Aunque su uso disminuye, el gotelé es el acabado de referencia entre las empresas promotoras para disimular las imperfecciones constructivas de las viviendas. La técnica del gotelé consiste en proyectar gotas de pintura de consistencia espesa sobre una pared para obtener un acabado irregular o grumoso. Para su aplicación se pueden utilizar pistolas de proyección por aire comprimido, tirolesas o rodillos especiales.
Pintura para gotelé
El gotelé común se obtiene con pintura al temple, aunque también se pueden utilizar pastas densificantes a las cuales se añade una pequeña proporción de agua o pinturas a la cola ya preparadas para este fin. La consistencia de la pintura depende del relieve que se quiere lograr.
Cuando se va a pintar con gotelé, es necesario preparar pintura suficiente para acabar el trabajo en su totalidad. De este modo, se evitarán diferencias en la preparación y en el acabado.
El gotelé se puede obtener mediante el uso de pistola o tirolesa. No obstante, para un efecto picado similar al gotelé, se puede utilizar un rodillo de gomaespuma. Cuantas más veces se pase el rodillo por la pared, más fino quedará el picado, y viceversa. Una vez seco, el picado se puede pintar con pintura plástica.
Pintar con pistola especial para gotelé
Cuando se aplica el gotelé con pistola, es necesario dar una mano de pintura lisa que sirva como soporte. Además, hay que realizar bien la mezcla para que no queden grumos que puedan taponar la boca de proyección de la pistola.
Hay que realizar bien la mezcla para que no queden grumos que puedan taponar la boca de proyección de la pistola
Las pistolas utilizadas para gotelé deben disponer de un compresor. La función de este accesorio es absorber aire, comprimirlo y pasarlo a la pistola.
Antes de empezar el trabajo hay que elegir el grosor de la gota. Se debe regular la boquilla para obtener distintos granos o texturas, variar la distancia entre la pistola y el soporte y ajustar la presión del aire al menos a 3 bares.
Para una correcta aplicación, hay que colocarse a unos 30 cm de la pared y sujetar el dispensador en posición vertical. Se obtiene un acabado uniforme al barrer con la pistola la pared desde el extremo izquierdo al derecho, o a la inversa, nunca de «ida y vuelta». El ritmo debe ser uniforme, hay que evitar cargar demasiado la pared. De lo contrario, en vez de gotelé, se obtendrán plastas que afearán el acabado.
La tirolesa es una caja de chapa, abierta por un lado, que dispone de unos rodillos dentados. Al accionarse estos por una manivela, proyectan la pintura o pasta de enlucir (agua y pasta para gotelé) contra la superficie.
Esta máquina dispone de una palanca que permite seleccionar el tamaño del grano de la pintura
Esta máquina dispone de una palanca que permite seleccionar el tamaño del grano de la pintura. La mejor opción es probar diversas configuraciones sobre una tabla hasta dar con la que mejor se adapte a cada caso.
Para obtener la pasta de enlucir, se llena de agua un cubo y se espolvorea sobre la misma la pasta para gotelé de manera uniforme. Cuando la masa esté homogénea, sin grumos, se introduce en la tirolesa, se sujeta la máquina con firmeza, se apunta hacia la pared y se empieza a proyectar la pintura.
La mejor opción es aplicar dos o tres capas finas. Una vez seca la primera mano, se darán otras dos con la máquina en una posición inclinada a 45º respecto a la pared.
Este es un proceso bastante cansado, por lo que es recomendable dividir la tarea de pintar la estancia en varios días.