Aunque los teléfonos móviles existen desde los años 50, la telefonía móvil tal y como se la conoce hoy en día empezó a hacerse popular a finales de los 80. Varía de un país a otro, pero son cerca de dos décadas en las que la vida cotidiana, el trabajo, el ocio y la sociedad entera han cambiado gracias a que, ahora, el teléfono se lleva en el bolsillo.
Un compañero imprescindible
En esos veinte años los teléfonos móviles han pasado de ser una curiosidad a un capricho caro para ejecutivos, y finalmente un fenómeno de masas al que los niños acceden cada vez antes. Con los teléfonos móviles, dar plantón a alguien con quien se había quedado ya no es sólo feo, sino tarea imposible.
Basta retrasarse unos minutos para que el impuntual reciba una llamada, y en su caso, se le envíe al siguiente lugar de reunión. Los montañeros perdidos en medio de una tormenta llaman por teléfono a los equipos de rescate, y de forma menos dramática, una avería en medio de la autopista se resuelve sin necesidad de caminar varios kilómetros hasta la gasolinera más próxima.
Los montañeros perdidos en medio de una tormenta llaman por teléfono a los equipos de rescate
A cambio de todas esas ventajas, el teléfono móvil también se ha convertido en un incordio, y a veces, en un peligro. Desde los tonos estridentes que interrumpen una película en el cine, hasta los conductores que se distraen hablando mientras conducen, el uso de los teléfonos móviles es el foco de leyes, multas, normas de etiqueta y miradas de censura.
Pero a pesar de sus defectos, la gente es adicta al teléfono móvil. Incluso en los países subdesarrollados, la falta de infraestructuras ha hecho que se conviertan en la forma de telefonía más usada. El móvil ha traído muchos cambios para todos en unos pocos años, y todavía queda mucho más por ver.
Una cámara en cada bolsillo
Los primeros móviles con cámara aparecieron alrededor del año 97 y hoy en día el 85% de los teléfonos incluyen una. En un principio, la cámara digital del teléfono, con poca calidad de imagen, se contemplaba más como un accesorio caro y poco útil. Sin embargo, su popularización ha superado todas las expectativas. Los modelos actuales disponen de cámaras con una calidad de imagen más que aceptable, en ocasiones de más de 2 megapíxeles, y que además de fotografías pueden grabar vídeo.
Basta asistir a un concierto de rock para ver que en las manos del público no brillan ya mecheros encendidos, sino las pantallas de sus móviles mientras graban
Basta asistir a un concierto de rock para ver que en las manos del público no brillan ya mecheros encendidos, sino las pantallas de sus móviles mientras graban con ellos al grupo que actúa. Las primeras imágenes que aparecieron de los atentados en el metro de Londres provenían de los teléfonos de los propios pasajeros. Se calcula que más de un tercio de los vídeos de YouTube han sido grabados de esta forma, como lo fue la ejecución de Saddam Hussein con el teléfono de uno de los asistentes.
La multiplicación de ojos electrónicos hace saltar las alarmas de aquellos que se preocupan por su intimidad, ya que cualquiera, en cualquier lugar, puede estar tomando imágenes. Esto se aplica para los gamberros que graban por debajo de las faldas de las mujeres en el metro, pero también a los asistentes a una manifestación que toman imágenes de los abusos de la policía, o al político que es inmortalizado comportándose de forma inadecuada en público.
Con la música a todas partes
Si los móviles han cambiado la forma de comunicarse, el formato MP3 y los reproductores portátiles han cambiado radicalmente la música. Ahora las canciones se descargan de Internet (previo pago o no) y se escuchan en cualquier parte con minúsculos aparatos capaces de almacenar cientos de horas de sonido en alta calidad. El reproductor iPod de Apple se ha convertido en un objeto de culto, y su tienda de música en Internet vende millones de canciones.
Sin embargo, la era del reproductor MP3 puede terminar tan rápido como empezó. Los teléfonos móviles actuales disponen de memoria y capacidad suficiente para convertirse en reproductores de música, y además hacen llamadas y fotos. No hay necesidad de cargar con dos aparatos, teniéndolo todo en el teléfono.
La era del reproductor MP3 puede terminar tan rápido como empezó; los teléfonos móviles actuales disponen de capacidad suficiente para emularlos
Tanto es así que la presentación del teléfono y reproductor de Apple, llamado iPhone, se considera una medida defensiva del fabricante frente a este fenómeno. La tendencia es relativamente reciente, pero se espera que dentro de poco la mayoría de los teléfonos sean musicales.
La televisión en el móvil
La televisión está perdiendo tirón. Los jóvenes cada vez ven menos horas, dedicados a Internet, y el negocio de la publicidad se fragmenta entre miles de canales. Las grandes cadenas de televisión están mirando a las operadoras de telefonía con una nueva idea, llevar la imagen a la pantalla del móvil.
La idea es enviar transmisiones en directo a los teléfonos móviles a cambio de una suscripción, y ofrecer también la posibilidad de descargar programas grabados para verlos en cualquier lugar. Las cadenas tienen el contenido, las operadoras la red de distribución. Si funciona, ambas tienen mucho que ganar. Por el momento los avances son tímidos, aunque ya es posible ver en España noticias y teleseries a través de operadores como Movistar y Vodafone. Tendrán que competir con el vídeo a través de Internet. En Estados Unidos y en Japónya se pueden descargar vídeos de YouTube al teléfono móvil.
El monedero electrónico
Los sistemas de pago con móvil existen desde hace años. El principio es simple: la tienda tiene un terminal donde el vendedor introduce el número de móvil del cliente y el importe. El cliente recibe un mensaje y a su vez introduce un código para autorizar la compra, que se carga en la factura de su teléfono.
El sistema se topa con dificultades, entre otras, la resistencia de los bancos y compañías de tarjetas de crédito, que no quieren perder su parte del negocio del dinero electrónico, y la falta de comercios que dispongan del sistema.
Para entrar en el metro de Seúl, los coreanos pasan su móvil delante de un lector
En países como Corea y Japón la popularidad es mucho mayor, y el sistema más fácil. Para entrar en el metro de Seúl, los coreanos pasan su móvil por delante de un lector, que les descuenta el importe del billete de un monedero electrónico. Con el mismo sistema pueden realizar pequeñas compras, sin necesidad de códigos. La tecnología está disponible, sólo falta que los actores se pongan de acuerdo para que podamos disfrutarla.
Mundo politono
Una prueba de que el móvil es una extensión de la personalidad de la gente es que son muchos los que buscan antes de nada personalizar el sonido de su teléfono con la última canción de moda, llantos de bebés, balidos de ovejas, sintonías de teleseries, ruidos y berridos de gusto diverso.
Muchos de estos tonos de llamada se obtienen de empresas que cobran su envío por medio de uno o varios mensajes SMS, con un precio cercano a un euro por cada uno. El comercio de tonos para el móvil es todo un éxito. Sólo en España se calcula que movió unos 200 millones de euros en 2006. Si hace unos años hacían furor los tonos polifónicos (melodías complejas) ahora son los sonitonos, grabaciones en formato MP3 que reproducen cualquier sonido.
Sólo en España los politonos movieron 200 millones de euros en 2006
Junto a los tonos, los usuarios de teléfonos móviles descargan por el mismo método fotografías, vídeos y juegos. Un lucrativo negocio que las operadoras de telefonía son las primeras en alentar, ya que cobran un 50% de cada transacción.
Del negocio de los politonos se ha pasado a la estafa de las alertas. Los usuarios están denunciando a empresas como Blinko, que parecen ofrecer descargas a bajo precio, y en realidad suscriben al usuario a un servicio de mensajes publicitarios que termina pagando él.
Tumultos inteligentes
El 16 de octubre de 2004 en Qeen West, una zona concurrida de Toronto, varios cientos de zombies se paseaban tambaleándose y susurrando “cereeebrooos” a los transeúntes. No era un anuncio de una película de terror, sino un ‘flashmob’, también llamado ‘smartmob’, algo así como un ‘tumulto instantáneo’ o ‘inteligente’.
Los zombies eran personas que recibieron un mensaje SMS que les daba instrucciones de maquillarse, ponerse harapos y quedar en la calle a una hora exacta para comportarse como muertos vivientes. Igual que llegaron, se dispersaron.
Los mensajes de texto SMS han demostrado ser una herramienta para organizar multitudes en muy poco tiempo
Los mensajes de texto SMS han demostrado ser una herramienta para organizar multitudes en muy poco tiempo, desde las protestas tras el 11-M en Madrid hasta los grupos de chinos que van a comprar en masa a los grandes almacenes para conseguir descuentos.
Dime qué móvil tienes
En la película ‘Zoolander’, el protagonista, un superficial modelo masculino de moda, vivía colgado de un diminuto teléfono móvil, no más grande que una caja de cerillas. Se trataba de una crítica a la obsesión por reducir el tamaño de los teléfonos móviles que hasta hace poco dominaba la industria. Hoy el tamaño ya no importa tanto, porque el diseño ha entrado en escena. Se buscan teléfonos con líneas redondeadas, superficies brillantes como un espejo, colores metalizados y grandes pantallas en color.
El teléfono es ya un complemento de moda, otra medida del estatus y el buen gusto de su portador. De ahí los teléfonos diseñados por Prada y LG, los modelos de Nokiacon carcasas estampadas que se presentan en la semana de la moda de París, y en el colmo del lujo, los teléfonosrecubiertos de cristales Svarowski o piedras preciosas, que pueden alcanzar varios miles de euros.
El lado oscuro del móvil
Estar disponible todo el tiempo en el móvil a veces supone sufrir molestias e interrupciones en cualquier momento. Según unestudio de la universidad de Milwaukee (en .PDF) el uso del teléfono móvil incrementa el nivel de estrés tanto en los hogares como en el trabajo, y hace que la frontera entre ambos se vuelva difusa con la irrupción de las llamadas de trabajo en la vida familiar.
Recientemente se ha prohibido su uso en los centros educativos de la Comunidad de Madrid
Si a esto se unen los escandalosos tonos musicales, tan de moda, el mundo se convierte en una cacofonía de timbres, zumbidos y melodías caribeñas. A pesar del invento del aviso por vibración, el sonido de los teléfonos móviles invade trenes, cines, teatros, ruedas de prensa, salas de espera, bodas y funerales.
En algunos lugares públicos, como iglesias, cines o teatros, se están empezando a usar inhibidores de señal, que hacen inservibles a los móviles que están dentro de una zona. Sin embargo, su uso no es generalizado y presenta complicaciones legales, ya que se interfiere con el espectro radioeléctrico, que es público, y hace falta autorización.
La educación es otro de los frentes de protección contra los males del móvil. Recientemente se ha prohibido su uso en los centros educativos de la Comunidad de Madrid, más aún tras los lamentables episodios de agresiones grabadas en vídeo mediante teléfonos móviles.