El melón cantalupo (Cucumis melo cantalupensis) ya era conocido en tiempos de los egipcios y romanos. Hoy en día, Francia es el principal país productor de esta variedad, y es por ello que se le conoce también como melón francés. Asimismo, también se le llama melón dulce por su sabor y melón amarillo por su color. En España, esta variedad se cultiva en las regiones de Murcia y Almería.
Propio del verano
El melón cantalupo difiere del común en cuanto a forma y color. Su forma esférica y el color amarillo verdoso de la piel son las características que más destacan de este fruto. El tamaño es inferior al del melón habitual, y su peso oscila entre los 700 y los 1500 gramos. Su piel también es más fina, y presenta unas rayas o vetas longitudinales que van desde la base del fruto hasta el pedúnculo. Conviene que éstas sean gruesas y ásperas, pues la piel suave y lisa en esta variedad de melones no es un indicativo de buen estado. La pulpa del melón cantalupo tiene un color anaranjado semejante al de la calabaza. Desprende un aroma muy característico.
Esta variedad se vende en el mercado durante todo el año, aunque su mejor temporada es la que transcurre entre los meses de junio y agosto. Es en esta época cuando el fruto ha desarrollado el sabor dulce tan particular que le caracteriza. El color amarillo de su piel puede llevar a pensar que están en su punto óptimo de maduración. Sin embargo, no es así. Uno de los indicativos más claros de madurez en este melón es su aroma, que debe ser delicado y dulce.
Rico en betacaroteno
El 80% de la composición de esta fruta es agua, y las escasas calorías que aporta se deben a su contenido moderado de azúcares simples.
Pero si por algo destaca el melón cantalupo con respecto a otras variedades es por su elevado contenido en betacaroteno, precursor de la vitamina A, de acción antioxidante y responsable del color anaranjado de la pulpa. Además, esta vitamina es un nutriente esencial para la visión y para el mantenimiento de los tejidos y el cabello. Es el propio organismo quien se encarga de transformar el betacaroteno en vitamina A conforme lo va necesitando.
El melón cantalupo, especialmente dulce, tiene un importante efecto antioxidante por la acción de las vitaminas A y C
La vitamina C también destaca en esta variedad de melón, y presenta asimismo una acción antioxidante. Entre los minerales, se pueden resaltar principalmente el potasio y el magnesio.
Mucho más que un postre
El melón cantalupo puede emplearse en la elaboración de muchas recetas y no sólo como postre. Su agradable sabor y su textura suave hacen que se adapte a muchos alimentos, proporcionando un sabor dulce a los platos. Un ejemplo de ello es el tradicional melón con jamón. Asimismo, se pueden preparar refrescantes helados, batidos e incluso ensaladas. Un ejemplo de ensalada es aquella que combina el melón con diferentes tipos de lechuga, aguacate, pimiento, piña, sandía y pepino, ingredientes con los que se consigue un plato colorido y muy apetecible.
Este fruto también puede emplearse en la elaboración de una receta tan popular como la del gazpacho. En este caso, el plato recibe el nombre de gazpacho de melón. Para elaborarlo, se mezclan algunos alimentos típicos de este preparado, como la cebolla y el pimiento, con otros más novedosos como la sandía, el zumo de naranja, la lima o, en este caso concreto, el melón cantalupo.
Estos son algunos ejemplos del empleo del melón en la cocina: