En los últimos 15 años, la sinusitis ha adquirido una notoriedad indiscutible por dos razones: ser una enfermedad frecuente y tener un impacto considerable sobre la salud pública general y los recursos económicos destinados a su tratamiento. Su origen, bacteriano, fúngico, alérgico o viral, plantea dudas de tratamiento importantes. Aunque solo las infecciones bacterianas deberían tratarse con antibiótico, en realidad, estos fármacos se recetan en la mayoría de los casos, cuando sería suficiente con un tratamiento dirigido a los síntomas.
Los antibióticos no ayudan a combatir la mayoría de las infecciones sinusales, aunque los médicos los prescriben de manera habitual para ese fin, según un estudio realizado en EE.UU., llevado a cabo por científicos de la Universidad de Washington y publicado en la revista ‘Journal of the American Medical Association’. Los investigadores han detectado que este tipo de fármacos no alivian los síntomas de los pacientes o no permiten que estos se reincorporen antes al trabajo.
Los antibióticos para las sinusitis funcionarían como un placebo. En el estudio, 10 días de amoxicilina (antibiótico similar a la penicilina), en comparación con el placebo, no redujeron los síntomas de rinosinusitis aguda a los 3 días de tratamiento. Los científicos aseguran al respecto que quizá los antibióticos se usan de forma excesiva en el entorno de atención primaria. Los Centros estadounidenses para el Control y Prevención de Enfermedades han puesto en marcha una campaña para el uso razonable de estos medicamentos.
En la práctica, en lugar de la administración de antibióticos, como la amoxicilina usada en este estudio, los investigadores sugieren centrarse en el tratamiento de los síntomas, como dolor, tos y congestión. Esto se une a una conducta expectante para confirmar si se requiere algún tipo de tratamiento adicional.
¿Antibióticos para la sinusitis?
En vez de usar antibióticos, los resultados sugieren que el tratamiento de la sinusitis se centre en el control del dolor, la tos y la congestión
La sinusitis aguda afecta, al menos, a uno de los senos paranasales y a la nariz. Su etiología puede ser viral, alérgica, bacteriana o fúngica y dura menos de cuatro semanas. Es una de las condiciones que se consultan con mayor frecuencia en atención primaria y, como norma general, se trata con antibióticos. No obstante, la evidencia señala que un alto porcentaje de pacientes mejora sin necesidad de ellos, de modo que su uso debería sopesarse frente a los costos, las reacciones adversas y el incremento de la resistencia bacteriana. Aunque los médicos son conscientes de todo ello, se prescriben igual.
Menos del 2% de las infecciones sinusales son bacterianas. La mayoría de los casos son víricos (200 veces más que bacterianos) y no requieren antibióticos. Por este motivo, la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas ha elaborado directrices que recomiendan tratar solo a pacientes cuyos síntomas duran por lo menos 10 días, pacientes con mal estado general, con fiebre alta o que mejoran, pero después empeoran.
Sinusitis vírica, sinusitis bacteriana
El mayor dilema diagnóstico actual es determinar la participación bacteriana, viral o fúngica en el proceso inflamatorio, ya que solo en los casos de infección por bacterias el paciente puede beneficiarse de la terapia con antibióticos. El problema es que con los síntomas, como rinorrea, congestión nasal, dolor de cabeza, odontalgia maxilar, estornudos, dolor de garganta, tos, sensación de presión en el oído, fiebre y mialgias, no es fácil distinguir las diferentes dolencias.
Diversas técnicas avanzadas de diagnóstico por la imagen, como la tomografía computerizada o la resonancia magnética, han facilitado esta distinción, aunque tampoco es útil del todo. Para un diagnóstico certero, sería necesaria una aspiración directa con una pequeña cánula del contenido de los senos nasales mediante la introducción de un catéter, pero al ser una intervención agresiva, no se aplica de forma sistemática.
Aunque el tratamiento médico se recomienda para aliviar los síntomas, acelerar la curación, prevenir complicaciones y que el mal se cronifique, según datos aportados por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, en cerca del 40% de los pacientes el malestar se resuelve de manera espontánea.
Un estudio publicado recientemente en la revista ‘Journal of Pain’, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Stanford en más de 72.000 pacientes, ha confirmado que la intensidad del dolor es mayor en las mujeres que en los hombres. Ocurre en varias afecciones, entre ellas la sinusitis, pero parece que podría extrapolarse a más enfermedades. Con anterioridad ya se habían documentado algunas diferencias de género ante algunas enfermedades, como la fibromialgia y la migraña, pero para la sinusitis es la primera vez.
Una dolencia asociada con la gestación, “la rinitis del embarazo”, puede provocar, sin ser muy grave, un gran malestar que hace que la mujer se sienta más cansada. También puede ayudar al desarrollo de infecciones en los oídos o sinusitis crónica. A raíz de los resultados de esta investigación, el control del dolor sería un factor importante para tener en cuenta.