Los resultados de las pruebas realizadas en productos de sushi (pescado crudo) de establecimientos neoyorquinos han detectado altos niveles de mercurio. La investigación corrobora que algunos de los locales examinados sobrepasan los límites máximos exigidos por ley. El incidente podría provocar que la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, en sus siglas inglesas) tomara cartas en el asunto a través de acciones legales para retirar los pescados del mercado.
En 2004, la FDA coincidía con la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. en advertir a las mujeres embarazadas y niños que limitaran el consumo de ciertas variedades de atún por la presencia de mercurio. A mediados de 2007, el Departamento de Salud de Nueva York elaboraba un informe en el que aseguraba que una cuarta parte de los neyorquinos adultos tiene niveles altos de mercurio en la sangre, estrechamente relacionados con los patrones de consumo de pescado. Los expertos recomiendan «no comer atún con los niveles de mercurio detectados recientemente».
No es la primera vez que aparece una alerta de este tipo. En marzo de 2006, los restaurantes japoneses de Los Ángeles también confirmaban niveles excesivamente altos de mercurio en sushi, según advertía entonces la organización GotMercury, que calificaba el alimento como «una nueva ruleta rusa» en cuanto a seguridad. La alerta advertía que en seis de los más importantes restaurantes de comida típica japonesa de Los Ángeles, el sushi presentaba niveles de mercurio superiores en un 88% a los límites fijados por la FDA estadounidense.
Límites
Mujeres embarazadas y niños son los más vulnerables a la contaminación de pescados con mercurioSegún datos de la Agencia, los niveles de metilmercurio en la mayoría de los peces se sitúa entre 0,01 partes por millón (ppm) y 0,05 ppm. En la mayoría de los peces más comercializados, el promedio suele situarse en menos de 0,3 ppm. El nivel permitido por la FDA en los pescados que van destinados al consumo humano es de 1 ppm, nivel que se encuentra sobre todo en los peces más grandes, como el tiburón y el pez espada. Para las mujeres embarazadas y los niños, la FDA fija un consumo de hasta 350 g de pescado a la semana, cantidad que consideran segura.
La presencia de mercurio en pescado, especialmente peces espada, peces sierra, blanquillos y tiburones, es desde hace unos años un tema que preocupa a autoridades gubernamentales. Según la FDA son los organismos pequeños los que ingieren el mercurio al alimentarse y está sustancia va pasando así a los animales más grandes. Este proceso, conocido como bioacumulación, implica que los niveles de mercurio van aumentando a medida que avanza la cadena alimenticia. Las personas, pues, se exponen a la sustancia cuando consumen los pescados y mariscos contaminados.
El Departamento de Salud de Nueva York ha creado el folleto ‘Eat Fish, Choose Wisely’ (‘Coma pescado, elija sabiamente’), que ofrece una lista de pescados agrupados según su nivel de mercurio. De acuerdo a esta información, los pescados con alto contenido de mercurio son la caballa, tiburón, pez espada, blanquillo camello, filetes de atún y atún para sushi.
En la UE
En la Unión Europea, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas) fijó un umbral de riesgo (1,6 nanogramos/kg de peso corporal a la semana) y lanzó un aviso especial a las madres de bebés lactantes y niños de corta edad, ya que el metil mercurio puede afectar al desarrollo neuronal de los fetos y también de niños en las primeras etapas de crecimiento. La EFSA recuerda que el metil mercurio orgánico puede constituir más del 90% del mercurio total identificado en pescados y mariscos.
La calidad de las aguas entre el embalse de Flix y la desembocadura del Ebro se mantiene en buenas condiciones, aunque se han detectado 300.000 toneladas de residuos tóxicos en la biota analizada, según los resultados de unos estudios en los que han participado 50 investigadores y que han quedado recogidos en 60 informes y 10 tesis doctorales, presentados por la Confederación Hidrográfica del Ebro. Muchos de los peces analizados, como siluros y carpas, presentan concentraciones sensibles a compuestos organoclorados y mercurio inaceptables, según ha admitido Antonio Serrano, secretario general para el Territorio y la Biodiversidad. También están afectados el cangrejo americano y los pájaros, por lo que los expertos aconsejan actuar de forma rápida en Flix y recomiendan no consumir estas especies.
Estos peces son los que se encuentran en la parte más alta de la cadena trófica, y son precisamente los que permiten hacer una «radiografía» del estado en el que se encuentran las otras especies. Las conclusiones son claras: concentran 0,7 microgramos de mercurio por gramo, cuando el límite legal sanitario están en los 0,5. De ahí la recomendación de evitar el consumo de estas especies o, incluso, de prohibir la pesca. Aunque «no hay riesgo sobre la salud» por consumo de agua, ni de arroz, frutas y hortalizas de la zona, reconocen que es necesario retirar los lodos como consecuencia del arrastre de los contaminantes.