Los Países de Ingreso Medio (MIC) ocupan la mitad de la clasificación. No son los países más pobres porque para ello sus ciudadanos deberían tener unos ingresos inferiores a 1,25 dólares -pero el 41% de su población apenas llega a los 2 dólares-, ni son países ricos porque, según datos del Banco Mundial, entre sus fronteras residen cerca del 70% de los pobres del mundo. Son regiones de contrastes que se reparten por todo el planeta y que encierran verdaderas brechas internas.
Imagen: Cotaro
Se caracterizan por diferencias extremas. Son frecuentes en América Latina y el Caribe, en África, en Asia y, en menor medida, en Europa. Parte de sus ciudadanos vive en la extrema pobreza, pero no lo suficiente como para considerarles países de ingresos bajos. Son un total de 101 regiones, que aportan el 41% de las emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo.
El último boletín de la oficina regional de Ciencia de UNESCO para América Latina y el Caribe destaca las voces de quienes reconocen la necesidad de que la cooperación internacional no sólo ayude a los países de ingresos bajos, sino a todos los países en vías de desarrollo, entre ellos, los MIC. Recuerda que en ellos reside casi la mitad de los ciudadanos de todo el mundo: «Vive el 13% de la población mundial que subsiste con menos de un dólar por día y el 41% de quienes viven con menos de 2 dólares diarios».
Un 13% de sus ciudadanos viven con menos de un dólar al día
Las condiciones de vida en estas zonas impulsan la migración. La movilidad, interna y externa, es un rasgo diferenciador porque las personas buscan prosperar, mejorar su calidad de vida, incrementar los ingresos y acceder a servicios básicos. Así lo recoge el Informe sobre Desarrollo Humano 2009, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Se destaca el impacto positivo de la migración y las consecuencias de las restricciones de los países de acogida, que «pueden incrementar tanto los costos como los riesgos». Se mejora respecto a la tasa de escolaridad, aunque se estima que se han endurecido las condiciones para acceder a terceros países. Este motivo favorece la migración dentro del propio país de origen y contribuye a que la mayoría de las personas pobres permanezca en las regiones menos desarrolladas.
Infancia y sida
Los menores que habitan en estos países son población de atención preferente. Invertir en su presente significa mejorar el futuro. En especial, preocupan los niños afectados por el sida, aunque se han dado algunos pasos en este sentido: ha aumentado el porcentaje de mujeres embarazadas con VIH que reciben tratamientos para no transmitir la enfermedad a sus bebés, a la vez que se tratan más pequeños con el virus.
UNICEF estima que estos datos, aunque esperanzadores, revelan varias cuestiones todavía por resolver, como el elevado número de menores de 15 años que viven con el VIH (2,1 millones en 2007), la cifra de nuevos contagios (ese mismo año se registraron unos 420.000 nuevos casos en niños) y la situación en África subsahariana, donde viven casi el 90% de todos los pequeños con VIH del mundo.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia afirma que los niños contraen la enfermedad durante el embarazo, en el parto o en el periodo de lactancia y casi la mitad fallece antes de cumplir dos años. Quienes más se infectan son, no obstante, los jóvenes de 15 a 24 años (40%) y cada vez son más los menores huérfanos a consecuencia de esta pandemia.
Para ayudar a los países de ingreso medio, es posible colaborar con las diferentes ONG que desempeñan su labor en estas regiones. Fundación Entreculturas trabaja, entre otros, en Perú, República Dominicana, Venezuela, Paraguay, Ecuador y otros países de África, Asia y Europa, como Albania.
El Consejo Interhospitalario de Cooperación apoya la unidad de cirugía y cuidados intensivos del hospital pediátrico de Luanda (Angola), mientras que África Esperanza realiza todos sus proyectos en Camerún y la Fundación Mundubat trabaja en Centroamérica.
Desde ANAK, Ayuda a los Niños de Indonesia se atiende la escolarización de pequeños que provienen de familias muy pobres, Fem Futur se centra en el acogimiento temporal de menores en familias españolas y Fundación ADRA ofrece ayuda de emergencia en Indonesia y Sri lanka.