Viajes de vacaciones: planificar equivale a ahorrar

La antelación y el cálculo reducen gastos y ahora es buen momento para pensar en el verano
Por EROSKI Consumer 28 de mayo de 2009
Img hotel piscina

Más del 40% de quienes viajaron al año pasado de vacaciones en nuestro país aseguraron haber planificado el viaje con al menos tres meses de antelación. No somos, por tanto, tan perezosos, desorganizados y poco previsores como podría pensarse. El pragmatismo y la previsión ganan, lenta pero decididamente, terreno al tradicional culto a la improvisación. El estímulo que ha hecho posible este cambio de actitud parece evidente: la imperiosa necesidad de gestionar de un modo más eficaz dos recursos cada vez escasos: el dinero y el tiempo. Dicho de otro modo, garantizar que las vacaciones nos saldrán lo mejor posible y al mejor precio posible. Ya estamos a finales de mayo, un buen momento para que los afortunados que se lo puedan permitir comiencen a preparar las vacaciones de verano. Agencias de viajes, mayoristas y hoteles, apremiados por la necesidad de hacer caja y afrontar la crisis, llevan ya varias semanas lanzando atractivos descuentos y promociones. En general, para el usuario, la regla de oro sigue vigente: cuanto más se aproxime la fecha de reserva del viaje al día de salida, el número de plazas libres será menor y el coste final será mayor. Pero el precio no es el único factor que hay que tener en cuenta. Conviene seguir una serie de pautas y de consejos útiles para reservar vuelos y alojamiento.

Primer paso: planificar bien

El Instituto de Estudios Turísticos estima que más del 60% de las salidas vacacionales tienen como destino la vivienda familiar del pueblo o la playa. Todo apunta a que la mayoría de los afortunados que se puedan permitir escaparse unos días este verano difícilmente dispondrán del presupuesto del año pasado. El 65% de los españoles se fueron de vacaciones una media de 12 días y gastaron 840 euros por persona. Hay que divertirse y descansar igual y durante el mismo tiempo, pero con menos dinero. Ésa es la consigna. ¿Se puede conseguir? Depende de la reducción presupuestaria. Prever las reservas de vuelos y hoteles e incluso de viajes combinados reduce gastos sin que la calidad del periplo se vea afectada.

Agencias de viaje y compañías aéreas están obligadas por ley a que el precio final sea idéntico al publicitado

Para empezar, no aceptemos pagar de más. Agencias de viaje y compañías aéreas están obligadas por ley a que el precio final que cobran sea idéntico al publicitado. La clave es leer con detenimiento la letra pequeña del contrato y no hacernos falsas ideas. Es lo de «desde 120 euros» del anuncio que al final acaban siendo 360 euros porque la fecha solicitada no estaba dentro del breve intervalo que cuenta con la oferta más atractiva de precio y ha servido sólo de gancho. Antes de cerrar la reserva, por tanto, hay que exigir el precio final del viaje y comprobar que se ajusta al presupuesto inicial. Y que cada extra que se le sume al coste anunciado se justifique.

Low cost: chollo con matices

Siempre queda la opción, más cómoda y sencilla, de recurrir a las agencias de viajes y dejarnos asesorar por sus profesionales, que cada año están más al tanto de las nuevas tecnologías y de las posibilidades de ahorro y eficiencia que ofrecen. Pero Internet y la gestión personal son una herramienta clave de ahorro para contratar vuelos, coches de alquiler, reservas de alojamiento, entradas a museos y a espectáculos. De todos estos servicios, el más popular en la Red es la contratación de vuelos. Quienes más viajan con las compañías aéreas low cost ya no echan de menos el refrigerio gratuito ni la prensa, e incluso comienzan a usar el tren y el bus, y en su caso el metro, para reducir el gasto que supone llegar en taxi al hotel o la ciudad desde el aeropuerto, que a veces supera al del propio vuelo.

Sin embargo, aún no nos hemos adaptado a otras particularidades de la contratación on line, como las tarifas extra por facturar el equipaje. Cuando se compra el billete por Internet, hay que tener en cuenta si viajamos con equipaje que debe ser facturado. Últimamente, muchas compañías de bajo coste obligan al pasajero a decidir si va a o no a facturar equipaje: la tarifa por cada maleta va desde 11 hasta 22 euros. El seguro de viaje es también opcional, y tiene su coste. Algunas aerolíneas incluso han restringido el número de bolsas que se pueden llevar como equipaje de mano, al tiempo que han reducido el peso máximo de los bultos admitidos en cabina para obligar sutilmente a la facturación de cualquier maleta. Cada viajero puede llevar una única bolsa de mano, aunque hay compañías que admiten además un bolso o mochila, de no más de entre 6 y 10 kilos. Lo siguiente será el pago por el uso del baño. Suena a chiste, pero no lo es: una compañía low cost ya ha avisado de que podría comenzar a cobrar por este servicio.

Antes de reservar un vuelo por Internet…

Una leyenda urbana afirma que a última hora se pueden adquirir billetes de avión a un precio irrisorio, y que merece la pena esperar. Olvídelo, no es cierto. Prácticamente siempre, la antelación es la mejor aliada para pagar menos por los vuelos. Todas las compañías adoran cobrar por adelantado. Si compra los vuelos varios meses antes del viaje (sobre todo, en trayectos intercontinentales) ahorrará varios cientos de euros, especialmente si elige las fechas más solicitadas (agosto o Navidad). Pero hay destalles que conviene saber. El primero: una web que busca vuelos es capaz de comparar cientos de combinaciones de todas las compañías aéreas, pero siempre se dejará alguna sin analizar. El segundo: estas webs tienen, a veces, acceso exclusivo a tarifas preferenciales. Por eso conviene buscar vuelos cotejando primero los resultados de varias webs especializadas (Kayak.es, Expedia.es, Orbitz.com, Rumbo.es), sus resultados no siempre coincidirán. Si nuestras fechas son flexibles conviene indicarlo en la petición de vuelos (en el apartado correspondiente) ya que variar un poco las fechas puede ahorrarnos mucho dinero.

Las aerolíneas de bajo coste operan a veces desde instalaciones que quedan muy lejos de las ciudades

Una vez elegido el vuelo, conviene comprobar en la web de la propia compañía aérea si oferta ese vuelo en concreto a mejor precio y quedarnos, claro está, con la opción más barata. Todas las páginas web cobran cargos de gestión, que pueden suponer más de 10 euros por trayecto. Por último, en el proceso de compra del vuelo compruebe al detalle el desglose del precio final: algunas compañías añaden, en el último momento y por defecto (no hay que activar nada) seguros y sobrecostes que quizá prefiramos evitar. En las aerolíneas de bajo coste conviene comprobar desde qué aeropuerto parten y a cuál llegan porque, en ocasiones, operan desde instalaciones que quedan a decenas de kilómetros de las ciudades. En ese caso, hay que sopesar el gasto total del desplazamiento y la incomodidad de un aeropuerto lejano: quizá un vuelo en principio más caro acabe saliendo más económico porque desde ese aeropuerto se puede llegar a la ciudad en metro.

Consulte las condiciones del vuelo. La compra del billete por Internet supone la aceptación de los términos y condiciones del billete, pero la mayoría de los viajeros no llega a leer las normas que rigen en su pasaje. Durante el proceso de reserva, lo habitual es que las compañías incluyan un enlace que conduce a un listado de condiciones que informan sobre los pasos que se han de seguir si se desea anular el vuelo. Muchas veces (si no se suscribe el seguro de anulación) no se puede anular con derecho a reintegro del importe, y otras supone una pérdida importante de la cantidad abonada. Es importante buscar este enlace en la página web, ya que la pestaña que el cliente debe marcar en caso de aceptación viene a veces seleccionada de antemano. Si la compra se ha realizado por teléfono, el operador está obligado a facilitar esta información al cliente siempre que la solicite.

En la organización del viaje no se puede pasar por alto un punto esencial: evitar tomar aviones los días punta. Conviene comprobar cuáles son; es muy fácil, basta con mirar en una de estas webs que buscan vuelos: informan de los precios que tienen cada día de un mes para viajar a una ciudad determinada. Y no menor importancia tiene la antelación: las compañías de vuelos de bajo coste ofrecen gangas a menudo sólo disponibles para el viajero que es capaz de programar su viaje con al menos 28 días de antelación. Pero quienes formalizan la reserva 14 días antes, por ejemplo, también pueden beneficiarse de descuentos. Las fechas anteriores y posteriores a los puentes y festivos acogen asimismo atractivas ofertas.

Reservas de hoteles on line

Cuando se busca alojamiento por Internet hay que diferenciar las web que ofrecen reservas de plazas de hotel y las que recaban opiniones de usuarios que se han hospedado en los hoteles consultados. En el primer grupo se hallan las web de compra de vuelos, alquiler de coches, contratación de paquetes vacacionales, etc. Estas compañías ofrecen diferentes alternativas en función de los requerimientos del usuario: fechas de entrada y salida, y destino. Lo más frecuente es contratar el alojamiento junto a los vuelos de ida y vuelta, aunque se puede hacer también la reserva por separado. A diferencia de lo que ocurre con los vuelos, el pago no se efectúa inmediatamente y on line, sino a la llegada o salida del hotel. Para ello, el usuario debe imprimir el bono que la agencia envía por correo electrónico y mostrarlo en el destino. No obstante, algunas empresas hoteleras ejecutan el cobro on line, si bien con derecho de cancelación. Es imprescindible disponer de una tarjeta de crédito para realizar este tipo de reservas, tarjeta que se deberá presentar en el momento de efectuar el pago en el hotel.

Cuando se alquila una vivienda de vacaciones, se recomienda elaborar un contrato

Estas reservas tienen, por ley, derecho de cancelación con un plazo de aviso previo entre 48 y 72 horas. Los costes de cancelación pueden llegar al 30% del precio, pero es una información que debe aparecer claramente indicada en la página web en el proceso de realización de la reserva. Antes de ejecutar la transferencia de datos de la tarjeta, deben aceptarse de forma expresa las condiciones del servicio. Si el usuario considera que no se han respetado sus derechos o está disconforme con el servicio ofrecido por la agencia de viajes, puede reclamar. La web debe mostrar en lugar visible un teléfono de atención al cliente y una dirección domiciliaria con código postal. Si la agencia no satisface las reclamaciones, el usuario puede dirigirse a la Oficina Municipal de Consumo (OMIC) más cercana a su lugar de residencia.

Antes de reservar, sondear

Numerosos portales web contienen una gran base de datos donde miles de usuarios vierten sus opiniones acerca de los hoteles en los que se han alojado, de modo que basta con poner en el cajón de búsquedas el nombre del establecimiento y la ciudad para recibir una valoración media del mismo. En este grupo destacan TripAdvisor, Trivago -que además compara los precios de las agencias on line- e IgoUgo, que ofrece también una red social. Por otro lado, ciertas mayoristas de plazas hoteleras seleccionan las mejores ofertas. On Hotels, Hotelopia, Booking.com y AlfaRooms.com funcionan de manera similar a las agencias on line. Una fórmula eficaz y sencilla para comprobar si el hotel es tan céntrico como asegura en su web es la herramienta que proporciona Google con su aplicación Google Earth, o su versión web Google Maps. Sólo se necesita conocer el nombre de la ciudad y de la calle del hotel y comprobar la distancia real respecto a los puntos más turísticos de la ciudad. Otro modo de hacerse con información del hotel (instalaciones, desayuno y buffet, emplazamiento…) es buscar las opiniones y las fotografías de huéspedes anteriores.

Alquilar una vivienda

Hay varios canales para alquilar vivienda para las vacaciones, veamos tres: anuncios de particulares, portales web especializados e inmobiliarias. La práctica habitual en todos ellos es que el propietario del piso exija una señal, de entre el 20% y el 30% del precio, para reservar la vivienda. Aunque el pago se realice por transferencia bancaria no está de más solicitar un documento en el que se acredite que el titular de la cuenta que recibe el dinero y el propietario de la vivienda son la misma persona. Una vez pagada la señal, se recomienda elaborar un contrato entre ambas partes en el que figure la identidad del propietario y la del inquilino, la duración de la estancia, el mobiliario y equipamiento electrodoméstico y de todo tipo de la vivienda, el precio, la cantidad como señal y todas las cláusulas que convengan. Antes de firmar el contrato, y más si no se ha podido visitar la vivienda previamente, merece la pena tomarse la molestia de revisar el estado general del inmueble y comprobar que cumple con lo prometido en el folleto.

EN EL EXTRANJERO, MEJOR PAGAR CON TARJETA

La tarjeta de crédito es, junto con los cheques de viaje, la opción más cómoda y segura para hacer frente a los gastos en el extranjero. Sin embargo, hay que revisar antes de salir el límite de la tarjeta establecido para compras, las comisiones que se cobran fuera de la zona euro y las de extracciones en cajeros. Pero además de tarjetas o cheques, conviene llevar encima dinero en metálico, si bien no en grandes cantidades. En general, es más barato comprar divisas cargándolo a la cuenta corriente. Hacerlo en el último momento, ya sea en un aeropuerto o acudir a otro banco o a una oficina de cambio, sale más caro.

Otra sugerencia es guardar todos los justificantes de compra y de extracción de dinero en cajeros: son muy útiles para tramitar cualquier reclamación. Ante la pérdida o robo de tarjetas o cheques de viaje, se deben cancelar lo antes posible para evitar que se nos carguen gastos realizados por los amigos de lo ajeno.

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