La salud es como uno de esos grandes relatos en los que hay mil personajes: al final todos tienen alguna relación entre sí y las decisiones que toman unos afectan también a los demás. Los protagonistas de nuestra historia son las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, las enfermedades respiratorias y el cáncer, que suponen las principales causas de muerte en Europa.
Estas enfermedades están causadas principalmente por cuatro factores: consumo de alcohol, tabaquismo, sedentarismo y dieta insana (también influyen los factores genéticos). Pero todos estos actores están interrelacionados. Por ejemplo, el sedentarismo y la dieta insana se relacionan con el sobrepeso y la obesidad, que a su vez se asocian con el desarrollo de diabetes tipo 2, con las enfermedades cardiovasculares y con diferentes tipos de cáncer. A su vez, la diabetes tipo 2, que no está necesariamente ligada al sobrepeso y la obesidad, también se asocia al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Un fármaco para la obesidad y la diabetes tipo 2
Desde hace un tiempo, la obesidad y la diabetes tipo 2 tienen otra cosa en común: un medicamento que puede ser efectivo en su tratamiento. En los últimos meses se ha hecho muy popular, hasta el punto de escasear en todo el mundo.
Por una parte, este suceso no resulta extraño, si tenemos en cuenta que la obesidad y la diabetes tipo 2 son dos de los problemas de salud que más preocupan a nivel mundial. Para hacernos una idea, en España se estima una prevalencia de sobrepeso del 39 % y casi un 22 % de obesidad en la población adulta, es decir, más de un 60 % de las personas mayores de 18 años sufre exceso de peso. Mientras tanto, la prevalencia de diabetes tipo 2 es del 14,8 %, es decir, afecta a unos 5,1 millones de personas adultas (una de cada siete), lo que supone la segunda tasa más alta de Europa.
🔴 El peso de la estética
Pero la alta demanda de ese medicamento no obedece solo a cuestiones meramente médicas, sino también a razones estéticas. Muchos personajes famosos, como el multimillonario Elon Musk o diferentes influencers, han contribuido a su popularización para ese fin. De hecho, algunos medios lo han bautizado como “la droga de Hollywood” porque se rumorea que muchas estrellas del séptimo arte lo emplean para perder unos kilos y tener cuerpos más esbeltos. Su fama ha llevado este medicamento al mercado negro, donde es adquirido por muchas personas que buscan conseguir la pérdida de peso que prometen muchos vídeos de TikTok.
Si tenemos en cuenta lo que preocupan la diabetes tipo 2 y el exceso de peso, ya sea esto último por cuestiones médicas o estéticas, desarrollar un fármaco que sirva como posible solución para todo ello es algo así como encontrar el bálsamo de Fierabrás o la gallina de los huevos de oro.
Tratamiento de la diabetes tipo 2
Muchas de las personas que padecen diabetes tipo 2 necesitan seguir un tratamiento médico para poder regular los niveles de glucosa en sangre. Para ello se prescriben habitualmente medicamentos análogos del GLP-1 (péptido similar al glucagón 1), que imitan a la hormona que lleva ese nombre y cuya función es estimular la producción de insulina.
Uno de los medicamentos de ese tipo que más se utilizan se vende bajo el nombre comercial Ozempic, en formato autoinyectable, y su principio activo es la semaglutida. Este cumple además otra interesante función: actúa sobre el hipotálamo, aumentando la saciedad y reduciendo el apetito.
Por eso, en junio de 2021, fue aprobado por la FDA estadounidense (Administración de Alimentos y Medicamentos) un medicamento para el control del peso, que se vende bajo el nombre comercial Wegovy y que contiene el mismo principio activo que el anterior, aunque en una dosis mayor. Fue entonces cuando se desató el interés que más tarde causó el desabastecimiento en el mercado de estos medicamentos.
Desabastecimiento de medicamentos para la diabetes tipo 2
En España, el medicamento Wegovy está autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para el control del peso desde julio de 2022, pero aún no se comercializa. Sí se vende Ozempic, autorizado desde 2018, pero solo para el tratamiento de la diabetes tipo 2.
Cada envase para un mes tiene un precio aproximado de 128 euros, aunque para ese caso está financiado parcialmente por la Seguridad Social y se vende, a un precio de 4 euros, con receta y visado, es decir, antes de dispensarlo se comprueba que el paciente sufre los problemas de salud que requieren su uso.
En cualquier caso, algunos farmacéuticos denuncian que su demanda ha aumentado porque la gente lo usa para adelgazar y lo adquieren gracias a la receta de un médico privado. Tanto es así que se ha producido un desabastecimiento de este medicamento en las farmacias, lo que ha privado a las personas con diabetes tipo 2 de su tratamiento.
Como consecuencia, se ha incrementado la demanda de otros medicamentos similares, como Victoza o Trulicity, cuyo principio activo también es un análogo del GLP-1, como liraglutida o dilaglutida, hasta el punto de que muchos se han agotado en las farmacias.
La situación es tal que el pasado octubre la AEMPS y otros organismos emitieron una serie de recomendaciones para paliar los problemas de suministro y ofrecer alternativas a las personas con diabetes tipo 2 que siguen un tratamiento con estos medicamentos.
¿Funcionan estos medicamentos para el control del peso?
En la actualidad, en España, el medicamento análogo del GLP-1 aprobado para el control de peso es Saxenda, cuyo principio activo es liraglutida y que se comercializa en nuestro país desde el año 2016. El tratamiento cuesta unos 280 euros al mes y no está financiado por la Seguridad Social.
Está indicado para la pérdida de peso, junto a una dieta adecuada y la realización de ejercicio en personas mayores de 18 años con obesidad (índice de masa corporal de 30 kg/m2 o superior) o sobrepeso (IMC entre 27 y 30 kg/m2), aunque en este último caso solo cuando existan problemas de salud relacionados con el peso, como diabetes, enfermedad cardiovascular, etc.). Es lo mismo que indica la FDA en Estados Unidos para el medicamento Wegovy.
Tanto en un caso como en el otro los estudios sobre estos medicamentos muestran pérdidas de peso comprendidas aproximadamente entre el 6 % y el 12 %, con la ventaja de que además regulan el nivel de glucosa en sangre. Pero hay que tener en cuenta importantes consideraciones.
Efectos adversos de estos medicamentos
Como es habitual, los medicamentos pueden tener efectos adversos, y este caso no es una excepción. Para la semaglutida y la liraglutida se han descrito algunos frecuentes o muy frecuentes, como náuseas, diarrea, vómitos, estreñimiento, dolor de cabeza, gastritis, flatulencia o mareo, entre otros. También otros menos frecuentes, pero potencialmente más graves, como pancreatitis (en el caso de la semaglutida).
Además, en algunas personas pueden existir riesgos adicionales; por ejemplo, la semaglutida presenta riesgo potencial de favorecer el desarrollo de tumores de células C de la tiroides. Por eso no está indicada por ejemplo en pacientes con antecedentes personales o familiares de cáncer de tiroides. Es decir, hay personas que no deben tomarlos. Es uno de los motivos por los que estos medicamentos no pueden ni deben utilizarse alegremente, sino que están sujetos a prescripción médica.
Por estas razones, debe hacerse un seguimiento médico para controlar sus posibles efectos adversos y su eficacia; por ejemplo, el prospecto de Saxenda indica que, tras 12 semanas de tratamiento, solo se debe seguir utilizando si se ha perdido al menos el 4 % del IMC.
🔴 Pocos estudios y efecto rebote
Hay que considerar además que es necesario realizar estudios adicionales sobre estos medicamentos para evaluar su seguridad y su eficacia a largo plazo. Este último es precisamente uno de los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta al hablar de fármacos para el control o la pérdida de peso. Es posible que sean efectivos mientras se sigue el tratamiento, pero ¿qué ocurre cuando se da por finalizado?
Precisamente, esta es la advertencia que han lanzado algunas de las influencers que en un principio promovieron su uso en las redes sociales. Y es que, si el tratamiento no va acompañado de la adquisición de unos hábitos saludables para mantenerlos de por vida (dieta saludable y ejercicio físico), se puede producir un importante efecto rebote y volver a recuperar el peso que se tenía antes, además de unos kilos adicionales.
En definitiva, se trata de medicamentos que pueden resultar útiles en algunos casos para ayudar en el control del peso, siempre por motivos de salud, siempre bajo indicación y control médico y siempre acompañados de la adquisición de unos hábitos saludables. En cualquier caso, no son la panacea que a primera vista pueden parecer.