El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene), situado en Godella (Valencia), lidera en España el proyecto «Chill on», cuyo objetivo es desarrollar un sistema de envase que combina etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) con indicadores visuales de tiempo-temperatura (TTI). Su fin es asegurar la calidad de los alimentos refrigerados durante toda la cadena de suministro.
La seguridad alimentaria es una de las principales prioridades para la cadena de suministro de los alimentos refrigerados y congelados. Los productos deben llegar en las mejores condiciones de conservación y en un estado óptimo al consumidor. Pero cualquier alimento, antes de llegar a la mesa, ha seguido un complejo proceso logístico que va desde el envasado del producto, su traslado de la fábrica al almacén, al distribuidor y al punto de venta. Es aquí donde el proyecto «Chill-On» cobra todo su interés, puesto que persigue aprovechar las nuevas tecnologías de la información como herramienta para mejorar la calidad, seguridad y transparencia de la cadena de suministro alimentaria.
Itene es participante activo del proyecto que recibe el apoyo de la Unión Europea (UE) dentro del sexto Programa Marco y está formado por un total de 24 socios, entre centros tecnológicos, universidades y empresas de países como Alemania, Israel, Italia, Reino Unido, Chile, Grecia, China y Holanda. El instituto está inmerso en la integración de ese dispositivo dentro del envase y embalaje, además del desarrollo de un software que permitirá la toma de decisiones a partir de los datos enviados en tiempo real por el dispositivo eCHILL-ON y recogidos en un sistema central.
Las etiquetas eCHILL-ON y su integración en el envase hacen que las actividades de investigación se centren en los envases inteligentes. Se trata de una combinación de etiquetas con indicadores Tiempo-Temperatura (TTI) y etiquetas de Identificación por Radiofrecuencia (RFID), que permiten la localización y trazabilidad del producto en cualquiera de las diferentes etapas del proceso logístico. Esto posibilita detectar cambios en el producto de manera inmediata y por lo tanto rectificar para que ese producto llegue en las mejores condiciones a su destino.