Accidentes fronto-laterales y alcances son los percances que más sufren al volante los mayores de 65 años. ¿Se debe a su edad o al estar menos al día respecto a las normas viales? Pues no, no son más infractores que el resto de los conductores. Además, el proceso de envejecimiento es dispar para cada persona. No obstante, sí conviene tomar conciencia de su mayor vulnerabilidad, adoptar medidas preventivas y correctoras y procurar un tráfico más pensado para las personas mayores, que son ya el 13 % del censo de conductores. En este artículo aportamos datos acerca de la siniestralidad vial de los mayores y abordamos cuestiones como si son un peligro para la seguirdad vial o debe haber una edad límite para conducir.
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¿Son los mayores un peligro para la seguridad vial?
En España hay 8,6 millones de personas mayores de 65 años, un 18 % de la población. Y más de tres millones mantienen su permiso de conducir, según cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que supone más del 13 % del censo de conductores. Respecto a la siniestralidad vial de este grupo, la DGT registró en 2016 (últimos datos conocidos) más de 12.000 accidentes de tráfico con mayores de 65 años involucrados, el 12 % de todos los accidentes, con 513 mayores fallecidos (el 28 % de todos los muertos en las carreteras) y más de 1.500 heridos graves (16 %).
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¿Son números alarmantes? ¿Son las personas mayores un peligro en la carretera? Antonio Mozas, presidente de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción), asegura que «los conductores mayores de 65 años no constituyen un grupo de alta siniestralidad». Sin embargo, José Ignacio Lijarcio, director de Proyectos de la Fundación Española para la Seguridad VialFesvial, matiza que los datos de la DGT indican que, conforme avance el tiempo, «tendremos mayor presencia de conductores mayores en nuestras carreteras y mayor probabilidad de accidentes, si no se aplican medidas preventivas y correctoras». Porque, además, las nuevas generaciones de personas mayores son mucho más proclives que generaciones anteriores al empleo del vehículo particular, tanto en desplazamientos cortos como en largos. Y la sociedad aún no está pensada para los mayores, «y el ámbito del tráfico no es una excepción».
Los datos de los accidentes en conductores mayores
El 61,6 % de los conductores mayores implicados en siniestros de tráfico cometió alguna infracción, según datos de Fesvial: 5,5 % por velocidad, no catalogadas de forma específica (30,1 %), incumplir la regulación de prioridad (7,5 %), no respetar la señal de STOP (4,3 %) o no mantener la distancia de seguridad (3,8%). Además, los automovilistas con edades comprendidas entre los 65 y 74 años incurrieron en menos infracciones (59,2 %) que aquellos con edades entre los 75 a 84 años (66,3 %) y 85 a 99 años (65,4 %).
La mayoría de accidentes con mayores implicados son fronto-laterales, seguidos por los alcances
No obstante, los mayores, en líneas generales, «no son más infractores que el resto de grupo de conductores», señala Lijarcio, aunque considera que se puede afirmar, a tenor del ‘Proyecto SAVIMA: Barómetro de Salud Vial de Conductores Mayores’, realizado por la Universitat de València, Fesvial y la Asociación Comunidad Valenciana de Centros de Reconocimiento Médico de Conductores, «que los conductores mayores de 75 años cometen más infracciones que el resto de los conductores mayores y que los mayores de 80 años presentan mayor resistencia a usar el cinturón de seguridad«.
¿Y qué accidentes son los más comunes entre este grupo? La mayoría de accidentes de automovilistas mayores se debe a un accidente fronto-lateral (25,4 %) y los alcances (18,8 %). Y el tipo de vehículo accidentado son turismos sin remolque (79,1 %), seguidos a gran distancia de las furgonetas (5,6 %), las motocicletas (4,2 %) o las bicicletas (4,1 %).
Hay más accidentes en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, sobre todo en la franja de 7:00 a 11:00 horas y de 23:00 a 6:00 horas. En cambio, «en el periodo invernal (noviembre, diciembre y enero) se presentan porcentajes de accidentalidad significativamente mayores en la franja de 16:00 a 18:00 horas», explica José Ignacio Lijarcio. Respecto a los días de la semana, «el viernes es el más destacado respecto a los demás, ya que acumula el 15,8 % de los accidentes semanales».
¿Debe haber una edad límite para conducir?
Con la edad se pierden vista, reflejos… ¿Están en peores condiciones los mayores y debería haber una edad límite para conducir? No se puede generalizar, pues «el envejecimiento de la población es un proceso que no empieza siempre a la misma edad, ni avanza al mismo ritmo, ya que existen una serie de diferencias individuales de cada persona que la modulan», reconoce el director de Proyectos de Fesvial. Aunque se considera que no puede haber grandes diferencias entre las habilidades de conducción y movilidad en personas de la misma edad, así como en sus capacidades físicas y mentales, «es muy posible que algunas personas de 85 años estén en mejores condiciones que otras de 65 años», añade.
Por ello, no se puede delimitar una edad límite para conducir y se debe dejar de conducir cuando en un sujeto se pierdan las capacidades óptimas. De la misma opinión es Antonio Mozas, quien manifiesta que «si superan el examen psicofísico al que han de someterse todos los conductores en España para la renovación del permiso de conducir, es que con toda seguridad mantienen la aptitud para conducir».
Los muertos entre usuarios vulnerables de carreteras (peatones, ciclistas y motoristas) superarán en 2020 a los fallecidos entre ocupantes de los vehículos de cuatro ruedas, según la Dirección General de Tráfico. Y entre los más vulnerables de los peatones están las personas mayores. ¿Cómo evitar que aumenten las víctimas?
Es importante concienciar a todos los usuarios de que la vía pública es de todos y que la movilidad tiene unos riegos que se comparten. Los conductores de vehículos a motor deben tomar conciencia que los mayores, por sus capacidades psicofísicas y por su alta probabilidad de lesión grave en caso de accidente, “son un colectivo vulnerable al cual debemos prestar especial atención y además un cuidado vial especial”, expone José Ignacio Lijarcio, director de Proyectos de Fesvial.
Además, hay que realizar con los peatones de edad avanzada una política de sensibilización “para que caminen con seguridad y atención”, señala Antonio Mozas, presidente de ASEPA. Esta puede realizarse a través de distintas instituciones y organismos como ayuntamientos, centros de día, residencias, clubes de jubilados, locales del IMSERSO, etc.