Descripción: Es una planta perteneciente a la familia botánica de las Liliaceas. Es rica en vitaminas, aminoácidos y enzimas. La palabra «aloe» deriva probablemente del árabe «alloeh», que significa «sustancia amarga» o bien del griego «Alos» que significa «mar». Viene designada con la palabra latina «vera» porque en la antigüedad esta variedad era considerada la más eficaz de las medicinas populares. Crece en climas tropicales, en terrenos arenosos y áridos. Se asemeja a un cactus pero en realidad es una planta perenne. Se caracteriza por hojas verdes y largas, duras, con forma de espada, con punta aguda y una serie de puntas de aspecto amenazador sobre cada borde. Las hojas crecen directamente del suelo, según un esquema de arandela. El género aloe tiene la capacidad de conservar el agua de lluvia lo que le permite sobrevivir por largos periodos de tiempo en condiciones de sequía. Después de tres años de vida de la planta, el gel contenido en las duras hojas verdes externas está al máximo de su contenido nutricional. Propiedades: Es muy rica en nutrientes y otras sustancias de interés para nuestro organismo con acción emoliente, cicatrizante, coagulante, hidratante, antialérgica, desinfectante, atiinflamatoria, astringente, colerética y laxante. Los científicos han identificado más de 75 compuestos; principalmente vitaminas, minerales, enzimas y aminoácidos. – Vitaminas: Betacaroteno, B1 o tiamina, B2 o riboflavina, B3 o niacina, B6 o piridoxina, B12 o cianocobalamina, vitamina C ó ácido ascórbicoy vitamina E (tocoferol). – Minerales: Calcio, fósforo, potasio, hierro, sodio, magnesio, manganeso, cobre, cromo y cinc. – Polisacáridos (1200-2000 mg/Litro): Un número en constante aumento de terapeutas y médicos han trabajado durante años con el aloe vera y han comprobado con la práctica sus beneficios. Se piensa que uno de los principales factores de las propiedades curativas de esta planta sea su contenido de polisacáridos o hidratos de carbono complejos. – Aminoácidos: Esenciales; isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina y valina. No esenciales: ácido aspártico, ácido glutámico, alanina, arginina, cistina, glicina, histidina, hidroxiprolina, prolina, serina y tirosina. – Enzimas: Entre otras; Fosfatasas-amilasas-bradiquinasas que estimulan el sistema inmunitario y tienen acción analgésica y antiinflamatoria, catalasas que previenen la acumulación de agua en el cuerpo, celulasas que favorecen la digestión de la celulosa, creatina fosfoquinasa de acción en el músculo y lipasas que ayudan a la digestión. – Ácidos grasos: En particular, el ácido caprílico, el cual se usa en el tratamiento de las infecciones por hongos. – Otras sustancias con efectos medicinales: Aloina (antibiótico, purgante), isobarbaloina (analgésico, antibiótico), ácido aloetico (antibiótico), emodina (bactericida, laxante), ácido cinámico (analgésico, anestésico), aceite eterolo (tranquilizante) y ácido crisafanico (fungicida para la piel)…Indicaciones: Sequedad de la piel, manchas en la piel, irritaciones cutáneas, quemaduras, acné, eccemas, verrugas, psoriasis, torceduras, esguinces, dolores reumáticos, artritis, úlceras bucales, gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del colon irritable y flatulencias.Precauciones: Evitar durante los periodos de embarazzo y lactancia. No deben ingerirlo niños menores de 6 años.Plantas con las que combina: Llantén mayor, malvadisco, malva, avena, rosal, aceite de onagra, borraja, caléndula y cola de caballo.Formas de presentación: Se administra oralmente bajo forma de bebida (zumo de las hojas, té de aloe) y en polvos y cápsulas. El aloe vera actúa como purificante y desintoxicante dulce (es necesario utilizar solo el gel y no la aloina presente bajo la capa de recubrimiento de la hoja), actuando sobre todo el aparato digestivo y penetrando en el tejido celular. Elimina las células muertas de la piel, ayuda a regenerar el crecimiento de las nuevas y favorece la salud de los tejidos acelerando la curación. Consejos para su empleo: 1. Dejar al aloe tiempo suficiente para actuar (al menos tres meses) de forma que el organismo pueda adaptarse al producto bajo el asesoramiento de un profesional cualificado. 2. Cuando comience a tomar aloe vera en forma líquida debe nivelar cual es la dosis óptima para usted. La dosis depende del uso, por lo que es distinto si lo pretende solo como tónico, o bien, para un problema específico, digestivo o de la piel. 3. La mayoría de la gente toma el zumo con el estómago vacío, pero se dice que ayuda a las digestiones por lo que puede tomarse un poco antes o poco después de comer abundantemente. 4. Si surgieran síntomas aparentemente sin motivo y se piensa que la causa pueda ser del aloe vera, suspendan la toma por dos o tres días. Se recomienda comenzar de nuevo con dosis muy pequeñas que se irán aumentando progresivamente, para dar tiempo al organismo a habituarse a esta sustancia. 5. Si se sufre un aumento de las deposiciones, es necesario beber mucha agua y disminuir la dosis de aloe vera.