Una de las infecciones de transmisión sexual más extendidas en el mundo es la provocada por el virus del papiloma humano (VPH). El estudio Cleopatre, la primera investigación sobre su epidemiología en España, ha revelado que afecta a más mujeres de lo esperado, dos millones, y que estas son cada vez más jóvenes, en torno al 29% tienen entre 18 y 25 años. La relajación en cuanto a conductas sexuales tiene un precio para la salud, de ahí que la prevención sea indispensable. En este artículo se analizan los datos de este último estudio y se explica por qué los expertos recomiendan utilizar el preservativo aunque no proteja al 100% frente a la infección, vacunarse y acudir a las revisiones ginecológicas.
Las afectadas por VPH: jóvenes y con varias parejas
El reciente estudio Cleopatre, llevado a cabo por el Instituto Catalán de Oncología (ICO), publicado en ‘Journal of Medical Virology’, apunta que el virus del papiloma humano (VPH) en España afecta a más mujeres de lo que era de esperar. Los datos que se conocían hasta este momento procedían de otra investigación realizado en Barcelona, en el que los científicos observaron que el porcentaje de mujeres infectadas por el VPH era más bajo, como mucho del 10%.
«El valor añadido de este nuevo trabajo es su credibilidad, ya que está muy bien hecho, y su representatividad, al ser muy amplio y abarcar datos de mujeres de todas las comunidades autónomas», destaca Xavier Castellsagué, miembro del Programa de Investigación en Epidemiología del Cáncer, del ICO, y principal autor del estudio.
El 14,3% de mujeres de entre 18 y 65 años están infectadas por el VPH
Esta es la primera investigación sobre la epidemiología del VPH en España. Se ha realizado en un total de 3.300 mujeres de más de 18 años y de todo el país, entre los años 2007 y 2008, cuando aún no se administraba la vacuna contra el VPH. Según este estudio, el porcentaje de mujeres de entre 18 y 65 años infectadas es del 14,3%. La franja de edad más afectada es la más joven, la que abarca de los 18 a los 25 años, ya que alcanza el 28,8%; y a partir de los 26 años, decrece con la edad. En total, se estima que hay dos millones de mujeres infectadas en España.
Según el estudio Cleopatre, que confirma datos de otra investigación del ICO (Afrodita), la mayor frecuencia del virus entre las jóvenes responde al inicio precoz de las relaciones sexuales. La media de edad de la primera relación es de 16,9 años entre las mujeres que hoy están en la franja de los 18 a 25 años, mientras que las de 56 a los 65 años se iniciaron a los 22,7 años. Asimismo, el 44,9% de las jóvenes de 18 a 25 años han tenido entre dos y cuatro parejas sexuales, frente al 16,1% de las mujeres de 56 a 65 años que dicen haberlas tenido.
Los tipos de VPH más cancerígenos
El VPH es la infección de transmisión sexual más común en todo el mundo. Se calcula que el 80% de las mujeres activas sexualmente habrán entrado en contacto con este virus a lo largo de su vida. E incluye hasta 150 genotipos o distintos tipos que pueden infectar durante las relaciones sexuales. Muchos de ellos no son agresivos y desaparecen de manera espontánea al cabo de 8 o 12 meses, mientras que las infecciones por otros tipos virales más severos perduran más tiempo, hasta dos años.
«De todos los cánceres de cuello de útero, alrededor del 70% están provocados por los genotipos 16 y 18»
Además, entre todos los tipos de VPH, figuran algunos (alrededor de 15) con una alta capacidad de provocar cáncer de cuello de útero. Uno de ellos es el 16. «De todos los cánceres de cuello de útero, alrededor del 70% están provocados por los genotipos 16 y 18; el 16 es el responsable del 60% de este cáncer, mientras que el 18 lo es de un 10% de los casos», informa Castellsagué. En el estudio español realizado ahora, se ha visto que el 84% de todos los genotipos detectados eran de alto riesgo, es decir, con una alta capacidad para provocar cáncer. De ellos, «se ha observado que el 16, que es el más oncogénico, también es el más frecuente. Lo tienen el 3% entre las participantes de la investigación», asegura el científico.
La vacuna frente al VPH aún no influye
En los resultados obtenidos, todavía no ha tenido ningún impacto la vacuna frente al VPH diseñada para combatir los tipos virales (16 y 18) con más capacidad oncogénica. Más adelante, se tendría que realizar un segundo estudio para comprobar si la prevalencia del virus se ha reducido a raíz de la introducción de la vacuna.
Por ahora, investigaciones de países como Australia, donde se ha introducido la vacuna de forma gratuita, han constatado una reducción muy importante de la infección en mujeres de 15 a 26 años, más proclives a ella. Así, según un estudio que ha evaluado el impacto de esta vacunación anti-VPH en ese país entre 2004 y 2011, desde la introducción de la vacuna, la infección ha disminuido un 25% por cada trimestre desde el año 2008. La prevalencia ha pasado de un 19% a un 2% de verrugas genitales en mujeres por debajo de 21 años y de un 23% a un 3% en hombres de menos de 21 años.
El VPH no solo es una condición necesaria para desarrollar un cáncer de cuello uterino, sino el responsable del 5,2% de todos los cánceres, como los de ano, pene, vagina, vulva u orofaringe (aunque este porcentaje es menor, del 2,2% en los países desarrollados) y del 90% de las verrugas genitales. Esta infección es inherente a la actividad sexual y muy difícil de evitar. ¿Qué pueden hacer las mujeres sexualmente activas?
Una medida es utilizar el preservativo, aunque no es del todo efectiva en el caso del VPH, ya que solo protege el pene y el glande, pero no el escroto ni la zona anogenital, áreas donde también anida el virus y que quedan desprotegidas fuera del plástico. Además, a menudo, se coloca a media relación sexual, no al principio, por lo que la protección resulta parcial. Aun así, “el preservativo disminuye los contagios hasta un máximo de un 80%, en el mejor de los casos, a diferencia de lo que ocurre con el virus del sida, que se encuentra en un 100% de los casos en el esperma y las secreciones y que, por lo tanto, se puede evitar con el preservativo”, informa Xavier Castellsagué.
La otra medida es vacunarse frente al VPH. La vacuna también es segura en mujeres más mayores, a las que no se dirigen los programas de vacunación. Las adolescentes españolas ya se vacunan a través de los centros de atención primaria o de las escuelas. Más allá, deberían hacerlo las de entre 18 y 26 años, grupo en que la prevalencia del VPH es alta; y también las que superan esta edad, sean sexualmente activas y consideren que tienen un riesgo alto de contraer la infección, al no ser monógamas o desconocer si su pareja mantiene otras relaciones, según Castellsagué. Asimismo, deben acudir a las revisiones ginecológicas periódicas, para descartar o detectar la infección.