El organismo de normalización alimentaria de la ONU ha establecido nuevas normas para el nivel máximo de melamina en preparados líquidos para lactantes, y sobre inocuidad de los alimentos para productos marinos, melones e higos secos y de etiquetado de los alimentos. El objetivo de esta ampliación normativa es «proteger la salud de los consumidores en todo el mundo», ha informado la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Con respecto a la melanina, que puede ser letal en elevadas concentraciones y se ha utilizado ilegalmente para incrementar el contenido aparente de proteínas en productos alimentarios, el Codex Alimentarius aprobó hace dos años un nivel máximo de melamina de un miligramo/kilogramo (mg/kg) para los preparados para lactantes en polvo y de 2,5 mg/kg para otros alimentos y piensos. La Comisión del Codex Alimentarius, gestionada conjuntamente por la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido ahora un límite máximo de 0,15 mg/kg de melamina en la leche infantil líquida.
La Comisión del Codex Alimentarius también ha aprobado un límite máximo de seguridad de aflatoxinas en higos secos. Las aflatoxinas, una variedad de micotoxinas producidas por mohos, son tóxicas y se sabe que son cancerígenas. Se encuentran en diversos productos, como los frutos secos, especias y cereales, en niveles elevados si no se almacenan de manera correcta, señaló la FAO. La Comisión ha acordado un límite máximo de seguridad de 10 microgramos por kilogramo para los higos secos, además de las instrucciones para efectuar la toma de muestras.
Sobre los melones, la FAO explicó que existe «un problema emergente de salud pública relacionado con la popularidad creciente de las rodajas de melón precortadas, pues la pulpa expuesta de la fruta puede convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias». Esto se ha relacionado con brotes que pueden ser mortales de salmonella y listeria.
La Comisión recomienda envasar o envolver y refrigerar los melones precortados tan pronto como resulte posible y distribuirlos a temperaturas iguales o inferiores a 4ºC. También aconseja el enfriamiento y almacenamiento en frío tan pronto como sea posible después de la cosecha, mientras que las hojas de los cuchillos utilizadas para cortar o pelar las rodajas deben desinfectarse de forma regular.
Virus en productos marinos
La FAO recordó que la higiene alimentaria en los productos del mar, especialmente en los moluscos como mejillones y ostras, ha adquirido gran importancia para la inocuidad de los alimentos. La Comisión del Codex Alimentarius ha adoptado un conjunto de medidas higiénicas preventivas con el objetivo de controlar los virus transmitidos por los alimentos. Los virus son habitualmente más resistentes que las bacterias y aquéllos que se transmiten por vía fecal-oral pueden permanecer durante meses en los moluscos bivalvos, el suelo, el agua y los sedimentos. Pueden sobrevivir a la congelación, la refrigeración, la radiación UV y la desinfección, pero son sensibles al calor, explicó la FAO.
La Comisión señala que el riesgo principal para la producción de moluscos, como ostras y mejillones, es la contaminación biológica de las aguas en las que crecen. Por ello, es importante garantizar la calidad del agua de mar de las zonas de crecimiento. Cuando hay posibilidad o existen pruebas de contaminación viral, se recomienda cerrar la zona, destruir los moluscos contaminados y/o tratar térmicamente los moluscos ya cosechados antes de su consumo.
Por último, el Codex Alimentarius recomienda que los fabricantes de productos alimentarios en todo el mundo etiqueten el contenido nutricional de sus productos con el fin de ofrecer mejor información a los consumidores. La recomendación concuerda con la estrategia sobre régimen alimentario, actividad física y salud de la OMS, y supone «un paso importante para promocionar una alimentación saludable en todo el mundo», aseguró la FAO.