La solidaridad no está asociada al tiempo. Menos de un mes es suficiente para ayudar. La condición es estar dispuesto a viajar miles de kilómetros y costearse el desplazamiento, el periodo de formación y los gastos de gestión. Para animar a un mayor número de personas a participar y en un intento de buscar alternativas para quienes resulta imposible ausentarse durante un periodo prolongado, algunas ONG proponen escapadas con una duración inferior a un mes. En este tiempo, se visitan lugares donde se llevan a cabo programas o se participa en microproyectos, que exigen tener ciertos conocimientos sobre una materia, o en determinados casos ser profesionales, pero sobre todo requieren muchas ganas de ayudar.
Ser voluntario durante unas semanas
Cada vez que se acercan las vacaciones, es frecuente plantearse qué hacer o qué lugares visitar. Las alternativas son múltiples, en función de los intereses de cada persona, pero en el caso de las más sensibilizadas la respuesta está clara: participar en una acción solidaria. Estas son alternativas organizadas por ONG para sacar provecho al tiempo de asueto. Quienes durante el resto del año no tienen tiempo para ser voluntarios o colaborar con una ONG o quienes siempre quisieron ser cooperantes y no tuvieron la oportunidad, cuentan con varias propuestas gracias a los microproyectos, campos de trabajo y viajes solidarios.
Microproyectos de voluntariado internacional
Desde febrero hasta mayo, AIPC Pandora organiza sesiones informativas en diversas ciudades para presentar el programa de Microproyectos de Cooperación al Desarrollo. El plazo de inscripción permanecerá abierto mientras haya plazas libres. Las personas interesadas deben apuntarse cuanto antes, puesto que los cupos se cubren a menudo en abril.
Los destinos para este año son: Guatemala, Ecuador, Perú, Paraguay, Brasil, Marruecos, Mali, Kenia, Tanzania, Sudáfrica, Palestina e India. El trabajo de cada proyecto es diferente, según las necesidades del lugar donde se desarrolla. En Brasil, se trabaja con niños y jóvenes en régimen de acogida y se imparten clases de informática y actividades recreativas en la Favela Parada de Lucas (en Río). En Ecuador, se participa en colonias de verano en comunidades indígenas de Saraguro. En Guatemala se desarrolla un programa de empoderamiento de mujeres y se colabora en la construcción de diversas estructuras. En Paraguay se lleva a cabo un programa de educación ambiental y en Perú se promueve el turismo local y se presta formación en autismo y discapacidad.
Los proyectos en África engloban: apoyo en un centro de educación no reglada (Kenia), en la puesta en marcha de una escuela (Mali), en un centro de acogida de niñas y mujeres jóvenes (Mali), en actividades socioeducativas (Sudáfrica) y apoyo a la comunidad albina refugiada (Tanzania). En India, se lleva a cabo un programa de restauración y decoración de aulas y trabajo comunitario en slums de Jaipur, mientras que en Palestina se participa en una colonia de verano para niños del campo de refugiados de Askar.
El programa se plantea como experiencias de voluntariado internacional en grupo, que duran 21 días. En este tiempo, el grupo (entre 6 y 12 personas) viaja con un coordinador a algún país del Sur para desarrollar una acción que cubra necesidades demandadas por la organización local con la que se colabora, explica AIPC Pandora. Cada acción cumple los principios del turismo responsable y solidario y permite a los voluntarios conocer la cultura del destino, al alojarse con familias locales y trabajar con personal autóctono. La fase de preparación requiere un fin de semana de formación en Madrid. En cuanto al coste, varía según el programa, entre 1.500 y 2.200 euros de media.
Campos de voluntariado
Cada año, Setem organiza los Campos de solidaridad, cuyo objetivo es “conocer de primera mano la realidad de los países del Sur, el trabajo de sus organizaciones y las dificultades a las que se enfrentan a diario sus habitantes”. A comienzos de año se llevan a cabo charlas informativas y se inicia la inscripción de los candidatos, el proceso de selección, la realización de cursos previos de formación y la elección de las fechas de partida y regreso.
Los campos permiten a los voluntarios “conocer de primera mano la realidad de los países del Sur”
Es posible “compartir el día a día de una familia senegalesa, el trabajo de un grupo de campesinos nicaragüenses en el ámbito del Comercio Justo o la lucha diaria de una organización de mujeres africanas que intenta hacer prosperar sus pequeños proyectos mediante el uso de los microcréditos“, explica la entidad.
Servicio Civil Internacional propone Campos Internacionales de Voluntariado, para participar en proyectos de interés comunitario en el ámbito social, ambiental o cultural. Los campos se desarrollan en Europa, EE.UU., Corea, Japón y Australia, mientras que en América Latina, Asia y África se realizan campos de solidaridad, en colaboración con asociaciones y contrapartes locales.
Viajes con fines solidarios
Ciertos programas de viaje reservan varios días para visitar la zona
Para quienes buscan su implicación a través de un viaje, Sodepaz ha abierto este mes de marzo el plazo de inscripción para participar en sus viajes solidarios a Palestina, Nicaragua, Bolivia y Cuba. Los programas se llevan a cabo con organizaciones locales que conocen las particularidades y necesidades de cada zona.
Fundación Copade organiza en verano el programa Vacaciones Solidarias, previsto para “voluntarios que quieren aprovechar su mes de descanso para conocer de primera mano la realidad de los artesanos y productores” con quienes la entidad trabaja en Honduras y Bolivia. Cada grupo se compone de unos cuatro voluntarios seleccionados de acuerdo a los perfiles profesionales que demandan las sedes de los citados países, si bien estos reciben formación tres meses antes del viaje.