puede decirse que por cada 10 kilos de harina se emplean hasta 3 kilos de higos secos, añadiendo a la mezcla 2 kilos de margarina, 1 kilo de azúcar, agua, levadura, masa madre (elaborada con harina y levadura para fermentar la masa) y sal.
- En primer lugar se amasan todos los ingredientes salvo los higos, que se incorporarán al final.
- A continuación se deja la mezcla en reposo unos 15 minutos.
- Seguidamente se dividen las piezas, se les da forma circular y dejan de nuevo en reposo durante 15 minutos.
- Pasado este tiempo se forman barras bien apretadas que se dejan fermentar unas 2 horas, lo que hace que aumenten el doble su volumen inicial.
- Finalmente, se pinta la superficie con huevo para que adquieran un tono brillante y dorado en el horno, se les hace unos cortes y se hornean a unos 190º.