Además de ser un alimento muy sano y con importantes propiedades nutricionales, la zanahoria es una de las hortalizas más versátiles de la cocina. Queda muy bien en casi todos los platos salados: guisos, sofritos, ensaladas… Pero también son muy adecuadas para la repostería. Su textura, su color y su ligero sabor dulzón la convierten en un ingrediente idóneo para diversas recetas dulces. La más conocida es la tarta de zanahoria, una exquisitez para acompañar el té o el café. Pero hay muchas otras preparaciones. A continuación, se reseñan tres recetas dulces con zanahorias.
1. Mermelada de zanahoria
Esta es una receta muy fácil de hacer que aportará algo de novedad en las meriendas y los desayunos. Para elaborarla se necesitan solo tres ingredientes: 500 gramos de zanahorias, 125 gramos de azúcar y un limón.
Se pone a hervir abundante agua en una olla, mientras se lavan las zanahorias y se pelan. Después, se introducen en el agua caliente y se dejan cocer hasta que estén blanditas. Una vez que estén cocidas y tiernas, se sacan del agua, se escurren y se pasan por la batidora hasta formar un puré (si no hay batidora, se pueden triturar aplastándolas con un tenedor). Se coloca el puré de zanahoria en un cazo, se agrega el azúcar (removiendo), se añade un poco de ralladura de limón y se vierte el zumo del limón. La mezcla se cuece a fuego medio, hasta que tenga consistencia. Se deja enfriar, se pone en un tarro de cristal y se guarda en la nevera para que se asiente y enfríe. ¡Listo! Ya está lista una exquisita mermelada para untar tostadas, magdalenas, bizcochos o galletas.
2. Galletas dulces de zanahoria
Las galletas son una de las recetas más divertidas y familiares: a los niños les encanta hacerlas y comerlas. Para preparar estas galletas se necesitan estos ingredientes: 100 gramos de zanahorias, un huevo, 200 gramos de harina, 25 gramos de mantequilla, 20 gramos de azúcar, 25 gramos de miel, media cucharadita de bicarbonato y un poco de mermelada (de naranja, de zanahoria o de la que se tenga en casa).
En un bol amplio, hay que mezclar el azúcar y la mantequilla hasta obtener una pasta. Se agregan la miel, el huevo y la zanahoria finamente rallada, para de nuevo mezclar bien todos los ingredientes y reservar. Se añade la harina con el bicarbonato y se amasa bien, hasta conseguir una masa elástica que se deja reposar en el frigorífico durante diez minutos. Después, se saca y se estira en una superficie lisa cubierta de harina (para evitar que se pegue). La masa estirada debe tener, más o menos, un grosor de medio centímetro. Se cortan las galletas con las formas deseadas, se pintan con un poquito de mermelada y se espolvorea una pizca de azúcar por encima. Para terminar, se precalienta el horno a 180 ºC, se forra una fuente de horno con papel especial y se colocan las galletitas para que se horneen durante 15 minutos. Hay que dejar enfriar antes de servir.
3. Tarta de zanahoria con crema de queso
Esta receta es la estrella de la repostería con zanahorias. Se trata de una de las tartas o bizcochos más populares y con más versiones (solo en el recetario de EROSKI CONSUMER hay cuatro). El pastel de zanahoria es tan rico que tiene fans, hay decenas de recetas para hacerlo, con ligeras variaciones e, incluso, existen sitios web que las recopilan.
Para elaborar esta receta se necesitan los siguientes ingredientes: 225 gramos de zanahoria rallada, 200 gramos de harina de repostería, 450 gramos de azúcar, 200 ml de aceite (de girasol o de oliva), cuatro huevos grandes, 100 ml de zumo de naranja, un sobre de levadura en polvo, una pizca de sal, una cucharadita de bicarbonato y otra de canela en polvo. Para la cobertura, se precisa de: 400 gramos de queso crema y 175 gramos de azúcar.
Primero hay que limpiar, pelar y rallar las zanahorias y reservarlas. En un bol amplio se mezclan la harina, la levadura, el azúcar, el bicarbonato, la canela en polvo y la sal. Mientras, se baten los huevos en otro recipiente, se agrega el aceite y se bate un poco más. Cuando el aceite y los huevos estén mezclados, se vierten poco a poco en el bol con la harina y los demás ingredientes y se mezcla todo con la batidora de varillas, hasta conseguir una textura homogénea. Por último, se añaden las zanahorias ralladas y el zumo de naranja. Cuando se tenga lista la mezcla, se precalienta el horno a 180 ºC. Mientras, se unta un molde para tarta redondo y desmontable con un poco de mantequilla y se espolvorea de harina (así la tarta no se pega). Se vierte la mezcla en el molde y se introduce en el horno, durante 45 minutos aproximadamente (es conveniente comprobar con un palillo si el bizcocho está hecho). Una vez cocido, se saca y se deja enfriar.
Mientras el bizcocho se enfría, se puede elaborar la crema de cobertura. Para ello, se coloca el queso crema y el azúcar en un vaso de batidora y se baten con las varillas hasta obtener una textura untuosa y densa, de color blanco, que se debe guardar en la nevera. Cuando esté fría, se utilizará para cubrir (o rellenar) el pastel de zanahoria.