Hoy se estima que entre un 30% y un 40% de la incidencia de cáncer podría ser prevenible con medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física, aseguran en las páginas del estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition). Pero obtener resultados significativos sobre qué tipo de dieta influye sobre qué tipo de cáncer no es sencillo. La única esperanza de sacar algo en claro es obtener datos de una muestra muy amplia de población, y durante mucho tiempo. Y es eso justamente lo que pretende el EPIC. Aurelio Barricarte y Eva Ardanaz son los responsables de este estudio en Navarra, donde participan 8.084 personas, todas ellas donantes de sangre habituales. Estos expertos aseguran que los mejores resultados de este macro-estudio aún están por venir, pero ya adelantan que serán «de una enorme utilidad para entender qué factores intervienen en el origen de enfermedades como el cáncer, las dolencias cardiovasculares o la diabetes».
EPIC comenzó en 1992 y sigue en marcha en 10 países europeos -Alemania, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Noruega, Reino Unido y Suecia- . Tiene datos de 500.000 mujeres y hombres voluntarios con edades comprendidas entre los 35 y 70 años. El amplio rango de distribución geográfica proporciona población con una gran variabilidad de consumo y de hábitos alimentarios: dieta mediterránea de Grecia, el sur de Italia y España y patrones dietéticos del norte de Europa.
De cada participante se han tomado las medidas antropométricas y una muestra de sangre, que se encuentra almacenada en nitrógeno líquido para posteriores análisis. También se han sometido a una encuesta sobre dieta, estilos de vida y otros factores, adaptada a los hábitos culturales de cada país. En España participa en EPIC población de cinco comunidades autónomas: Asturias, Navarra, País Vasco, Murcia y Andalucía (Granada). Se trata en total de 41.446 individuos, alrededor de 8.000 por área geográfica, voluntarios entre 35 a 65 años en las mujeres y entre 40 y 65 años en los hombres. La diferencia de edad permite incluir tumores de mama aparecidos en el periodo pre-menopáusico.
Las diferencias entre regiones españolas no son tantas. Quizás hay más diferencias entre sexos. Por ejemplo las mujeres navarras ocupan la segunda posición de España, detrás de Murcia, como consumidoras de vegetales; la cuarta posición en consumo de fruta y pescado; la primera en carnes y derivados; y la última en cereales. También ocupan el cuarto lugar en consumo de alcohol, por detrás de Granada. Los hombres navarros en cambio son los segundos en consumo de pescado; los terceros de vegetales; y los segundos de alcohol. Pero, dicho esto, no hay grandes diferencias en España.
Se come lo mismo, pero no en la misma cantidad. Por ejemplo, la mayor parte del consumo de cereales se debe al pan, y las mujeres lo comen mucho menos.
No les preguntamos pesos. Les ponemos la foto de las raciones y ellos deben escoger la que más se ajusta.
En general sí. España se parece bastante a Italia y Grecia, y se diferencia del centro y norte de Europa.
No. Los tamaños de la cohorte española no dan para ver diferencias claras dentro de un país. Ni en obesidad ni en incidencia de cáncer, en general.
«La fruta y verdura protegen contra el cáncer de estómago y la fibra, contra el cáncer colorectal»
El problema de la relación entre la nutrición y el cáncer es que en éste intervienen también otros factores como hábitos de vida y actividad física; en general, factores genéticos y ambientales. Por eso hasta ahora analizando la dieta tampoco estamos hallando resultados espectaculares. La dieta en relación al tabaco, por ejemplo, poco cuenta. Hemos encontrado cosas: que la fruta y verdura protegen contra el cáncer de estómago, y la fibra contra el cáncer colorectal, algo que no estaba del todo demostrado. Pero no podemos decir que tomando tal o cual verdura se previene un cáncer, porque intervienen otros factores, y no podemos separar el peso de cada uno. No obstante, sólo en 2006 ha habido 87 publicaciones científicas relacionadas con el EPIC.
Sí lo podemos hacer, lo que no podemos es explicarlo. Sabemos qué lugar ocupa cada país, pero no podemos atribuir esto a la dieta.
En absoluto. Con el tiempo tendremos más enfermos de cáncer en la cohorte y el estudio tendrá mucho más interés.
Sí, por eso el estudio es tan interesante. Cada vez se conocen más factores genéticos implicados en cáncer y otras enfermedades, y con los datos de la cohorte EPIC se puede estudiar cómo interactúan con los demás factores.
Se pensó desde el principio. Ya hay una cohorte de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
No hay fecha para terminar. Lo bueno es que, como todas las muestras están almacenadas, si se descubre un nuevo factor genético, por ejemplo, se puede estudiar muestras de personas cuya historia de dieta y hábitos conocemos ya. Eso nos permitirá ir afinando poco a poco el peso de cada factor que interviene en la enfermedad. Y por eso también el estudio cobra cada vez más valor a medida que pasa el tiempo.
La exposición a contaminantes podemos estimarla en función de la actividad laboral. Y también tenemos los datos de la contaminación atmosférica por regiones.
En Navarra se han realizado en total, dentro de EPIC, 8.097 de historias de dieta y 8.084 cuestionarios de hábitos de vida, 8.100 medidas antropométricas y se obtuvieron 8.031 muestras de sangre. Desde su inclusión en el estudio y hasta la actualidad el seguimiento de los participantes se realiza también mediante el enlace de la base de datos de EPIC-Navarra con el Registro de Cáncer de Navarra y con datos de mortalidad, lo que ha permitido identificar, hasta finales de 2001, 460 casos de cáncer incluyendo piel no melanoma y 151 fallecimientos por distintas causas.
En las encuestas se observa en general un consumo alto de verduras y frutas en la población navarresa, y bajo en cereales y pescado. Los varones navarros ocupan el segundo lugar de España en cuanto a consumo de alcohol (las mujeres el penúltimo), y el primero (también las navarras) en carne y derivados.
Las mujeres ingieren algo más de 2000 calorías diarias, y los hombres casi 3000. En cuanto a la obesidad, aumenta significativamente con la edad. Si sólo un 10% de las mujeres en Navarra son obesas entre los 35 y los 44 años (la tasa más baja de España junto con Guipúzcoa, en esta franja de edad), el porcentaje aumenta a más del 25% entre los 44 y los 54 años; y supera el 40% entre los 55 y los 64 años. Los hombres navarros también engordan con los años: casi 30% entre 35 y 44 años; casi 40% entre los 44 y los 54 años; y 45% entre los 55 y los 64 años.
