Se calcula que una de cada cinco parejas en edad fértil no logra el embarazo de forma natural o, cuando lo consigue, este no se desarrolla de manera correcta hasta el final. En algunos casos el problema está en la mujer, pero en otros muchos ocurre en el hombre, bien por la calidad o la cantidad de esperma. En cualquier caso, cada vez es más reducido el grupo de parejas para las que se desconoce la causa de su esterilidad. Pero aún existen creencias muy arraigadas sobre la fertilidad, la mayoría sin fundamento científico. El artículo explica cuál es la diferencia entre esterilidad e infertilidad y cuáles son los principales mitos sobre la fertilidad que todavía hoy persisten.
Una de cada cuatro parejas presenta un problema relacionado con la fertilidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, los datos indican un aumento de la esterilidad en los últimos años, que se situaría en un 19,2% de prevalencia, con cerca de un millón de parejas afectadas. Para investigar la razón es necesario estudiar tanto al hombre como a la mujer, ya que se calcula que el 40% de todas las parejas infértiles presentan una combinación de causas, según el artículo ‘Definición y causas de la infertilidad’.
Esterilidad e infertilidad, ¿es lo mismo?
La esterilidad es la dificultad para conseguir un embarazo tras un año de relaciones sexuales frecuentes sin protecciónA pesar de que se pueda pensar que infertilidad y esterilidad son dos términos sinónimos, no significan lo mismo. Según la OMS, la esterilidad es la dificultad para conseguir un embarazo tras un año de relaciones sexuales frecuentes sin protección.
En cambio, en la infertilidad sí hay fecundación, pero o no se produce la implantación o se sufre aborto, es decir, es la imposibilidad para finalizar la gestación con el nacimiento de un niño sano. Según los expertos del Instituto Bernabeu, referente en medicina reproductiva especializada en lograr soluciones individuales, se habla de infertilidad cuando hay dos pérdidas gestacionales. También se hace una distinción entre infertilidad primaria y secundaria. La primaria es cuando se consigue un embarazo espontáneo, pero no llega a término. La secundaria es cuando una pareja, después de un embarazo y un parto normal, no logra otra nueva gestación con un recién nacido sin problemas.
5 mitos sobre la fertilidad
Hay creencias muy arraigadas sobre la fertilidad, la mayoría sin evidencia científica que las sostenga. Myriam Ribes, ginecóloga y sexóloga, arroja un poco de luz en su blog:- 1. Conseguir un embarazo es fácil. La probabilidad de gestación por mes en condiciones adecuadas ronda el 20%, de acuerdo con las estadísticas (2 de cada 10 mujeres). Esta cifra disminuye con la edad y llega al 10% a los 40 años.
- 2. La edad de la mujer influye para lograr el embarazo. Sí es importante, pero no el único, ya que las causas de la infertilidad son múltiples. A partir de los 35 años no solo baja la calidad de los ovocitos (óvulos o gametos femeninos), sino que también disminuye la de los espermatozoides, aunque a menor velocidad.
- 3. La postura es muy importante para quedar en estado. Ninguna posición ha demostrado ser más útil que otra (aunque la del misionero se asocia a una mayor probabilidad). Tampoco hay datos que corroboren que permanecer tumbada después de las relaciones, como aconsejan algunos especialistas, sea más efectivo.
- 4. Cuantas más relaciones sexuales, más probabilidad de embarazo. Hay unos días fértiles al mes, por tanto, mantener relaciones durante este periodo aumenta las posibilidades de gestación. Pero tenerlas más de una vez al día disminuye el recuento de espermatozoides. Es recomendable tener relaciones en los días próximos a los de mayor fertilidad, aunque sin llegar a obsesionarse.
- 5. La esterilidad es un problema psicológico. Si bien el estrés afecta al sistema reproductor, la mayoría de los casos de infertilidad se debe a un problema físico.
La calidad del semen del 57,8% de los jóvenes españoles es, según el I Estudio Nacional del Semen en Jóvenes, inferior a lo que la OMS considera normal. Esta investigación la realizó en 2008 el Servicio de Reproducción Asistida del Instituto Marqués de Barcelona, bajo los auspicios de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA) y la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER).
Otros trabajos científicos en este ámbito revelan que el 20% de los casos de infertilidad se derivan de un problema específico del hombre y que el 30% están causados por factores combinados masculinos y femeninos. En el 30%-40% de los casos no se identifica ningún factor asociado a la infertilidad masculina, según la ‘Guía Clínica sobre la infertilidad masculina‘, publicada por la Asociación Europea de Urología. En la mayoría de los casos se registra una disminución del número de espermatozoides, reducción de la motilidad de estos o formas anormales, unos problemas que se explicarían sobre todo por factores como trastornos endocrinos (contaminación ambiental, anomalías genéticas o radicales reactivos del oxígeno).
Según esta guía, algunas señales de que puede haber problemas son tener varices en los testículos (responsables del 15,6% de los casos de infertilidad masculina); caída del vello corporal y cambios en la voz (pueden alertar de hipogonadismo, disfunción testicular relacionada con bajos niveles de testosterona); e infecciones en los órganos sexuales (hinchazón testicular, dolor en el escroto o al orinar pueden ser la causa del 8% de la infertilidad masculina).
En cualquier caso, lo recomendable es ir al especialista para que determine la causa y establezca el diagnóstico más apropiado.